El Blockchain está cambiando de manera apresurada algunas cuestiones relacionadas con Internet y las finanzas. Sin embargo, ¿podría haber más cambios?

El Blockchain y la revolución digital

Actualmente, sabemos que existen muchas posibilidades de obtener dinero en Internet, como ocurre con el bono Inkabet, útil para realizar apuestas en las plataformas de casino. Sin embargo, durante los últimos años también se ha popularizado la cuestión relacionada con las inversiones en criptomonedas, como ocurre con el Bitcoin.

La posibilidad de comprar activos digitales por un valor bajo, para luego venderlos a un precio mucho más caro, es lo que entusiasmó y entusiasma a cientos de inversores a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, ¿sabías que esto no solamente es lo único que puede hacer toda la tecnología Blockchain?

Actualmente, podemos estar viviendo una tercera democratización tecnológica, que es la que permite este sistema que implica un cambio con respecto a las finanzas. Básicamente, esta tecnología de datos de almacenamiento significa un cambio en la perspectiva en la que se mira a los usuarios y a sus correspondientes ingresos.

Por ejemplo, durante años, la única posibilidad de cobrar algo por vías digitales era a través de un sistema centralizado. Esto significa que existe una institución que supervisa cada una de las transacciones, con el objetivo de asegurarse de que se estén cumpliendo las distintas normas y estándares de seguridad.

No obstante, con Blockchain se le da más poder a los usuarios, para que puedan comerciar libremente, sin la necesidad de un interventor. Por la propia característica de la red, es prácticamente imposible vulnerar la privacidad de los usuarios. Por esta razón, todas las operaciones son seguras y entre los propios usuarios, sin terceros.

El camino de cara al futuro del Blockchain

Según lo que indica el Banco Mundial, la implementación del Blockchain en un mundo corporativo puede generar un camino de inclusión y de innovación. El problema parece estar en la adopción que los estados puedan tener con estas prácticas, ya que todo se escapa del control que puedan llegar a tener.

En este sentido, la idea es poder generar un campo de estandarización de seguridad para todas las operaciones. No se trata de poder implementar medidas para conocer más sobre las transacciones de los usuarios, sino del hecho de rediseñar todo un sistema que había sido pensado para el control.

El cambio de paradigma del Blockchain es evidente. Si cada usuario cuenta con su propia billetera encriptada, esta situación es semejante al hecho de ahorrar dinero en billetes. Es decir, no existe manera de que el Estado pueda conocer cuál es el verdadero patrimonio que tenga una persona.

Todo esto deriva en que el Blockchain está cambiando la manera en la que las personas interactúan con su propio dinero e incluso con las inversiones. Es decir, actualmente es muy común que miles de personas inviertan y tengan conocimientos financieros básicos, cuando hace años era algo de un segmento muy reducido.

En definitiva, se están apreciando grandes cambios con respecto al Blockchain.