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De las drogas al paro y el Covid: 30 años de problemas insulares

Las encuestas del Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote han reflejado los cambios en las inquietudes de la población local en los últimos 30 años

Mario Ferrer 0 COMENTARIOS 21/02/2022 - 06:26

Los historiadores e investigadores sociales del futuro que quieran saber cómo transcurrió la vida en Lanzarote y La Graciosa entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI encontrarán una fuente de información muy valiosa en el trabajo del Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote.

Esta oficina no solo lleva varias décadas recopilando puntualmente datos de distintos indicadores socioeconómicos claves (población, turismo, empleo, etcétera), sino que también ha estado haciendo estudios de opinión, entre los cuales, destaca la ‘Encuesta de Temas Insulares’, un análisis sobre las opiniones y valoraciones de la sociedad insular que se lleva realizando desde hace más de 30 años y que ha ido preguntando por la percepción de los principales problemas de la Isla. La primera ‘Encuesta de Temas Insulares’ se realizó en 1990, cuando Lanzarote estaba en plena ebullición de cambios sociológicos de todo tipo.

El turismo se había hecho con la hegemonía de la Isla y lo estaba transformando todo: territorio, profesiones, formas de vida, etcétera. Para situarnos, Lanzarote pasó de recibir poco más de 80.000 turistas en 1977, a más de un millón en 1991; 13 veces más. Mientras, la población había crecido un 50 por ciento en apenas una década.

En ese contexto se realizó la primera ‘Encuesta de Temas Insulares’ y en el apartado de ‘Principales problemas insulares’ aparecieron las drogas y la inseguridad ciudadana, dos temas muy parecidos que fueron las grandes preocupaciones de los años noventa.

De hecho, en el análisis de 1998 se profundizaba en esa problemática y, al preguntarle a los encuestados sobre por qué habían mencionado ‘las drogas’, los resultados hablaban principalmente de “marginación y desestructuración social (jóvenes marginados, enfermos, familias destrozadas) y de seguridad ciudadana (robos, delincuencia y miedo a transitar por la calle)”.

Las drogas y la seguridad ciudadana fueron las preocupaciones de los 90

Los microdatos de esas encuestas de los años 90 muestran que, sobre todo, era la gente mayor de 40 años quien se mostraba más alarmada. En cierta manera era lógico, se trataba de un sector de la población que había crecido en una isla con otro ritmo vital y en la que se solían dejar las puertas de casa abiertas o con aldabas y sin preocupación. Una Lanzarote de cadencia más pausada y relaciones sociales muy familiares, pero mucho más atrasada en lo económico, que estaba desapareciendo a marchas forzadas.

En cambio, estaba emergiendo una Lanzarote diferente, con prometedoras perspectivas financieras, pero también con nuevos problemas no vistos antes, como las drogas o la inseguridad ciudadana. Hay que recordar que, en esa época, hasta un Gran Hotel abandonado tras el incendio de 1994 se convirtió en residencia para cientos de personas sin hogar y drogadictos.

La agricultura, la limpieza de la Isla o los transportes fueron otros problemas que tuvieron cierta relevancia, aunque mucho menor, en las encuestas de la década final del siglo XX. También el paro tuvo protagonismo durante la mala coyuntura económica y turística del periodo 1990-1992.

Inmigración

Durante siglos Lanzarote fue cuna de emigrantes, tanto que un investigador especializado en este tema como Antonio Macías hablaba de “auténtica diáspora” para referirse a la dinámica poblacional histórica de esta isla y de su ínsula siamesa, Fuerteventura. Nacer en Lanzarote y Fuerteventura conllevaba muchas veces el difícil destino de emigrar.

Pero todo cambió con la explosión del turismo de masas vivido desde los años setenta y ochenta del siglo XX. A partir de entonces, cambiaron las tornas y ambas islas empezaron a recibir miles de nuevos residentes, multiplicando su censo poblacional como nunca antes se había soñado tan siquiera. Primero fueron del resto de Canarias y de España, para luego internacionalizarse completamente: los nuevos lanzaroteños eran de origen europeo, sudamericano o africano.

Además, a mediados de los 90 apareció un fenómeno no visto antes: llegaban personas en pequeños barcos a las costas de las Islas. La imagen no era del todo novedosa, porque ya muchos canarios cruzaron el Atlántico en épocas anteriores, pero sí era inédita porque esta vez no salían de Canarias, sino que llegaban al Archipiélago. Era el comienzo de las pateras y los cayucos, que se unió a la llegada de mucha inmigración sudamericana.

La inmigración fue el gran problema en las ‘Encuestas de Temas Insulares’ de principios del siglo XXI, aunque ya empezó a destacar desde los años 1996 y 1997, coincidiendo con la primera ola de pateras y alcanzando su culmen en 2006, cuando la crisis de los cayucos llegó a su apogeo, para después bajar muy rápidamente en los siguientes años (habrá que estar atento a la encuesta de 2022, si se realiza, tras la marca histórica de llegada de pateras a Lanzarote durante el pasado año).

La encuesta de 2005 profundizaba en la percepción que tenía la población local de la inmigración irregular y los resultados ofrecían una imagen muy negativa, asociándola a malas repercusiones para la economía, los servicios públicos o la delincuencia de la Isla y responsabilizando de la situación, sobre todo, a los gobiernos central y regional, más que al local.

