No cabe la menor duda de que hablar de póquer es hablar de uno de los juegos de cartas más famosos y conocidos en el mundo, que al igual que wms slots con una larga historia y una rica mezcla cultural. Como otros juegos de azar la historia del póquer se remonta a más de mil años y sus orígenes aunque variados provienen de antiguos juegos de cartas, pero lo que hoy intentaremos analizar en estas líneas es si este famoso juego en tan solo un juego de azar o si verdaderamente la estrategia es igual de determinante que la suerte.

En 2012, un estudio en el Journal of Gambling Studies, argumentaba que el póquer no es el juego de habilidad que muchos jugadores pretenden. En el experimento, 300 participantes se dividieron en grupos de "expertos" y "no expertos", dependiendo de si tenían interés en el juego o no. Luego, jugaron 60 manos de Texas Hold'em en las que se arreglaron los tratos, de modo que los jugadores pudieran obtener manos buenas, malas o neutrales de manera constante. En pocas palabras, los investigadores encontraron que no había mucha diferencia en las cantidades finales de dinero que los expertos acumularon en comparación con los no expertos, lo que implica que el nivel de habilidad no tuvo mucho efecto en el resultado. En otras palabras, argumentaron, el póquer es un juego de suerte.

Sin embargo, uno de los problemas que presentaba el estudio fue que los autores parecían pasar por alto lo que quizás sea la parte más importante del póquer: el elemento humano. Es decir, detrás del póquer ha toda una teoría y una estrategia y es posible descifrar cuales pueden ser las mejores jugadas en diferentes tipos de situaciones, lo que significa leer a los otros jugadores y es precisamente en este momento cuando nos tenemos que replantear si es el póquer realmente un juego estratégico. Con el tiempo, si juegas con alguien el tiempo suficiente, puedes crear un perfil de ellos, y eso ayuda a saber cuándo debes y no debes hacer apuestas.

Sin embargo, esto no sirve para el póquer online ya que al hacer apuestas pequeñas cuando los jugadores tienen una buena mano siguen hasta el final y además las apariencias y el cómo te presentes a nadie le importa, desvirtuando un poco esa parte estratégica del juego.

Otro motivo por el cual es el póquer realmente un juego estratégico es que no se trata de un juego a corto plazo. Cualquiera que haya tenido un intento, aunque sea semiserio, de ganar dinero sabe que si quieres ganar dinero real jugando al póquer, no va a suceder en 60 manos. Cuántas manos tienes que jugar para convertirte en un experto es una incógnita, pero algunos jugadores informan que juegan entre 200 y aproximadamente 10,000 manos por día. En otras palabras, si quieres ser un jugador de póquer brillante, te llevará mucho tiempo.

Hace unos años hubo un gran debate sobre la implicación del factor suerte y la estrategia en el póquer debido a la aparición del programa Cepheus, un algoritmo que se utilizó para resolver débilmente una variante de póquer llamada Texas Hold'em con límite de mano a mano. En otras palabras, un programa de ordenador que, aunque no ganará todas las manos que jugase, jugaría un juego de póquer casi perfecto que lo hacía prácticamente imbatible. Para hacer esto, pasó dos meses jugando a través de un billón de billones de manos y creó una base de datos monstruosa de 11 terabytes de cada combinación posible de manos, jugadas y resultados.

Hubo muchas personas convencidas de que el programa no era realmente imbatible, ya que hacía pensar sobre el hecho de que los investigadores hubiesen sido capaces de desarrollar un algoritmo que ayudaba a resolver el póquer mostraba que no todo puede deberse a la casualidad. Podría decirse que Cepheus reabrió el debate sobre si el juego debe clasificarse como uno de habilidad o uno de azar. Por supuesto que son ambos, pero la pregunta es si es más uno o el otro, y el hecho de que se pueda desarrollar un programa de computadora casi imbatible muestra claramente que la habilidad es un factor importante. Seguirá habiendo división de opiniones pero sin duda se trata de un debate que seguirá muy vivo a lo largo del tiempo y la inteligencia artificial seguirá también su continua evolución ya que cabe recordar ya desde los años 80 se empezaron a desarrollar este tipo de algoritmos.