La juez titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife, Emma Fernández Lemus, ha acordado este miércoles por la tarde el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de Raúl Díaz, de 44 años, por la muerte de su esposa, Romina Celeste Núñez, de 28 años, desaparecida desde el pasado 1 de enero.

El ingreso en prisión del sospechoso se ha adoptado por la presunta comisión de los delitos de maltrato habitual y homicidio o asesinato.

Fuentes judiciales indicaron que la calificación del tipo delictivo sobre la muerte de la joven se concretará a lo largo de la investigación.

La instructora ha tomado esta decisión tras recibir declaración al investigado por espacio de unas dos horas y de acuerdo con la petición del Ministerio Fiscal.

La investigación continúa bajo secreto sumarial y es competencia del Juzgado de Instrucción número 1, que a su vez es el competente sobre los delitos sobre violencia de género en la Isla.

Con el acuerdo de ingreso en prisión dictado este miércoles hay indicios de que Raúl Díaz acabó con la vida de su esposa, en contra de lo que el investigado ha mantenido hasta el momento. El marido de Romina ha sostenido que se la encontró muerta la noche de Año Nuevo al regresar a casa, que se puso nervioso al estar bajo los efectos de drogas y que solo se deshizo de su cadáver.

Raúl Díaz ha estado sometido a vigilancia por la Guardia Civil desde el mismo momento en que acudió al cuartel a denunciar la desaparición de su esposa, una semana después de que la familia de la joven en Paraguay y en Madrid dejara de tener contacto con ella.

Según ha trascendido, los investigadores interceptaron una conversación del sospechoso con un familiar en la que contaba cómo se había deshecho del cadáver de su mujer, cuando hasta ese momento había sostenido que no sabía qué le había pasado a Romina.

La interceptación de esta llamada precipitó la detención de Raúl Díaz, que se produjo el domingo por la tarde. El investigado reconoció entonces que se deshizo del cadáver, primero en el jardín de su casa y luego arrojando sus restos al mar en diversos puntos de la costa lanzaroteña.

La Guardia Civil ha informado de que este miércoles ha continuado buscando pruebas de cómo pudo fallecer la joven, que se había casado en agosto pasado con Raúl Díaz. Así, se ha proseguido con el registro del domicilio familiar en una urbanización residencial de Costa Teguise y con el rastreo en un vehículo de alquiler que contrató el sospechoso, supuestamente para desplazarse por la Isla y deshacerse de los restos de la joven.