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Palenke y su pelea infinita

Manuel Santacruz ha recibido la Insignia Olímpica por su dedicación y su contribución al boxeo. Sigue entrenando cada día y piensa seguir al menos hasta los 95 años

Palenke y Antonio Carmona. Fotos: Adriel Perdomo.
Saúl García 0 COMENTARIOS 07/02/2021 - 07:51

Lo que más lamenta Palenke para la entrevista es que no esté abierto el gimnasio municipal de Arrieta, para hacer las fotos, porque está muy orgulloso de él. Está cerrado por la pandemia, aunque lo están preparando para poder abrir pronto. De momento entrenan en la calle.

Es lunes por la tarde frente al teleclub de Punta Mujeres y Palenke hace guantes con Antonio Carmona, “que va a pasar a profesionales el año que viene” y que pega fuerte con la zurda. Palenke sostiene unos churros de esos que se usan en natación y Carmona rompe hasta tres en cinco minutos. Palenke está en forma. “Me cuido mucho”, dice.

Manuel Santacruz Socas (Las Palmas de Gran Canaria, 1932) sigue en activo a sus 88 años. Sigue con su escuela de boxeo. Además de a Antonio, tiene a cuatro o cinco chavales “que ya están hechos” y que pasarán este año al equipo nacional.

Dice que aún aprende cosas nuevas de boxeo cada día. Por las noches no se acuesta hasta las doce o la una, revisando y corrigiendo los entrenamientos del día y preparando los del día siguiente. Esa es su labor desde hace casi sesenta años y quiere seguir hasta los 95 años o “hasta que no pueda caminar”. La razón es muy simple: porque le gusta.

El Comité Olímpico Español le concedió en noviembre la Insignia Olímpica “por su destacada contribución y dedicación al desarrollo del boxeo español”. Palenke fue el seleccionador del equipo español de boxeo en cinco Juegos olímpicos, los de Tokio, Múnich, Montreal, Los Ángeles y Seúl y participó como técnico en los de Barcelona, pero es que en 2019 aún estaba subido al ring como entrenador en los últimos campeonatos de España.

Sus púgiles han ganado unas 350 medallas en campeonatos internacionales. Y, sin embargo, todo pudo acabar al principio. En Tokio, el 10 de octubre de1964. Valentín Lorén era uno de los cuatro boxeadores que habían acudido a los Juegos. La selección se había concentrado en El Pardo, a solo unos metros del dormitorio de Franco, que recibió al equipo antes de marchar hacia Japón. El presidente de la Federación Española de Boxeo era Vicente Gil, que también era el médico personal del dictador.

En su segundo combate, Lorén, peso pluma, peleaba contra Hung Chang y un árbitro húngaro lo descalificó porque lo hacía con la cabeza agachada. El púgil no estuvo de acuerdo y golpeó al árbitro. Lo descalificaron a perpetuidad y, de paso, propusieron una sanción de doce años para Palenke, que era el entrenador, y al que se puede ver en las fotos del momento, toalla al hombro, intentando retener al agresor. “Después se vio que yo no tenía culpa”, dice, y le retiraron la sanción al día siguiente. “Yo pensé: aquí me retiro”.

El primer recuerdo que tiene Palenke sobre boxeo fue una velada en Las Palmas de Gran Canaria en la que peleaba su tío Domínguez. Palenke tenía 14 o 15 años y a su tío “le pegaron una paliza tremenda”. De hecho, fue su último combate, pero a Palenke se le despertó la pasión y una semana después ya estaba entrenando en el gimnasio, en el Racing Club de La Isleta. Palenke había nacido en esa ciudad. Su madre era de Máguez y su padre de Tenerife. Pasaron la Guerra Civil en Lanzarote y se volvieron a marchar de nuevo a la capital grancanaria. Participó como boxeador en campeonatos nacionales, pero no como profesional y trabajó muchos años en el puerto como cambullonero. Peleó hasta los 23 años.

Después de casarse con Josefa Sosa se subió al ring solo un par de veces y lo dejó, pero ahí empezó su carrera de entrenador, primero en la selección canaria, después de segundo entrenador de la española y, por fin, como entrenador de la selección, sustituyendo a un francés que había llevado a la derrota al equipo, precisamente contra Francia por 8 a 2. “Lo echaron, me pusieron a mí y con el mismo equipo ganamos 8-2 nosotros”, explica Palenke.

Ha pedido que le entreguen, si puede ser, la Insignia Olímpica en Lanzarote

A partir de ahí ya no hizo otra cosa más que dedicarse al boxeo. Fueron 28 años trabajando con la Federación. Dice que el entrenador es muy importante; es el que enseña “y el boxeador el que tiene que aprender”. Dice que él de quien más aprendió fue de Antonio Hernández Pulido, su maestro en Gran Canaria, “gran entrenador y gran señor”.

No quiere decir quién es el mejor púgil que ha entrenado, pero dice que los ha tenido “muy buenos” y prefiere citar los nombres de los canarios que han destacado en el boxeo, como Carmelo García Gancho, Jeremías Hernández, Domingo Barrera Corpas o Miguel Velázquez, que fue campeón de Europa. Y del mundo: Cassuis Clay y Joe Louis: “Los mejores que he visto”.

¿Qué hace falta para ser un gran boxeador? “Cuidarse mucho es lo principal”, y sacrificio con la comida y con la bebida, dormir mucho y descansar bien, controlar el peso, fuerza de voluntad… “Y también cuidarse de las malas compañías”. “Es un deporte limpio, pero duro”, asegura.

Señala que la labor del entrenador también es la de ejercer como psicólogo, hablar con el deportista y ver qué le preocupa. “Hoy es más fácil porque el nivel de vida ha mejorado. Antes tenían problemas más gordos y se sacrificaban porque querían ser alguien”, asegura.

¿Y cuál es el estado de salud actual del boxeo? “Pues mejor que hace unos años, hay buenos entrenadores y buenos boxeadores”. Para él, la clave es que haya figuras: “Si hay figuras, la gente va al boxeo. Si no, baja”. Dice que este deporte sigue gustando, especialmente en Canarias y cree que, frente a otros deportes de contacto que se han popularizado en los últimos años, “es más limpio y más humano”.

Palenke ha pedido que le entreguen, si puede ser, la Insignia Olímpica en Lanzarote y que, de paso, se celebre una velada en la que se enfrenten la selección canaria y la selección española. Dice que es un orgullo recibir esta distinción, una más, porque es el reconocimiento al trabajo: “Uno lleva trabajando tanto tiempo y siempre está pensando en boxeo...”.

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