La academia Lanzabasket se instauró en el populoso barrio de Arrecife en el mes de octubre y ya cuenta con casi 100 niños inscritos, de 11 nacionalidades diferentes

Argana también tiene deporte: “Muchas veces pasaba por el colegio y no veía nada”
La academia Lanzabasket se instauró en el populoso barrio de Arrecife en el mes de octubre y ya cuenta con casi 100 niños inscritos, de 11 nacionalidades diferentes
Caen gotas sobre el patio de recreo del CEIP Argana Alta. El agua, que meses atrás habría molestado a los jóvenes que saltaban para romper material público del colegio, ahora obliga a Oriol Viñoly y Víctor de León a parar el entrenamiento por unos minutos. “La única nube en el cielo y nos toca a nosotros”, bromean los entrenadores de la academia Lanzabasket, una escuela de baloncesto que en apenas cuatro meses se ha instaurado con fuerza en el colegio del barrio capitalino y cuenta ya casi con 100 niños inscritos.
El 14 de octubre tuvo lugar el primer entrenamiento oficial de la academia en el colegio de Argana con una idea clara: educar y formar por encima de la competición. “Ahora mismo ya no creo siquiera que seamos entrenadores, sino que, con los años, nos hemos convertido en formadores e intentamos transmitir valores y hacer una labor social”, dice Oriol.
Sin embargo, el club tiene algo más de historia. Se fundó en 1994, hace casi 30 años, y tuvo actividad durante un lustro. Entre jugadores que se fueron a estudiar fuera de la Isla y razones laborales de directivos y entrenadores, el club sufrió un parón. En cualquier caso, Lanzabasket seguía vivo, ya fuera a través de actividades puntuales como all stars o maratones de 12 horas de baloncesto o campeonatos de verano.
En 2014, se retomó la actividad y duró tres años. “Ahí fue cuando comenzamos con el proyecto de academia Lanzabasket, no como club, sino como una escuela de baloncesto”, apostilla Viñoly. Ahora, la elección del CEIP Argana Alta como hogar de la academia viene del propio Oriol, que es vecino del barrio: “Al vivir aquí, muchas veces pasaba por el colegio y no veía nada. No ya baloncesto, ningún deporte... Fue cuando preguntamos por este centro para comenzar el proyecto”.
El camino no ha sido sencillo. Primero, presentaron la propuesta ante el Consejo Escolar y, una vez recibido el visto bueno de este órgano del centro, se pasó a Educación, que tiene que autorizar el uso de las instalaciones. “Se retrasó bastante el permiso por el Covid, pero, una vez nos lo dieron, una semana antes de comenzar a entrenar, estuvimos repartiendo folletos en las clases del colegio”, relata Oriol, quien reconoce que un día antes de comenzar los entrenamientos solo tenían apuntados a una decena de niños. Sin embargo, “el primer día ya tuvimos a 35”, asevera.
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Víctor de León y Oriol Viñoly.
“Los padres nos dicen que al fin hay una actividad en Argana para los niños”
A estas alturas de curso, esa cifra inicial se ha triplicado y ya son 94 los niños que a lo largo de la tarde pasan por el patio de recreo con la ilusión para aprender a jugar a baloncesto. “Tengo la sensación de que esta juventud es mejor que la de mi época, más educada, con más respeto por sus compañeros”, señala Víctor. “Están súper contentos y les damos lo que ellos quieren: diversión, entretenimiento... No estamos pendientes tanto de la competición como del aprendizaje, que es fundamental”, recalca De León.
Sin duda alguna, la irrupción de la academia Lanzabasket ha supuesto un soplo de aire fresco para el barrio de Argana Alta y ha servido además para que los niños puedan practicar deporte. “Los padres nos dicen que menos mal que existe una actividad en Argana para los niños, porque apenas hay”, advierte Oriol.
Además, el deporte de barrio conlleva la mezcla de culturas. “Tenemos niños de 11 países diferentes. Eso ya lo sabíamos ya por anticipado”, reconoce Oriol. Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, en este barrio capitalino, uno de los más populosos de Arrecife, viven cerca de 10.000 personas.
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Futuro de la academia
Bajo la idea de seguir con la enseñanza de valores antes que la competición, la academia Lanzabasket, que tan solo se encuentra en sus inicios, buscará dar continuidad a los niños que ahora se encuentran en sexto de Primaria y que el próximo curso pasarán al CEO Argana. “Que más adelante, con 14 o 15 años, sean ellos quienes decidan a dónde ir”, dice Oriol.
Por ahora, los esfuerzos se centran en terminar de acondicionar las instalaciones con las que cuenta el CEIP Argana Alta. “Estamos pendientes de que nos arreglen los focos y nos faltan dos canchas más... Estamos en ello”, apuntan los entrenadores.
El siguiente paso es que todos los niños “tengan un equipaje para entrenar y el material, pues tienen el mismo derecho que los demás y creemos que Argana se lo merece, porque lleva mucho tiempo sin tener nada”, añaden. Los entrenadores aseguran que seguirán en el colegio. Están aquí “por los chinijos”, con la idea de que “el baloncesto eche raíces en el barrio” y sea “una salida para los niños, una actividad extraescolar”.
Eso sí, la escuela tendrá como tope la categoría de infantil (12 y 13 años). “Creemos que un niño o una niña mayor es perfectamente capaz de decidir si quiere jugar al baloncesto, dónde quiere jugar y en qué condiciones. Les ayudaremos a valorarse a sí mismos, a trabajar, si quieren llegar más lejos en un equipo federado o si solo quieren el baloncesto como ocio”, apunta Oriol.
En definitiva, el deporte de equipo sirve para “detectar talento”, por un lado y, por otro, “para formar personas” y hacer ejercicio, señalan los formadores, que añaden que son “el hilo conductor” para ayudar a los niños, “nada más”.
La academia, señalan, es un proyecto más social que deportivo: “Le damos más valor a formar que a ganar un partido, porque, al final, a lo largo del año, pasas más tiempo entrenando que jugando. No queremos ser campeones del mundo...”, dice Viñoly, que reconoce que sí aspiran a mantener el centenar de jugadores cada curso.
“Si esto sigue, año a año el baloncesto se convertirá en una tradición en el barrio. Más adelante, los que ahora saltan la reja y rompen las canastas serán los nuestros, a los que les abriremos las puertas: entrenadores, monitores o ayudantes”, sentencia convencido Oriol.
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Este pasado jueves y durante una hora, los niños y niñas de la Academia Lanzabasket pudieron disfrutar de una charla sobre las reglas básicas del baloncesto a cargo de Juan Carlos Rodríguez de Rada, árbitro oficial con una amplia trayectoria en el mundo de la canasta.
















Comentarios
1 Ancleto Sáb, 12/02/2022 - 09:04
2 Agustín Sáb, 12/02/2022 - 10:36
3 Boom Sáb, 12/02/2022 - 11:16
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