El pregonero del Carnaval de Arrecife de este año, Maxi Ferrer, quiere sorprender con un innovador espectáculo que a modo de vía crucis recorrerá el centro de la ciudad. Sobre su pregón tiene claro que se desarrollará en tres etapas. Quiere ofrecer un espectáculo diferente. “Le dije al Ayuntamiento que no quería hacerlo en un lugar determinado sino a modo de vía crucis carnavalero”, señala.

Comenzará entonces en las Cuatro Esquinas con el pregón tradicional del siglo XIX para llegar caminando hasta la Casa Amarilla con el pregón de la Transición, pasando así del blanco y negro al color, y finalizar en la Casa de la Cultura con la traca final “del carnaval de la carne, del despelote, del siglo XXI”. Conocido locutor y Dj, con más de 30 años en el mundo de la radio, Maxi Ferrer fue también uno de los primeros en la aventura televisiva lanzaroteña.

Un hombre que, procedente también del mundo del espectáculo, donde ha hecho teatro y musicales, se describe como “carnavalero en solitario” intentando siempre llamar la atención dependiendo del momento político que le tocase vivir, como “la época de Pinochet” hasta la actual, y ha lucido todo tipo de disfraces. Entre sus preferidos está el de luchador de sumo, con ese relleno de goma espuma tan característico o el de Dalai Lama con el Pollo de Arrecife, para el que tuvo que pelarse al cero.

Carnavalero de pro, asegura haber sido partícipe de la fiesta desde siempre. “Llevo cincuenta años disfrazándome, tengo fotos desde el año 68 y no me he perdido ningún Carnaval en todo este tiempo”. Por ello puede hacer un balance de la evolución de esta alegre celebración y asegura que echa en falta un programa más extenso para las fiestas de la capital y con mayor participación de la gente durante todos los días de celebración de un carnaval que ha evolucionado hacía los “mogollones” y del que dice que “somos la única capital de Isla que no contamos con el siguiente fin de semana para seguir disfrutando”, tras cederle Arrecife este honor a Puerto del Carmen. “Volver a tener dos fines de semana de Carnaval, esa es la mayor reivindicación que hago”.

El pregonero del Carnaval ‘Encantado’ de Arrecife asegura que sorprenderá con un espectáculo a modo de vía crucis para invitar al disfrute de la fiesta

Asimismo, echa de menos la esencia del Carnaval de la época de El Almacén con César Manrique y Pepe Dámaso, donde se reunían los trajes más creativos de la fiesta. Época de la que dice que permitió romper con la tradición de la Sociedad Democracia y lo sacó a la calle.

Como carnavalero ha querido mantenerse en el anonimato en varias ocasiones y ha salido a la calle con máscara, como el año que fue de Fantasma de la ópera, donde no consiguió que le reconociera ni su propia compañera de trabajo. Y aunque no sea Carnaval, le acompaña en su personaje de showman o dj su habitual sombrero de copa. “El Carnaval hay que llevarlo dentro”, señala Maxi, quien describe la fiesta como “bastante sana”.

Del programa se queda con el Carnaval porteño y el Entierro de la Sardina. Anima a todos a participar de su pregón ambulante en el que estará acompañado de la Batucada Villa Pipol y pide a los participantes que vayan con sombrero de color o tul.

“Volver a tener dos fines de semana de Carnaval, esa es la mayor reivindicación que hago”, señala Maxi Ferrer

De entre sus actos preferidos de las fiestas, asegura que le gusta mucho el Carnaval de Día. Primero visita el de Las Palmas de Gran Canaria para luego participar a lo grande en el de Arrecife. De este evento diurno comenta que “es uno de los mayores inventos de la última década”. En el de Arrecife, que se celebra el sábado 10 de febrero, volverá a actuar de Dj como ha venido haciendo cada año desde que se instauró esta jornada festiva para llevar la alegría y la música a todos los participantes.

Consciente de las facilidades que hoy en día tiene el carnavalero para disfrazarse, ha dejado para última hora su disfraz. Avanza que este año veremos a muchos Puigdemont y Trump. Aunque tiene claro, desde que supo el lema de este año, que a la fiesta y entrevistas previas que ha tenido le acompañaría uno de sus guiñoles preferidos: el Duende Encantado, un entrañable personaje de su colección particular, de la que cuenta con una docena de muñecos, algunos de ellos a tamaño real.