Alegaciones al catálogo arquitectónico

Protegiendo ruinas: El nuevo PGOU bloquea edificios cuya restauración es imposible

Saúl García 3 COMENTARIOS 10/11/2014 - 06:49

Norberto Ruiz compró un inmueble en el Charco de San Ginés en 1997, junto a lo que fue ‘El Rincón del Majo’, para trasladar su librería y construir una vivienda unifamiliar en la planta de arriba. El edificio, con tejado a dos aguas, tiene entrada por el Charco y por la calle Aquilino Fernández. Años más tarde, en 2004, presentó el proyecto y pidió la licencia al Ayuntamiento de Arrecife. El proyecto respetaba la fachada y gran parte del tejado y sólo hacía obra nueva en la parte más alejada la Ribera del Charco. No se la denegaron pero tampoco se la concedieron.

Arrecife traslada el expediente al Cabildo para que informe sobre el asunto la Oficina del Plan Insular y le contestan que en el Plan no se contempla la posibilidad de hacer rehabilitación más obra nueva. Así que el expediente se queda dormido y sin posibilidad de construir. Por el medio pasa la tramitación de un Bien de Interés Cultural (BIC) en el Charco. Además Norberto Ruiz tuvo que poner un pleito a la Autoridad Portuaria, propietaria del edificio de al lado, por levantar un muro en lo que era una zona de servidumbre. Ocho años después el Ayuntamiento le deniega expresamente la licencia, pero recurre a los tribunales y le dan la razón, señalando que la denegación no estaba motivada.

Y así se llega a la tramitación del Plan General de Arrecife y del nuevo catálogo arquitectónico de edificios históricos, que se encuentra en una fase clave tras la aprobación inicial (faltarían la contestación de alegaciones y la aprobación definitiva). La futura librería nunca había estado incluida en los anteriores catálogos arquitectónicos, pero ahora Gesplan, la empresa pública que depende del Gobierno regional que está redactando el nuevo Plan General de Arrecife, decide incluirla –los bienes protegidos han pasado de 70 a 169- y Norberto se ha visto obligado a hacer alegaciones porque su proyecto tampoco tendría cabida con la nueva normativa.

“La ficha no da una”, señala Norberto, en relación a la reseña de su nave que se recoge en el Plan General en trámite. En la información que maneja el Ayuntamiento se incluye una foto que no es reciente, donde se ve un tejado que ya no existe, se dice que hay teja, cuando no hay, se equivocan en la superficie, en la fecha de construcción (es de 1952 y dicen que es del siglo XIX) y en su antigua utilidad: se asegura que fue una central eléctrica y fue un taller de coches y barquillos.

"El frondoso bosquecillo que crece en el terreno puede dar una idea de que no es reciente el estado ruinoso"

Además, ya hay poco que proteger: “El estado actual es de notoria ruina desde hace tiempo. El frondoso bosquecillo que crece en el terreno puede dar una idea de que no es reciente el estado ruinoso”, dice un informe pericial encargado por el propietario. Pero eso no es todo. La nueva alineación propuesta para esa calle en el Plan General se ‘come’ una parte del edificio, mientras que el catálogo arquitectónico exige que se conserve toda la fachada. Una contradicción en toda regla.

“Ni el estado de la nave y su cubierta, ni la comparación con otros inmuebles similares de la misma calle, ni las vicisitudes históricas del inmueble justifican la existencia de valores arquitectónicos, etnográficos o históricos  y por tanto no parece razonable su inclusiónen el catálogo”, dice el informe. Para terminar, como reflejan las alegaciones, ni en la memoria del Plan General ni en su normativa se incluye un estudio económico financiero para hacer frente a posibles indemnizaciones por limitar derechos edificatorios consolidados, como se podría considerar que es el caso, lo que pudiera utilizarse como motivo para intentar anular el Plan General.

Comentarios

Es que hay mucho listo que deja abandonar sus inmuebles con algún tipo de valor cultural, para que se les permita levantrar moles feas como hizo Spínola y sus cines, que desentonan en ese lugar.
La restauración de cualquier pieza arquitectónica de la ciudad es posible. La propiedad, por dejación, y la administración, por complicidad y desinterés, han conducido a los inmuebles al estado de ruina actual para eludir la protección. No todos los ciudadanos han descuidado, pero lo podrían haber hecho para quitarse el lastre. Los que abandonaron sus inmuebles eran conscientes de lo que estaban haciendo, por eso deben apencar con las consecuencias. O restauran o les restura el ayuntamiento a su costa, así de claro y duro. El ayuntamiento no tendría que haber permitido esto, pero ha hecho la vista gorda durante décadas porque muchos propietarios se han movido con solvencia por el despacho del alcalde, fuera este quien fuera. Podremos dar el listado de propietarios del patrimonio y veremos que muchos de ellos cuentan con muchos recursos económicos para hacer frente al mantenimiento, sólo que no les interesa, pero tampoco al alcalde.
Tendrá relación con el manifiesto interés de este Ayuntamiento por la Cultura,fuera de las abundantes muestras de música ruidosa y abundante ingesta alcohólica ,.La lectura no interesa al Poder,sólo idiotizar al personal para su más fácil manejo.Aburren a cualquiera que quiera un Arrecife más limpio,más culto o más animado a esas iniciativas no sólo no las ayudan,las espantan,que pena

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