Leyes que igualan, el ADN del PSOE
Nuestra compañera, la parlamentaria regional y presidenta del PSC-PSOE, María Dolores Padrón, ha defendido en el Parlamento de Canarias una Propuesta de Ley de no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de las personas transexuales, con el apoyo unánime de todos los grupos.
Se trata de una norma cuyo objetivo es garantizar el reconocimiento de las personas que adoptan socialmente un género distinto al de su nacimiento y recibir de las Administraciones públicas canarias una atención integral y adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas y de otra índole, en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía y con independencia de la isla o municipio en que tengan su residencia.
Esta ley supone un ejemplo más de la capacidad que tienen las instituciones, en este caso el Parlamento de Canarias, para hacernos iguales, para construir una sociedad cada vez más justa en la que nadie sufra ningún tipo de discriminación.
En tiempos en los que parece que la política va por un lado totalmente diferente a las necesidades de la gente, leyes como ésta demuestran el importantísimo papel que juega la Política (con mayúscula) en nuestras vidas.
Personas atrapadas en una identidad sexual que no reconocen como propia ven ahora reconocido su derecho a adoptar el género con el que se perciben, sin que ello suponga un motivo de discriminación, con el amparo y tutela de las instituciones públicas.
Cierto que se trata de un colectivo minoritario, pero la calidad de la democracia se mide precisamente por el trato recibido por las minorías, por la gente que siendo diferente ha de ser tratada por igual.
La Ley defendida por nuestra compañera María Dolores Padrón constituye por tanto no sólo un logro de excepcional importancia sino un ejemplo de enorme valor, sobre el papel que deben desempeñar las instituciones para garantizar la igualdad real y llevar al terreno práctico esos principios constitucionales que nos hacen iguales desde el punto de vista de la ley, pero que quedan en nada si no se concretan en normas como esta.
Como socialista me siento orgulloso del trabajo de mi compañera y de mi partido. Me siento orgulloso de militar en una fuerza política que lleva en su ADN la pasión por la igualdad y que acumula en su historia una trayectoria brillante en defensa de la igualdad.
Me siento orgulloso de que la modernización de España y su integración en el concierto europeo hayan sido lideradas por gobiernos socialistas y no quiero olvidar que esa modernización, esa europeización, no se ha referido tan solo al desarrollo económico, a la mejora de los estándares de calidad de vida, o de seguridad alimentaria o tantos otros ejemplo de modernidad.
Gracias a leyes como esta, España se ha convertido en uno de los países con mayor nivel de cohesión social, al menos hasta la llegada de los recortes, que pusieron las bases de la educación y la sanidad públicas, gratuitas y universales, que despenalizaron el aborto y permitieron el divorcio, el matrimonio igualitario o a los derechos de los dependientes.
Me siento orgulloso de ser socialista porque soy consciente de que la desigualdad y los desequilibrios sociales no sólo son radicalmente injustos para quienes los padecen, son factores que deterioran la convivencia y generan inestabilidad, malestar y finalmente exclusión.
La única forma de hacerle frente a estos riesgos es con la apuesta decidida por la igualdad que el PSOE siempre ha exhibido.
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