LUNES. CON LUCES Y SIN ELLAS.

“Ochentayochomil”  euros,  uno encima de otro, son una respetable cantidad para cualquiera. Para Cáritas, para la Cruz Roja, para Sor Ana, de Calor y Café.  Emplearlos, o gastarlos,  que es lo más propio, en la iluminación navideña, en tiempos de pobreza extrema, nuestra o ajena, es poco caritativo. Resulta  una muestra de derroche. Es, sin ambages, una inconsciencia. Si el gasto lo realiza el poder público, es además, una vergüenza.

La ciudad puede lucir su navidad con la  intervención del empresariado, y santas pascuas.

MARTES. LOS QUE NO PAGAN IBI

Lo que llanamente se llama afán recaudatorio, el alcalde lo viste de “bendita gestión de la concejala de hacienda”. Y se podría mejorar, siempre a costa del bolsillo ciudadano, si en lugar de ser medio Arrecife, fuéramos el Arrecife y medio real. Eso quiere decir que si el ayuntamiento pusiera su sagacidad al servicio de la elaboración de un censo  de los áticos ilegales, que no pagan impuestos porque no existen, lo recaudado en IBI convertiría en santa, según Fajardo Feo, a la concejala. También sabríamos cuántos serían legalizables y cuántos habría que demoler.    

MIÉRCOLES. NO, SIN PETRÓLEO

Ochenta y ocho mil euros, decía,  que se volatilizarán para colmar los bolsillos de las petroleras, de esas de que dependemos, y de la que sólo queremos que no nos saquen el petróleo en las puertas de nuestra casa. De no haberse planteado unas potenciales prospecciones petrolíferas cercanas a  las costas canarias, seguiríamos tan cómodamente dependientes del recurso fósil. O sea, tan cómodamente como seguimos, que lo sabemos y   nadie parece tener intención de  cambiar sus hábitos.  Doble rasero e hipocresía, se llama.

JUEVES. MÁS NO ES MENOS.

Es más, me refiero a Artur Mas, que ha contagiado a nuestros nacionalistas con sus veleidades rupturistas. Habrá que averiguar si la trayectoria de los nuestros es como la de algunos de los suyos. En lo del saqueo de las cuentas públicas, quiero decir. Algunos ya han quedado en el camino, como la Déniz. La pena es no desenmascarar a los que quedan.

VIERNES. MENOS ES MÁS.

No esperaba menos. En la Marina  Arrecife se está ha evidenciando un excelente resultado que  se muestra conmovedor. Por su sobriedad, simpleza y encaje en el territorio. No estamos acostumbrados a un despliegue visual tan contenido, lejos de balaustradas y aspavientos estéticos que tanto daño hacen a la imagen de la isla. La Marina Arrecife, parece dar la talla, ahora nos queda saber si el Islote del Francés la ensombrecerá o se integrará con una muestra  proporcional en altura y con idénticas dosis  del buen gusto desplegado. Quedamos a la espera de lo que nos indiquen fuentes municipales.