La preocupación por la inmigración no solo se combinó con la llegada de embarcaciones desde África, sino con un crecimiento poblacional muy fuerte. Lanzarote vio crecer su población residente más de un 65 por ciento en apenas una década. De los 84.849 residentes de 1998, a los 139.506 de 2008.

No obstante, hay que tener en cuenta que la ‘Encuesta de Temas Insulares’ lo que mide estadísticamente no son los problemas en sí, sino las percepciones que tiene la población, sus inquietudes y ansias (realmente lo que se contabiliza es lo que la gente dice, no lo que piensa o hace).

En la encuesta de temas insulares de 2006, cuando se preguntaba a los encuestados por los tres principales problemas de Isla, la inmigración lideraba las respuestas con el 54,9 por ciento. Sin embargo, cuando en la misma encuesta se cuestionaba directamente por ‘los tres problemas que a usted o a su familia le afectan en mayor medida’, la inmigración se iba al quinto puesto en 2005 y al tercer puesto en 2006, con el 17,1 por ciento, siendo el primer lugar ese año, para la sanidad, que lideraba con el 22,8 por ciento.

Efectivamente, la sanidad, la planificación territorial, el exceso de construcción, el estado de las infraestructuras de la Isla, la delincuencia o la política fueron otros problemas señalados estos años entre los encuestados.

Lanzarote vivía una época de saturación en muchos servicios sociales por el calentón del crecimiento poblacional y económico, además de fuertes turbulencias e inestabilidad en la política local, muy aquejada también de críticas por la corrupción y los desmanes del sector de la construcción.

Paro y Covid

Si la inquietud por la inmigración bajó rápidamente a partir de 2006, el paro se disparó desde 2008, para convertirse en la gran preocupación de los siguientes años. No era un tema nuevo, porque ya tuvo bastante protagonismo en los primeros años de los noventa, coincidiendo con la crisis de económica de principios de los 90, pero, a diferencia de ese momento, cuando el paro preocupó de forma muy coyuntural, la crisis iniciada en 2008, también llamada la Gran Recesión, hizo que el paro se mantuviera como gran tema hasta 2015, alcanzado cifras muy elevadas en las encuestas de 2011, 2012 y 2014.

Ciertamente, esos años fueron los más duros en cifras de paro y desaparición de empresas. La economía de Lanzarote había vivido muy vinculada al consumo de cemento y la venta de casas desde finales del siglo XX. Cuando la gran burbuja inmobiliaria estalló y muchos bancos sufrieron enormes desajustes, Lanzarote fue una de las zonas más afectadas.

Fueron años de quiebras, desalojos y paro, mucho paro. Si en 2002 el desempleo apenas superaba en la Isla las 3.000 personas (3.094), una década más tarde, esa cifra casi se había multiplicado por seis (17.251 personas en 2012). En 2001, las estadísticas oficiales de cemento desembarcado en el puerto de Arrecife señalaban más de 250.000 toneladas. En cambio, en 2012, esa cifra se redujo a una octava parte, apenas 31.000 toneladas.

En la segunda década del siglo XXI se repitieron problemas ya señalados previamente, como la sanidad, las infraestructuras de la Isla, la vivienda o la política. Sin embargo, seguridad ciudadana, inmigración o exceso de construcción bajaron o casi desaparecieron de las estadísticas recogidas en estos sondeos del Centro de Datos.

La última ‘Encuesta de Temas Insulares’ se realizó hace justo un año, en enero de 2021, cuando la vacunación apenas había empezado y la Isla estaba en plena tercera ola. De hecho, el estudio se dedicó al Covid. El 96 por ciento de los encuestados manifestó estar bastante o muy preocupado por el coronavirus, que pasó a ser el principal problema de la Isla. No obstante, el 51 por ciento manifestaba que su hogar (‘grupo familiar o de convivientes’) había estado poco o nada afectado por el coronavirus.

Esa encuesta también reflejó la opinión más baja de la serie histórica respecto la situación económica de la Isla, con una valoración de apenas dos puntos sobre 10. Eran meses de gran incertidumbre y de muchos ERTE en empresas de todo tipo. La economía y el paro fueron los siguientes temas con preocupación más alta en la encuesta de 2021.

En total, se han hecho 30 encuestas de este tipo desde 1990, aunque en algunos años se hicieron dos, mientras en 1995, 2000, 2007, 2013, 2016, 2018 y 2019 no se hizo ninguna y en varios años no se preguntó directamente sobre los problemas insulares (2002, 2003, 2007 y 2017). Aun teniendo en cuenta que hay cierto salto entre 2015 y 2020, la serie histórica sigue siendo de gran calidad.

El tamaño de las muestras ha estado en torno a 700 personas de 18 o más años, con un margen error aproximado del 3,7 por ciento y las encuestas, en estas tres décadas, se han realizado tanto a domicilio como por teléfono.

En estas décadas, los problemas insulares han coincidido con algunos aspectos con las problemáticas nacionales de los últimos decenios, pero, al mismo tiempo, han ofrecido poderosas singularidades locales. Todas las encuestas, documentos y estadísticas pueden consultarse en la recién renovada web del Centro de Datos (www.datosdelanzarote.com).

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