Sergio Martín

La difícil (pero no imposible) tarea de informarse en Lanzarote

Empaparse de la actualidad de la isla de Lanzarote se está convirtiendo para los lectores y usuarios de los distintos medios locales de la isla en una ardua tarea.

Y es que basta con leer los titulares de cada uno de los medios “de peso” insulares para saber de qué pie cojean, o dicho de otra forma, saber quién mantiene sus bolsillos bien abultados.

Los principales culpables de dicha financiación son las administraciones públicas, que cabe recordar que somos nosotros los que las financiamos a ellas con nuestros impuestos y tributos.

Banners y banners de Ayuntamientos y Cabildo llenan las ediciones digitales y en papel de los medios de comunicación de la isla, y esto, quieras o no, influye y mucho en la forma de escribir de los redactores de cada medio cuando tienen que tratar temas que incumben a esos “generosos” donantes.

Por otro lado están otros tipos de financiaciones privadas, algunas de tal calibre que estos “donantes” llegan a comprar el medio completo en cuestión y así poder hacer el periodismo a su gusto, cual espectáculo de marionetas, donde periodistas y trabajadores bailan al son de las palmas del amo que les alimenta mes tras mes, aunque eso implique que la ética periodística se desplome hasta los cimientos por en cada artículo y cada palabra escrita o pronunciada.

Se puede ver cómo, de forma aleatoria, algunos medios publican noticias que otros ocultan y viceversa, llevando al lector a una desinformación o “cacao mental” muy común en esta isla.

Otros medios no ocultan, directamente se dedican a manipular y mentir descabelladamente, llegando al punto de que hasta los signos de puntuación son falsos. Sobre todo en las editoriales o en los artículos de opinión, que por cierto ya verán como éste mismo artículo que firmo lo podrán leer en algunos medios y en otros no, a pesar de haberse enviado a todos los más “influyentes” de la isla. El refrán “Por el interés, te quiero Andrés” lo define milimétricamente.

Mientras tanto, y envueltos en casos de corrupción de magnitud, revueltas sociales y cambios generacionales en las cúpulas políticas, los ciudadanos y lectores de prensa en general tendremos que seguir leyendo catorce veces la misma noticia en distintos medios para seguidamente hacernos un resumen mental y tratar de hacernos una idea por nosotros mismos. Porque, ténganlo claro, cuánto más confundidos y desinformados estén los ciudadanos, más fácil y menos exagerado es tratar de manipularlos al antojo de algunos interesados.

Recuerden: Antes de cruzar, “lean” a los dos lados.

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