-Una de las carreteras de la red viaria insular que tiene una mayor problemática en la actualidad, sin duda es la LZ-20, que conecta Arrecife con San Bartolomé: atraviesa y divide el barrio de Argana, tiene que dar acceso al Hospital Doctor José Molina Orosa y es uno de los históricos puntos negros en cuanto a accidentes de tráfico y atropellos, como el ocurrido recientemente que acabó con la vida de un joven. ¿Desde el Cabildo de Lanzarote, qué solución consideran que tiene esa vía?

-Hay dos carreteras que queremos que sus proyectos estén redactados en este mandato por parte del Gobierno de Canarias: la duplicación de la carretera LZ-2, en el tramo que va de Yaiza a Playa Blanca, y una intervención de futuro para la LZ-20, que pasa por el soterramiento. La primera mejorará la conectividad con el puerto de Playa Blanca, que mueve un millón de pasajeros y más de 300.000 vehículos al año, en lo que es un polo de transporte fundamental entre Lanzarote y Fuerteventura. En cuanto a la LZ-20, se busca entre otros objetivos la mejora de los accesos al Hospital Doctor Molina Orosa, por lo que entendemos que se puede utilizar el convenio de carreteras entre Canarias y el Estado. El compromiso del consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, en una reciente reunión, es el de redactar estos dos proyectos en este mandato.

-El soterramiento completo de la carretera que atraviesa el barrio de Argana es algo que se había barajado en el diseño del planeamiento de la ciudad y ya tiene dos carriles deprimidos. ¿Cuál sería el alcance del nuevo proyecto?

-Sería un soterramiento al uso, que canalice todos los vehículos que salen y entran de la ciudad, que comenzaría a la altura del Hospital Doctor Molina Orosa y se prolongaría hasta la salida de Arrecife. Por el volumen de tráfico, a priori entendemos que el soterramiento debería tener dos carriles por sentido. Y, en la parte superior, se ejecutaría una rambla medular, con aceras anchas, carril para bicicletas, arbolado, alumbrado, un paseo en condiciones que permita conectar las dos mitades de Argana.

-¿Ese objetivo no se puede conseguir con otra fórmula?

-Para conseguir una vía cómoda en la parte superior, con espacio suficiente para que las personas pueden caminar en condiciones, cruzar a ambos lados con seguridad y conectar un barrio tan poblado como es Argana, lo que toca es el soterramiento, de aproximadamente un kilómetro y medio. Es un modelo que se utiliza, por ejemplo, en Las Palmas de Gran Canaria, y creemos que es la mejor opción para la carretera LZ-20. El objetivo es tener el proyecto listo en este mandato y que se pueda licitar en el próximo. Habrá que esperar a tener los estudios, pero con el soterramiento y un buen diseño urbano en superficie estaríamos hablando, probablemente, de una intervención de unos 60 millones de euros.

-Después de varios mandatos sin que se haya acometido ninguna inversión de calado por parte del Gobierno de Canarias en materia de carreteras, tras la Circunvalación de Arrecife que se inauguró en 2015, ¿cree que en este ciclo político se invertirá esa tendencia?

-Todo indica que será así. Haciendo un análisis general, este año debería estar adjudicándose la duplicación de la LZ-40, la Carretera de Las Playas, a la que desde el Cabildo se le ha dado el visto bueno. Se trata de un proyecto presupuestado en unos 34 millones de euros. En cuanto a la LZ-1, entre Guatiza y Órzola, lo que hay por ahora es un anteproyecto y se va a redactar ahora el proyecto. En este caso, lo que se persigue es mejorar las condiciones de la carretera y las conexiones, por ejemplo en Punta Mujeres o en los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes. El planteamiento para esta zona es una glorieta y ensanchar un poco la vía para que puedan circular mejor las bicicletas, al tratarse de un tramo de mucho tránsito de deportistas.

“Se ejecutará una rambla para conectar las dos mitades del barrio”

-Con respecto a la intervención entre la LZ-2 y la LZ-3, la Circunvalación de Arrecife, en una de las puertas de entrada de la capital, el Gobierno de Canarias proyectó una rotonda en altura que ha recibido alegaciones, entre otras entidades de la Fundación César Manrique, que la ha considerado desproporcionada.

-Desde el Cabildo hemos presentado alegaciones y también el Ayuntamiento de Arrecife lo ha hecho, en el sentido, por un lado, de mejorar la conectividad con la zona del futuro Palacio de Congresos, y por otro, de unir los barrios que hay en ese entorno y ampliar las vías de acceso a la capital. Estamos pendientes del Gobierno de Canarias y de cómo queda ese proyecto, que es otro que debería quedar listo para licitarse este año. Junto a la duplicación de la LZ-40 son los proyectos que deben ejecutarse a corto plazo.

-El Cabildo acaba de contratar por 218.000 euros con la empresa Tragsa el estudio de la carretera de Los Hervideros, donde se produjo un socavón hace tres años. ¿Hay horizonte para la reapertura?

-Ese estudio tiene como finalidad analizar las características geológicas del terreno por el que discurre la carretera, la situación de la misma y los problemas, tanto actuales como los que pueden surgir en el futuro, y definir las soluciones. El proyecto se circunscribe al actual trazado. La fórmula que se plantea es ejecutar unos pilotes de hormigón que la mantengan, como si fuera un puente, en la zona en la que se produjo el socavón. La ejecución rondará los cuatro millones de euros y la intención es que salga a licitación este año.

-Una asignatura pendiente es la carretera de Masdache hacia El Peñón, que está en muy mal estado.

-Estamos solo pendientes de los informes sectoriales, del Plan Insular, de Medio Ambiente y Patrimonio sobre el proyecto para sacar a licitación la obra, que globalmente ascenderá a unos 10 millones de euros. La primera fase es un tramo de algo más de un kilómetro, desde la ermita de Santa María Magdalena, para dar servicio a las viviendas próximas. Efectivamente, es una obra prioritaria que va a salir en breve.