Leo y escribo palabras y frases que hace días tenían otro sentido y ningún protagonismo. Cada crisis tiene su lenguaje, sus expresiones.

Estos días. Describe el presente, sin más. A pesar de su sencillez, se sabe sin duda alguna cuándo empezaron “estos días”. Ya se les pondrá nombre más tarde.

Cuando esto pase. Se sigue sin nombrar qué es esto, pero no hace falta. En la mayoría de los casos continúa con un deseo, pero también puede ir seguido de un análisis o una advertencia.

Saldremos. Se utiliza más para referirse a la situación general, al virus, a la crisis sanitaria y a la previsible crisis económica que a lo más obvio: saldremos de casa.

La curva. En un mundo que ama la velocidad, de forma sorpresiva se anhela que llegue una curva para frenar, no una curva cualquiera, sino la curva.

El pico. Es un umbral de tiempo, un momento aún indeterminado en que se empezará a ver la salida. Como tantos instantes importantes en al vida, se le podrá identificar después de que haya pasado.

Confinamiento. Acción y efecto de confinar. La RAE dice que su segunda acepción, en el campo del Derecho, es la siguiente: Pena por la que se obliga al condenado a vivir temporalmente, en libertad, en un lugar distinto al de su domicilio. Sin comentarios.

Servicios esenciales. Los que ya eran esenciales y resulta que no caían del cielo.

Coronavirus. La gramática de estos días.

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