DIARIO DEL CORONAVIRUS (IX)

Parar

Central eléctrica de Punta Grande. Foto: Rafael Fuentes.
Saúl García 1 COMENTARIOS 24/03/2020 - 20:39

Los delfines y los cisnes no han llegado a Venecia. Se ha difundido un vídeo pero no es cierto. Como tantos otros vídeos. Las cosas no van tan rápido aunque sí es cierto que algunos animales como cabras, jabalíes o pavos reales han aprovechado las calles vacías de las ciudades para darse una vuelta con tranquilidad. Lo de los delfines no es verdad, pero al planeta no le está viniendo nada mal el confinamiento.

Publica la agencia Efe, citando un estudio del Centro de tecnologías físicas de la Universidad Politécnica de Valencia, que desde que se decretó el estado de alarma se han reducido en España los niveles de dióxido de nitrógeno en una media del 64 por ciento, que llega hasta el 83 en Barcelona, la ciudad más turística del país.

El viernes pasado, la carnicera del supermercado, que probablemente no conozca al detalle los resultados de este estudio, me decía que esto del virus es un aviso del planeta y que espera que aprendamos algo para empezar a cuidar del medio ambiente.

Federico Aguilera Klink dice en un artículo muy recomendable que si llamamos pandemia a esta situación, “¿cómo tenemos que llamar al auténtico desastre de contaminación ambiental generado por la quema de combustibles fósiles, el uso de pesticidas, la contaminación del mar por los plásticos, el cambio climático irreversible, la comida basura y el crecimiento de las enfermedades, todo el desastre al que nos hemos habituado y al que nos han enseñado a normalizar sin asustarnos?”.

La Fundación César Manrique reeditó al inicio del centenario, que debía finalizar el próximo 24 de abril, dos manifiestos de César, Salvemos la isla de Lanzarote y El arte también vive. Durante los actos del centenario se ha hablado mucho del que parecía (y lo seguirá siendo) el gran reto de la humanidad en este siglo, el cambio climático. Se habló mucho de las fórmulas para frenar la contaminación y de la necesidad de un cambio de modelo y del decrecimiento de la economía y del consumo.

Pues el decrecimiento ha llegado de golpe. No sabemos lo que durará, pero no dejo de pensar en la puntería de otro manifiesto de César, ahora que acaba el centenario, escrito en 1985, titulado Momento de parar. Se refería solo a la isla de Lanzarote y a la desaforada destrucción del medio ambiente por la construcción. Acaba así: “Creo que el caso no puede ser más evidente, descarado y elemental para darse cuenta de que ha llegado el momento de parar”.

¿Alguien sabe cuánto mide un virus?

***

Comentarios

Tienes razón en que es hora de parar, pero basta ya de poner a Manrique como el Mesías, como el Nostradamus o como el salvador de todo.

Añadir nuevo comentario