Nereida Mendoza conoce de primera mano la importancia del Plan General de Ordenación (PGO) de Arrecife. Esta vecina de Las Vírgenes, una barriada con decenas de viviendas a pocos metros de Argana, paga cada mes 200 euros de una sanción económica por haber construido en suelo rústico. Con los intereses, en vez de disminuir, la multa aumenta. Nereida y decenas de vecinos de Las Vírgenes y de los Diseminados del camino a Güime han comenzado a organizarse.

Los vecinos aseguran que están “hartos de falsas promesas de regularización”. Muchos ya presentaron alegaciones al nuevo PGO y exigen que en el futuro planeamiento, que el Gobierno de Canarias quiere tener listo en mayo, se les ofrezca una solución.

“Tenemos que unirnos”, expone Fidel Guillén, que lleva 20 años viviendo al lado de la carretera que conecta Arrecife con Güime. En esa zona, el Plan General que se aprobó de forma inicial en agosto de 2014 recoge una parte como suelo rústico de protección territorial, como en Las Vírgenes, y otra parte, en la que quedan atrapadas varias edificaciones, se cataloga como rústico de protección paisajística.

En sus alegaciones al futuro planeamiento de la capital, los vecinos del Diseminado reclaman que se les contemple como un “asentamiento rural”, lo que daría cobertura legal a las viviendas.

En principio, la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias no tiene intención de dar su brazo a torcer. El viceconsejero, Jesús Romero, ha asegurado que “las viviendas continuarán ahí” y que el Gobierno “no las va a demoler”. Sin embargo, ha descartado de plano que las barriadas se consoliden urbanísticamente y que cuenten con servicios básicos de los que a día de hoy carecen, como las calzadas que faltan en muchas calles o un simple parque.

Hay viviendas que se construyeron hace más de 40 años y vecinos que tienen que hacer frente a elevadas multas económicas

Las vecinas que primero construyeron en Las Vírgenes fueron Nieves y Concepción Rocío, al estrenarse la década de los 70 del pasado siglo. “En el Ayuntamiento de Arrecife nos dijeron entonces que construyéramos, que pronto se legalizaría la situación”, asegura Concepción.

A los primeros vecinos les tocó asumir el gasto de la canalización eléctrica, recuerda. Su principal preocupación, dice Concepción, son sus hijos, “que están pagando un alquiler” cuando podían fabricar en un solar de su propiedad.

María del Carmen Cuadrado acaba de llegar a la barriada. Compró hace año y medio una vivienda en la calle Virgen de la Paloma, que estaba construida desde los años 80. Destaca que no tuvo “ningún problema” para efectuar los trámites de la compraventa ni en la notaría, ni en el Registro de la propiedad. “Ahora dicen que la casa no es legal”, lamenta.

En una conversación en la que participa un grupo de vecinos tercia Pepe: “En los años 80 fabriqué mi casa, he pagado la contribución, que antes nos la cobraban como urbana y ahora la han pasado a rústica”. “¿Cuántos planes han hecho y nunca entramos nosotros?”, cuestiona. Al igual que otros vecinos, lamenta que los cargos públicos en el gobierno municipal “sólo vengan a pedir el voto”.

 El nuevo Plan General de Arrecife elaborado por Gesplan, del Gobierno de Canarias, las sigue dejando en suelo rústico

“Antiguamente”, recuerda Julio, “se compraba terrenito y el Ayuntamiento te daba un papel para enganchar el agua y la luz, te ponían todas las facilidades”. El mismo Ayuntamiento, lamentan los vecinos, que ahora no se implica para dar encaje legal a decenas de viviendas, en su inmensa mayoría de familias humildes.

Julio se queja de que “la limpieza municipal no llegue” a Las Vírgenes: “Tenemos que hacer cada cierto tiempo una solicitud para que manden una cuadrilla, pero hacen una limpieza de choque y después no vuelven”. También hay carencias con el transporte público y de espacios públicos. “No hay un parque donde puedan jugar los chinijos ni una zona de esparcimiento, y terreno sobra”.

“Pagamos una multa de por vida”

“Somos una familia numerosa, con dos personas mayores, tres niños, mi marido y yo”, señala Nereida Mendoza. Construyeron a comienzos de la década de los 90, el Ayuntamiento nunca les paró las obras y las sanciones económicas llegaron cuando ya llevaban tiempo dentro de la casa.

La multa ascendía a 20.000 euros, le embargan la nómina cada mes pero la deuda ya alcanza los 30.000 euros, más de la mitad de intereses. “Si ya no llegas a final de mes, imagínate pagando una multa que en la práctica es de por vida”, afirma Nereida.

Iniciativa política en el Ayuntamiento

El concejal Andrés Medina, de Vecinos Unidos, ha presentado una iniciativa en el Ayuntamiento de Arrecife para que los residentes en Las Vírgenes y en los Diseminados “no sean excluidos del nuevo Plan General”. También han reclamado la modificación del Plan Insular para facilitar su encaje legal.

Medina se reunió con los vecinos de Las Vírgenes a finales de marzo y ha instado al grupo de gobierno del Consistorio a que respalde sus reivindicaciones. Se da la circunstancia de que el actual alcalde, José Montelongo (PSOE), presentó unas alegaciones al PGO en la misma línea antes de convertirse en primer edil.