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La otra pandemia: la crisis afecta a 60.000 trabajadores en Lanzarote y Fuerteventura

El paro se ha disparado en las Islas orientales más del doble que en la comunidad autónoma y de cada 100 personas en disposición de trabajar 42 no lo pueden hacer

Playa Chica de Puerto del Carmen. Foto: Jazz Sandoval.
M. Riveiro 2 COMENTARIOS 11/05/2020 - 06:48

En menos de dos meses, el impacto de la crisis del coronavirus en las Islas orientales ha sido devastador. En Fuerteventura el desempleo se ha disparado más de un 47 por ciento y en Lanzarote se ha incrementado por encima del 42 por ciento, en ambos casos más del doble que la media regional.

Entre las dos islas suman casi 60.000 trabajadores que, o bien están ya en el paro o bien se encuentran en el limbo de la incertidumbre, afectados por un Expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Las cifras son abrumadoras y más aún si se ponen en perspectiva: 42 de cada 100 personas en disposición de trabajar en las Islas orientales están ahora mismo en el paro o con el puesto laboral en suspenso.

El denominado ‘turismo cero’ está causando estragos económicos en Lanzarote y Fuerteventura, las dos islas que más dependen del sector, con prácticamente la mitad de su Producto Interior Bruto vinculado de manera directa a los servicios para los visitantes.

En Lanzarote, el paro alcanza ya a 15.961 trabajadores (4.729 más que hace un año), mientras que en Fuerteventura afecta a 13.444 trabajadores (4.346 más que el pasado ejercicio por estas fechas).

La incidencia de los Expedientes de regulación temporal de empleo no se queda atrás: en Lanzarote hay unos 19.017 trabajadores bajo alguno de los más de 2.800 ERTEs presentados, y en Fuerteventura hay otros 11.575 trabajadores incluidos en los más de 1.600 expedientes de regulación temporal registrados, según el último balance de la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo del Gobierno de Canarias.

¿Un indicador más de la dependencia del turismo? El municipio con más residentes en un ERTE en Lanzarote es Tías, por el peso de la zona turística de Puerto del Carmen, con 4.725 trabajadores a la espera de que se aclare su futuro. En Fuerteventura, la clasificación la lidera Pájara, con áreas turísticas tan consolidadas como Costa Calma y Morro Jable, y con casi 4.400 trabajadores con su puesto suspendido.

“Hay un problema más allá de las personas que han perdido su trabajo y están inscritas en el Servicio Canario de Empleo o las que están en un ERTE, que van a cobrar el 70 por ciento de su sueldo, y es el de todos aquellos que subsistían en la economía sumergida, que ahora no tienen nada y que son los que peor están”, señala el socialista José Juan Cruz, alcalde de Tías.

Es difícil calcular “cuántas trabajadoras de hogar estaban sin dar de alta, cuántos estaban limpiando piscinas o trabajando en chiringuitos” sin cotizar y, ahora, carecen de posibilidades para acceder a una cobertura, añade Cruz.

Faltan datos exactos pero hay indicadores que apuntan a una realidad que se escondía detrás de los letreros luminosos que no dormían en las zonas turísticas: “Antes del estado de alarma atendíamos a 90 familias con ayudas a la alimentación y a día de hoy estamos atendiendo a más de 400, y creciendo”, agrega el alcalde.

Otra señal: “Más del 70 por ciento de las ayudas que prestamos se concentran en la zona turística, donde muchos trabajadores, la mitad extranjeros, ya vivían en una situación precaria, prácticamente al día”.

El parón total del sector turístico ha aflorado a un importante volumen de personas que trabajaban en la economía sumergida: “Son los que peor están”

El alcalde de Tías destaca que menos mal que se ha establecido una “moratoria” para los alquileres de viviendas, lo que da un respiro a muchas familias y minimiza el riesgo de que brote, al menos en los próximos meses, otro grave problema: el de los desahucios.

