Marcial Morales

¿Estamos siendo ‘invadidos’?

Qué tiempos éstos, en los que, seguro que sintiéndose orgullosa de su vómito, una Diputada se acerca al muelle de Arguineguín para proclamar que ‘Canarias está siendo invadida’. Y, de inmediato, un coro de seguidores se pela los dedos para que tan solemne declaración corra hasta el rincón más remoto a través de las redes. Que todo el mundo lo sepa. Suena tan miserable…

Ocurre este episodio en pleno siglo XXI, en una sociedad que se dice civilizada, desarrollada… ¡Cuánto nos queda por avanzar!

Lo proclama esa representante de una parte de la población sirviéndose, como fondo de foto, de las carpas y servicios que Cruz Roja ha colocado allí para hacer lo más digna posible la estancia de esas personas (es posible que este ‘pequeño detalle’: que en ese muelle malviven personas, se le hubiera pasado por alto a la Diputada; en el pensamiento único no suelen caber muchos ‘matices’ ni hay espacio para las y los diferentes…).

Se queja, además, esta Señora de que desde el Gobierno no la dejaran acceder al recinto donde están los migrantes por ‘miedo a que denunciemos esto de manera pública y nos preocupemos por la población canaria’. Se supone, por sus palabras, que era su intención fotografiarse rodeada de ‘invasores’. ¿Para ‘denunciarlos’, echándoles en cara la miseria de la que vienen, la falta de expectativas de sus jóvenes vidas que quieren mejorar, el temor a acabar presos, mutilados o muertos en uno de tantos conflictos de los que huyen…?

¿O quería transmitirles, con esa preocupación por la población canaria, que ellos, estos ‘presuntos invasores’, son los culpables de que miles de personas y familias canarias hayan caído por debajo del umbral de la pobreza y ya no vean sueldo con el que vivir ni casa en la que cobijarse dignamente? Porque lo parece…

Y se atreve a soltar ese discurso en un muelle que la nula sensibilidad y la pésima gestión del Gobierno de España han dejado señalado como lugar de trato indigno a personas que, simplemente, vienen recorriendo un penoso e incierto camino buscando esperanza.

Se lo ponen más fácil, es cierto, Escrivá (que se ha convertido en el rostro malencarado y faltón de este desastre) con, al menos, los titulares de otros tres Ministerios, el Presidente y la Vicepresidenta, que ni hacen ni parecen tener intención de hacer algo para que este fenómeno no se convierta en problema. Unos miembros del Gobierno de España que vienen y se van, o simplemente no se dan por enterados, pero no impiden esta vergüenza.

Lo cierto es que, como decía el Juez Arcadio Díaz Tejera, ‘cada vez más, entre la población que se deja llevar por lo simple, como ven las barcazas, los telediarios, más barcazas…, se va extendiendo entre la población, que siempre ha sido hospitalaria, que nunca ha sido xenófoba, se va extendiendo la idea de que esto es una invasión. Sube la angustia, sube el miedo y va carcomiendo el discurso de que los que vienen te quitan el puesto de trabajo, la subvención, las ayudas y la vivienda. Y todo esto es falso, porque nadie recibe un euro si no ha estado, como mínimo, tres años de residencia legal’.

Les da igual que no sea cierto. Les sirve para seguir cosechando votos en un caladero cada vez más cebado por la tremenda crisis que la pandemia nos deja, que no ha hecho más que empezar y que convierte a muchas personas pobres en las peores enemigas de otras personas pobres porque ven en ellas a competidoras que les pueden quitar lo poco que tienen o a lo que aspiran.

Lo preocupante es que esos intolerantes tienen, ya, decenas de escaños en el Congreso de los Diputados. Y, con la durísima caída económica que llevará a tantas y tantos a dejarse engañar por falsas y fáciles promesas de solución a sus problemas, miran a las próximas citas electorales con la certeza -que vienen avalando las encuestas- de que van a instalarse y dejar oír esa sinrazón en muchas instituciones.

Viendo el frentismo y la vergonzante repetición de descalificaciones e insultos en que se ha convertido el debate parlamentario en Madrid, poco cabe esperar de esa política y de los que la practican para que se reduzca a la anécdota -muy triste, pero anécdota- estas proclamas, abusadoras, contra los más débiles.

Menos mal que por Arguineguín han pasado también personas responsables, cargos públicos que han exigido diligencia y dignidad. Menos mal que ‘no todos los políticos son iguales’. Pero, junto a estas y estos políticos sensatos, sólo será posible arrinconar tanta ‘des-fachatez’ si la sociedad civil, la gente, se niega, nos negamos, sin complejos, a reír la gracia a esos discursos y, además de hacer causa común para que desde Madrid hagan más caso que el que vienen haciendo al Gobierno y las restantes instituciones de las Islas, seguimos haciendo de Canarias un espacio de encuentro y sano mestizaje. Tradición tenemos. Y a peores embates nos hemos enfrentado.

