Echenique (Argentina, 1978) parece incansable. Es doctor en físicas, con plaza en el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Padece atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa que no le impide desplegar una actividad frenética. Pasó fugazmente por Lanzarote para participar en un acto de Podemos y en un acto público contra las prospecciones, visitó el Arctic Sunrise y no tuvo tiempo para más. Contesta a las preguntas en la furgoneta que le traslada a Guacimeta.

- ¿Cómo se ve en la Unión Europea que un Estado imponga a una comunidad autónoma un proyecto como el de las prospecciones?

- Creo que hay bastante oposición en España a las prospecciones. Excepto el PP, todas las delegaciones españolas parece que están en contra, aunque cuando sacamos el manifiesto contra las prospecciones no todos los eurodiputados lo firmaron, pero parece que en este caso es algo más propio del PP, no tanto de las fuerzas nacionales, sólo de esa fuerza. En Europa, no obstante, varios eurodiputados que no son de España también han firmado el manifiesto porque hay mucha gente que entiende que hay que ir a un esquema de energías renovables, aunque la mayoría del Parlamento apoya a la Comisión Juncker y no es una comisión especialmente ecologista. Personalmente, si se extrae o no de aguas canarias, debería ser una decisión del pueblo canario y no del Estado. Es bastante evidente.

- ¿Entonces las reivindicaciones no tienen ningún recorrido en la Unión Europea?

- Nosotros nos reunimos con el Director general de medio ambiente y él mismo dijo que la única vía posible para pararlo sería que se contravengan directivas europeas de medio ambiente, y en ese caso la Comisión debería actuar para frenarlo y que el tiempo típico de solución es de tres años. Yo entiendo que se pide que se paren ya, no que haya una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Luxemburgo dentro de tres años multando al Estado español. Eso no es lo que se pide. Hay una cierta probabilidad de que la Comisión actúe pero llegaría tarde.

- Publica la prensa que los empresarios están preocupados por Podemos. ¿Lo preocupante sería lo contrario?

- Depende de qué empresarios. La derecha de este país nos ha intentado convencer durante demasiado tiempo de que los intereses de las pymes son los mismos que los de Amancio Ortega, y es evidente que no. La pymes producen la mayor parte de la riqueza y además recae sobre ellas el mayor porcentaje de esfuerzo fiscal. Las grandes empresas son las que más defraudan, las que tienen empleo más precario. Nadie debe tener miedo a que Podemos gobierne, pero las pymes están de enhorabuena si llegamos a gobernar porque son parte de la gente que forma parte de nuestras bases y que les beneficiarían nuestras medidas económicas. Las grandes empresas tampoco tienen que tener miedo; eso sí, tendrán que pagar un poco más de impuestos.

“Las pequeñas y medianas empresas están de enhorabuena porque les beneficiarían nuestras medidas”

- Pues esa será la razón del miedo...

- Cuando te va tan bien no creo que te pueda asustar contribuir un poco más a que tu país también funcione bien y a que la gente no pase hambre o penurias. No creo que sea un motivo de miedo.

- ¿Cree que hay una campaña de odio y acoso, como denuncia Podemos? ¿Hay que explicar el caso Errejón?

- Hay que explicarlo todo claramente, pero eso no quita que no sea verdad que hay una campaña de acoso a Podemos y se buscan todos los motivos para llevarla a cabo. Está bien que la ciudadanía nos observe y nos vigile. Está bien. Si preguntan algo hay que contestarlo, pero si el que lo pregunta es una persona que te ha llamado etarra a lo mejor es que no quiere saber un dato sino que le gusta insultarte. Debemos tener presente que esto se va a intensificar, que se va buscar cualquier detalle que cualquier persona significativa de Podemos tenga en su vida privada para desacreditar a un movimiento que es mucho más que sus caras visibles: más de mil círculos, más de 200.000 inscritos en la web, 1,2 millones de votantes en las europeas... Cuando se agrede al movimiento también, en cierto modo, se está hablando mal de los militantes. Explicar las cosas, de todas formas, siempre está bien.

“No es el momento para andar con miedos. Tenemos que hacer política con el máximo cuidado, responsabilidad y dedicación”

- Ha dicho usted que Podemos no puede renunciar a presentarse a las elecciones municipales por el miedo de que se cuele algún golfo...

- No es el momento para andar con miedos. Si Pablo Iglesias hubiera tenido miedo no hubiera lanzado Podemos, si yo hubiera tenido miedo no me hubiera presentado a las europeas, si la gente de los círculos tuviera miedo no iría a las asambleas. Tenemos que hacer política con el máximo cuidado, responsabilidad y dedicación, pero no en base a miedos. ¿Que se puede colar algún sinvergüenza? Pues sí, puede pasar y de hecho va a pasar. Lo que tenemos que hacer es detectarlo lo antes posible, anularlo y saber explicar qué pasa, porque Podemos es un movimiento abierto que corre ese peligro pero que tiene una serie de ventajas.

- ¿Hay ambigüedad ideológica en Podemos?

- Hay una enorme variedad ideológica en Podemos.

- ¿Y no hay ambigüedad?

- Ah, te refieres a las etiquetas. Yo creo que no hay ambigüedad. Siempre que nos preguntan por una medida somos concretos. Nos negamos a definirnos cuando se nos intenta etiquetar pero a la gente le importa más lo que propones que cómo te llamas.

- Dijo Cayo Lara en Lanzarote que hay que hacerse con el poder y no con el gobierno, para poder llevar a cabo medidas de reforma que, si no, podrían ser rechazadas...

- Estoy de acuerdo en que hace falta una ciudadanía movilizada y que el poder es más que el gobierno, pero gran parte del poder es estar en el gobierno. Es un sine qua non y creo que alcanzar el gobierno nos va a permitir movilizar a la gente, si no lo vemos como un fin en sí mismo sino como el principio de algo.

- ¿Corre el riesgo Podemos, si llega a gobernar, de tomar medidas que sean rechazadas por sus propios votantes?

- No creo que las medidas de Podemos vayan a ser rechazadas por la mayoría de la sociedad, sino por una minoría bien situada que tiene el poder mediático a su servicio y puede intentar convencer a la mayoría de que no les benefician esas medidas, pero no creo que haya una oposición amplia a las medidas de Podemos. Se pueden intentar agitar ciertos fantasmas desde los medios y debemos ser muy pedagógicos y claros a la hora de explicar las cosas, pero no creo que haya oposición ciudadana, sino oposición desde arriba.