TRIBUNALES

Visto para sentencia: una enemistad entre forenses que acabó con una sanción que pudo ser "un montaje"

En junio de 2013, en los Juzgados de Arrecife se recogieron casi 200 firmas de apoyo al forense Jorge Suárez por su labor "intachable" ante el expediente abierto

Foto: Manolo de la Hoz.
Saúl García 1 COMENTARIOS 11/05/2018 - 07:24

Un médico forense denunciado por otro médico forense. El juicio quedó el martes visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal 3 de Arrecife. El caso se remonta al año 2012. Ambos trabajaban en los Juzgados de Arrecife. La denuncia de uno de ellos, Jesús Esparza, dio pie a un expediente administrativo del Gobierno de Canarias contra Jorge Suárez, que acabó en sanción, y a una denuncia de Fiscalía que ha finalizado en este juicio en el que se pide una multa a Suárez por falsificación de documento público.

Esparza acusó a Suárez de no haber realizado, en diciembre de 2011, la autopsia al cadáver de un turista inglés de 70 años que falleció por causas naturales, y por tanto, de falsear el acta de la autopsia. Cuando Esparza iba a embalsamar el cadáver, grabó un vídeo, que envió junto a un informe a la dirección del Instituto de Medicina Legal (IML) de Las Palmas, que desencadenó ambos procedimientos.

Al inicio de la vista la Fiscalía solicitó la suspensión por la ausencia del perito judicial pero la juez no lo aceptó porque consta su informe en la causa. La defensa de Suárez pidió la nulidad de todo el procedimiento por diversas irregularidades, entre ellas por la grabación del vídeo, que considera ilegal, ilegítima e ilícita, ya que está prohibido grabar ese tipo de imágenes y el forense no contaba con el consentimiento de la familia.

El relato de los hechos, según el testimonio del acusado, es el que sigue. En diciembre de 2011 fallece un turista inglés en Costa Teguise. No presenta sangre ni signos de violencia. Suárez parte del diagnóstico de un problema cardiovascular y se dispone a confirmarlo. Para ello hace un corte ente la barbilla y el ombligo, extrae el peto externo costal y comprueba que hay líquido alrededor del corazón, que hay líquido dentro de los pulmones, síntoma de edema pulmonar, y que hay otros signos que evidencian que la muerte deriva de un síndrome coronario agudo, sin especificar si fue un infarto, una angina de pecho u otro motivo el que causó la muerte. "No tuve ninguna duda", señaló. Suárez ejerció como cirujano en Cuba durante 21 años. También accedió a comprobar visualmente otros órganos, como el hígado o el páncreas, que presentan un color normal. El cadáver fue limpiado y se le vistió de nuevo.

Esparza, el denunciante, contó otra versión. Él era el encargado de realizar el embalsamamiento en la funeraria. Como se encuentra el cadáver vestido y teniendo en cuenta el corte realizado, que no alcanza hasta el pubis, considera que Suárez no hizo la autopsia y que se inventó la causa de la muerte. Graba al cadáver, dice que hay sangre en el ano y que la causa de la muerte puede ser otra. Envía el vídeo al IML, cuya directora, María José Melián, y subdirectora, Eva Bajo, hacen un informe que da pie a la sanción y a la causa judicial.

En el juicio declararon Melián y Bajo por videoconferencia. Melián declaró que en el vídeo se apreciaba la sangre, o algo similar y que el aspecto podía ser compatible con una hemorragia, así como que con el corte realizado no se podía haber llegado ese diagnóstico. Bajo dice que no se ve la sangre y coincide en el resto con su compañera.

También declararon otros dos forenses, Eugenio González y Luis Pérez del Toro, que, en resumen, dijeron que la técnica, el procedimiento y el diagnóstico de Suárez fueron correctos y que el forense pudo llegar a las conclusiones que llegó con esa técnica. También coinciden en que no se ve sangre en el vídeo y en que está prohibido grabar a los cadáveres en el interior de la funeraria. Esparza había declarado que grabó por petición de la funeraria, pero en la causa consta que la funeraria niega este hecho.

Enemistad entre ambos

Tanto Suárez como su defensa argumentaron sobre la enemistad con Esparza, ya que hasta su llegada, era el único médico que hacía embalsamamientos, una actividad que se ejerce como autónomo para las funerarias y que le reportaba entre 36.000 y 42.000 euros al año. Esparza quería que Suárez compartiera el trabajo y este se negó. Pero hay otro elemento más. Esparza graba el vídeo en diciembre pero se lo guarda hasta junio. Un mes antes había fallecido una paciente en Hospiten. Suárez hace la autopsia y apunta hacia una posible negligencia médica. Esparza realiza una segunda autopsia con otra versión pero acaba recusado en esa instrucción judicial porque es cuñado del gerente del centro médico. Es después de estos hechos cuando denuncia a Suárez.

En el juicio, Esparza no hizo mención a esa enemistad, pero declaró como testigo una auxiliar que estaba presente cuando se grabó el vídeo y dijo que había "tensión en el trabajo y ansiedad" por los enfrentamientos entre ambos, y que Esparza ponía en tela de juicio el trabajo de Suárez. Aseguró que no vio sangre ni en la ropa ni en el cadáver, que Esparza va al coche a por la cámara y graba y que ella le reprocha que quiera buscar problemas. De hecho, en la grabación se le escucha diciendo: "follonero, hay que vivir y dejar vivir". La auxiliar no declaró eso mismo cuando se instruyó el expediente hace seis años. Dijo que no lo hizo porque tenía miedo a represalias en su puesto de trabajo. "Me vi entre la espada y la pared", afirmó.

Destitución reciente

En junio de 2013, en los Juzgados de Arrecife se recogieron casi 200 firmas de apoyo a Jorge Suárez de abogados, procuradores, funcionarios, jueces y secretarios que le mostraban su apoyo por su labor "intachable" ante el expediente abierto. Un mes después lo sancionaron de empleo y sueldo durante cuatro años y medio por considerar que ha cometido una falta muy grave y otra falta grave, y al año siguiente los Juzgados le dieron la razón y suspendían la sanción. Tras reincorporarse a su puesto de trabajo, donde sigue ejerciendo Esparza, pidió una baja médica y no ha podido volver a trabajar ya que se encuentra desde entonces en tratamiento psiquiátrico.

Por su parte, el Gobierno de Canarias destituyó el mes pasado a la directora del IML, María José Melián, que hizo el informe que dio pie a la sanción, porque hay un documento en el que se critica su gestión y el trato dado que daba a los trabajadores.

El abogado de Jorge Suárez, José Luis Sáenz, solicitó la absolución del acusado y pidió que se abra una causa por falso testimonio contra Esparza y contra Melián, por considerar que mintieron durante el juicio. Sáenz señaló que se ha evidenciado la enemistad total entre ambos, que Esparza ha negado y que "todo ha sido un montaje que ha causado mucho daño".

Comentarios

Ay Esparza, que ahora te toca a ti....

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