Comentarios

Antes de escribir un articulo es conveniente informarse: El 85% de los inmigrantes que han llegado a Canarias no vienen de ningun pais en guerra, son magrebies. Vienen pagando 3.000 o 4.000 € a las mafias por el viaje y vienen con pasaporte y dinero para trasladarse a península o seguir a Francia. Mientras están aquí nos cuesta cada uno 100€ al día. 45 € para el hotel donde les instalan, 45 € para Cruz Roja y 10 € para el inmigrante. Además hay que sumar gastos sanitarios de test de covid, transportes, personal de seguridad, etc. Y muchos mientras están aquí se dedican a traficar con drogas o realizar robos. Todo un negocio para España!! Inmigración Ilegal NO. Devolución inmediata a origen.
Podría calificarse de exagerado llamar “invasión” a la continua llegada de inmigrantes a nuestras islas. Lo cierto, señor Morales, que llámese invasión o continua llegada de inmigrantes, lo cierto es que se trata de un hecho irregular. Esta gente pone como primer objetivo, para buscar mejores perspectivas a su precaria situación, llegar a nuestras islas de manera incontrolada. Las Islas Canarias o las costas mediterráneas, son frontera de España. Alcanzar dichas costas sin control es una grave infracción. Las consecuencias que producen estos flujos migratorios, promovidos por mafias que negocian a costa de estas gentes, lo estamos viendo a diario. Aquí, se les proporciona la acogida que merece esta gente, pero en unas condiciones que rebasan las posibilidades de los centros o puntos de acogida. Se les ve hacinados ofreciendo una imagen nefasta. ¿Cuál podría ser la solución para paliar este problema? Dotar de más medios, humanos y materiales, a los órganos de acogida. ¿Pero... es esta la solución? Me temo que no. Seguirán llegando inmigrantes al reclamo del “efecto llamada”. ¿Quién se hace cargo de los cuantiosos gastos que se generan: asistencia médica, vestuario, alimentación, ayuda psicológica, traslado de menores no acompañados a centros especiales, ¿etc.? Son medidas necesarias, pero ¿Y después qué ocurrirá con estas gentes? No podremos retenerlos más allá del tiempo regulado. Por lo tanto, ¡a buscarse la vida! Andarán por ahí pululando, demandando ayudas por doquier, expuestos a ser utilizados como mano de obra barata por empresarios sin escrúpulos, expuestos a delinquir, expuestas las mujeres a la explotación sexual. ¿Y los menores no acompañados? Al alcanzar la mayoría de edad salen a la calle a buscarse la vida. Tenemos múltiples ejemplos de conductas delictivas protagonizadas por esos chicos y chicas, sin perspectiva de un futuro de estabilidad laboral. Señor Morales, la gente está harta de esta situación. Basta con salir a la calle y sondearr la opinión de la gente. La gente no comprende como el gobierno es incapaz de solucionar este problema. Una solución que no pasa por aumentar efectivos y centros de acogida. No pasa porque seguirán viniendo, más y más. Entonces… ¿qué hacer? Controlar la inmigración. Devolver a su país de origen a los incontrolados. Llevar a cabo medidas diplomáticas para exigir rígidos controles en los puntos de salida. Lo dicho, señor Morales, llámese invasión o llámese llegada masiva. La gente está harta. Le adjunto un link que le permitirá ver un vídeo, subido a YouTube, reproduciendo una gran manifestación de canarios, protestando por la masiva llegada de inmigrantes a nuestras islas. ¿Acaso cree usted que esos manifestantes no tienen razón ni motivos para protestar? https://www.youtube.com/watch?v=TdCQZYw4KgI
Si Marcial, y no es nuevo. Como ejemplo la dinastía Casita de Babilonia. Y como agravante, la mayoría son musulmanes que tiene un programa de control del mundo. Pueden leer a Serafín Fanjul. Ninguno de los pijoprogres y socialcomunistas viviría entre ellos. Ni siquiera entre nosotros, todos tiene su villa Tinaja en algún Galapagar.
Que útil y sensato es tener un periodismo de equilibrio que permita analizar más claramente los acontecimientos que se van sucediendo y que no exacerbe instintos sencillamente confusos sin formación y sin humanismo... Dejando claro la responsabilidad política... Gracias!
Lo que si está claro que los Menores no acompañados no van al colegio o al instituto para progresar y tener más fácil una vida mejor. Muchos están por los aledaños de la Casa de la Juventud haciendo aquellas cosas
Opinar desde tu chalet es muy fácil, sales de la piscina y escribes sobre un mundo mejor mientras miles y miles de canarios malvivimos en barrios que cada vez son más complicados porque hay gente que no suman sólo vienen a empobrecer nuestras vidas. Marcial vente a mi barrio dos semanas y ya me cuentas. Por cierto vente en guagua o en un opel corsa porque si vienes con tu mercedes la puedes liar el primer día

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