Laura García Hernández

Ramón Hernández Duchemín, in memoriam

Quiero que sepas que, aunque sé que nunca llegarás a leer esto, tu familia te quería mucho, y que estés donde estés siempre te llevaremos en nuestros corazones. Por eso te escribo esta carta, que tiraré en la mar para recordarle que aún sigues con nosotros.

Yo echo de menos a mi tío preferido, que se fue con su barco marinero “Popeye ll” al cielo. Me acuerdo muy bien que la última vez que lo vi fue hace tres años en el Entierro de la Sardina vestido de chica, de viuda. Me hizo tanta gracia verlo así, le encantaban los carnavales.

Pero, aunque era mi tío favorito y ya no está aquí, siempre siento que lo tengo al lado, porque cada ancla, cada barco, cada faro, cada vez que paso por la Escuela de Pesca, siento que todavía no se ha ido, y tengo unas ganas enormes de bajarme del coche e ir a su casa para saludarlo.

Cada vez que paso por el lugar donde se hundió el barco, me persigno y le digo “siempre te llevaremos en nuestros corazones, te queremos”.

Algunas veces lloro por él, como hoy, pensando en aquel día en el que me dijeron ”tío se ha perdido”. Toda mi familia lloraba porque fue un hombre muy querido y conocido en Lanzarote.

Siempre lo recordaré, sentado en la silla del apartamento de mi tía en el mes de agosto, fumando sus cigarros “Kool”.

Fue mi mejor tío, con el que compartí más cosas y al que más quería.

Estas líneas, estés donde estés, son en honor a tu memoria.

 

* La autora es sobrina de Ramón Hernández Duchemín y tiene 13 años.

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