“Me doy por satisfecha si la gente desayuna, almuerza y cena, porque se están viviendo auténticos dramas”. Lo repite Esther Hernández, alcaldesa de Tuineje, uno de los municipios económicamente más deprimidos de Fuerteventura. “Prácticamente no tenemos hoteles, pero la gran mayoría de los residentes trabajan en Pájara en el turismo”, subraya Hernández, quien asegura que la crisis les está afectando “igual o quizás más” que al vecino municipio sureño.

“En Pájara, por ejemplo, todo el mundo vive del turismo, pero el desempleo era menor. En cambio, en Tuineje no había nada. El nuestro ya era un municipio pobre, en el que hasta el tradicional sector primario tiene problemas para salir adelante”, reflexiona la alcaldesa.

Antes de que el coronavirus hiciera estragos en la economía de las Islas orientales, tanto Lanzarote como Fuerteventura ya tenían un importante dilema: la pujanza turística, con unos cinco millones de visitantes al año entre ambas, contrastaba con unos índices de pobreza alarmantes.

El último estudio al respecto del Gobierno de Canarias indicaba que unas 28.000 personas vivían en Lanzarote bajo el umbral de la pobreza (más del 18 por ciento de la población) y otras 25.800 en Fuerteventura (el 22 por ciento de los ciudadanos).

Destrucción

Once de cada cien empresas que estaban en marcha en Lanzarote hace un año, ahora han ‘desaparecido’, y en el caso de Fuerteventura el porcentaje se eleva a casi trece de cada cien compañías, que ya no están inscritas en la Seguridad Social. La destrucción del tejido empresarial supera con creces la media regional, que se sitúa en poco más del nueve por ciento.

“A las empresas las tenemos que ayudar, para que paguen lo menos posible”, señala Juan José Rodríguez, concejal de Hacienda de La Oliva. El objetivo es mantenerlas con vida para que puedan ir volviendo a generar empleo.

“Todas las instituciones estamos aplazando impuestos, que es algo que está en nuestra mano, pero lo que necesita realmente la gente es que se bonifique o se retire algún tributo”, reconoce el edil.

El inconveniente radica en que hay impuestos, como el IBI, “que está devengado desde el 1 de enero, aunque se cobre más tarde”. Rodríguez apuesta, por ejemplo, por no cobrar la basura industrial.

“Vamos a devolver la parte proporcional que corresponda por la ocupación de la vía pública del periodo que dure el estado de alarma. Es una ayuda, pero no es suficiente”, admite.

Trato diferenciado

El vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, ha destacado el “impacto terrible” que ya ha provocado la pandemia del coronavirus en el Archipiélago. Uno de los pesos pesados del Gobierno de Canarias ha exigido al Ejecutivo de Pedro Sánchez un “trato diferenciado” frente a otras comunidades autónomas, cuyas economías se han resentido menos.

El Gobierno regional baraja tres escenarios para este año: el más optimista es que el Producto Interior Bruto se reduzca en torno a un 20 por ciento y el más pesimista es que caiga más allá del 32 por ciento. Se trata de cifras mucho más desfavorables que las que maneja el Gobierno central para el conjunto del país, con un retroceso del nueve por ciento.

En cualquier caso, dentro de Canarias, las principales señales de alerta se perciben en las Islas orientales, a las que les va a tocar lo peor de esta crisis. Tanto como para necesitar con urgencia también una atención diferenciada.

Comentarios

Esto son datos de la Insostenibilidad. Cuando se depende única y exclusivamente de un sector económico, se permite que la población aumento de forma incontrolada y el turismo de masificación, pasa esto cuando se derrumbando un día para otro. Normal auññque seamos de las islas con más paro, si herreños, gomeros y palmeras, sobre todo, estan repartidos entre las islas orientales, porque en sus islas no hay actividad económica suficiente para darles trabajo son o sin coronavirus.
Nadie no habla que monton de nosotros en ERTE todavia despues de un mes y medio no tenemos nada...es una verguenza que piensan que podemos aguantar 2 meses y medio sin sueldo

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