Los tiempos han cambiado tanto que incluso sectores tan vinculados a lo tradicional y lo popular están presentes en sitios impensables hace unos años. Aquellas tarotistas que hace unas décadas recibían a personas en sus casas, como única posibilidad, hoy ofrecen un servicio más enfocado y especializado, como el tarot Visa económico.

¿Qué es exactamente? Se trata de un servicio de predicción con el que puedes emplear una tarjeta Visa al concertar una sesión. Se cobra por minutos pero, a diferencia del 806, la tarifa correspondiente no se carga a la factura del teléfono, sino a la cuenta bancaria a la que esté vinculada la tarjeta de crédito proporcionada.

La ventaja principal del servicio es que es el cliente puede decidir de manera previa cuánto gasta en la consulta. Lo hace en primer contacto en el que fija la cantidad, de forma que la llamada se cortará cuando se llegue al presupuesto prefijado.

Eso evita sorpresas desagradables, aunque está claro que el buen hacer de la vidente es fundamental para dar respuestas certeras incluso cuando hay poco tiempo. De ahí la importancia de buscar tarotistas fiables, y son cientos de clientes los que avalan las trayectorias de Xenia Santos y Marisa Cruz.

Xenia Santos

Tiene 25 años de experiencia en el sector y trabaja sin gabinete, lo que significa que siempre atiende al teléfono. El Tarot de Xenia no pone la atención al cliente en manos de un equipo de personas que actúan más como teleoperadoras que como verdaderas videntes.

Para Xenia es muy importante el contexto en el que se encuentre el cliente, y lógicamente no es lo mismo que sienta la presión del reloj y del precio a que pueda sentirse cómodo, relajado y sin prisas. Ella misma explica en su web el funcionamiento del servicio: “Estas sesiones tienen muy buenos precios y parten desde los 15 minutos y hasta el tiempo que tú decidas: siempre escoges el tiempo al principio de la llamada para, así, no llevarte ningún susto”, dice.

De esta forma, el tarot Visa no solo implica un método de pago diferente al 806, que carga la cuenta a la factura del teléfono en lugar de a la tarjeta. El tarot Visa reúne las condiciones para ser un servicio diferenciado, en el que el cliente elige el tiempo que va a estar con la vidente con antelación para controlar su presupuesto, y partiendo de los 15 minutos. Es tiempo suficiente como para que sé de la conexión y esta, si es buena, pueda hacer sus predicciones.

Es por este motivo por el que el tarot Visa está pensado para consultas más largas, mientras que el tarot tradicional 806 es el ideal para preguntas rápidas.

Marisa Cruz

Acumula 15 años de experiencia resolviendo cuestiones sobre el amor y el trabajo: qué siente la otra persona, cuándo conoceré al amor de vida, será este año el que me case, encontraré el trabajo que busco, perderé mi empleo, etc.

Marisa considera que el tarot es un instrumento de comunicación con el universo que permite vislumbrar los fenómenos de la naturaleza del hombre. Especialmente aquellos que tienen que ver con lo espiritual y con lo más profundo del ser, y no solo con lo físico.

Para ella, el tarot es una de las mancias más poderosas, pues permite a los videntes poner rumbo a sus capacidades extrasensoriales y orientar la respuesta de la forma adecuada. Y he ahí la importancia de instruirse en las diferentes técnicas de lectura para poder hacer predicciones, lo que implica que no basta con nacer con esa visión especial.

Pasos para encontrar un tarot Visa fiable y económico

Las tarotistas son conocedoras de la principal amenaza que sufre el sector: el intrusismo. Hay muchas personas queriendo aprovecharse de la situación desesperada que tienen algunas de las personas que llaman, pero ni tienen esa inclinación natural para la adivinación ni dominan las mancias. Lo peor es que haya gente que se sienta estafada, pero las propias videntes se sienten perjudicadas porque se pone al sector en un aprieto por crisis de confianza.

Hay una serie de pasos para dar con la persona adecuada, y el primero es informarse bien. Centrándonos en el tarot Visa, Xenia Santos insiste en que el precio depende del tiempo: para consultas de 15 minutos, la consulta sale a 15 euros; si la persona decide estar 20 minutos pagará 25 euros, pero a partir del minuto 30 se cobra solo un euro por minuto.

Con toda la información, lo siguiente será decidir qué tipo de sesión se desea tener en función de los servicios que ofrece la vidente. Hay que tener en cuenta que, si se trata de tarot Visa, hay que proporcionar el número de la tarjeta.

Lo siguiente será la consulta personalizada, para lo que también hay que tener ojo avizor. Quien llama no tiene que pasar mucho tiempo al teléfono antes de hablar con la vidente, lidiar con intermediarios o ser sometido a un sinfín de preguntas. La tarotista preguntará unos datos básicos, realizará la tirada y podrá hacer su predicción de manera clara y directa. En caso contrario, es mejor colgar y no volver a llamar nunca más.

Las videntes buenas y económicas han logrado construir una comunidad que les avala, con clientes satisfechos que suelen repetir. Esa es su mejor carta de presentación, así que sigue las recomendaciones y tu intuición si quieres llamar al tarot.