Casi la mitad de la llamada “población diana” de la Isla, es decir, aquella que tiene 16 o más años, ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID. Exactamente es el 48,8 por ciento, con los datos actualizados a 31 de mayo.

Ese porcentaje supone que 63.879 personas ya habían recibido un pinchazo en esa fecha. Con dos dosis, la pauta completa, son 22.622 las personas ya vacunadas, que es el 17,7 por ciento, unas décimas por encima de la media del Archipiélago.

En Canarias ya se han administrado más de un millón de dosis. “Pero este mes se va a avanzar muchísimo”, dice Victoria Estévez, directora de enfermería de Atención Primaria, que es el área encargada de la vacunación.

El Gobierno central anunció la llegada a España de 17 millones de dosis durante ese mes y la estimación es que, si llegan todas las dosis prometidas, el mes de julio comience en Lanzarote con cuatro de cada diez personas vacunadas con las dos dosis.

Cuando comenzó la vacunación se anunció que la Isla tenía capacidad para administrar ente 800 y 1.000 vacunas al día, pero esa cifra se ha superado con creces. En mayo, el día que más vacunas se administraron, la cifra llegó hasta las 2.518 dosis, y la última semana de mayo fueron 13.080 las dosis aplicadas, entre primeras y segundas dosis.

En la franja de edad entre 60 y 60 años solo hay un 21 por ciento de personas vacunadas con las dos dosis pero hay un 89 por ciento con la primera dosis. El motivo por el que hay tanta diferencia entre los que han recibido una dosis y los que han recibido las dos es que hay 5.500 personas a las que se les administró la primera dosis de Astrazeneca, y que aún no se les puso la segunda, por las dudas sobre sus efectos secundarios.

Estas personas pertenecen al grupo de menos de 60 años, pero también a otros grupos: el de “otro personal sanitario y socio-sanitario”, a las fuerzas y cuerpos de seguridad y emergencias, las Fuerzas Armadas, docentes y personal de educación infantil y necesidades educativas especiales, y docentes de educación primaria y secundaria.

A todos estos grupos se les pondrá la segunda dosis en junio, o bien de Astrazeneca o bien de Pfizer, que son hasta ahora las dos únicas vacunas que se han administrado en Lanzarote, con mucha diferencia a favor de la segunda. En la Isla no se ha administrado hasta ahora ni Moderna ni Janssen, las otras dos vacunas autorizadas por el momento.

Lanzarote fue la primera isla donde se comenzó a vacunar al grupo de mayores de 40 años. Además, en algunas zonas rurales, en pueblos que pertenecen a los centros de salud de Tinajo, Mala o La Graciosa, ya se ha empezado a vacunar a los que tienen 38 y 39 años, nacidos en 1982 y 1983. En otras zonas se esperaba finalizar el primer fin de semana de junio con el Grupo 10, los nacidos entre 1972 y 1981, para la primera dosis.

El siguiente grupo, aunque aún no está aprobada la estrategia nacional de vacunación, será el de las personas nacidas entre 1982 y 1991, los que se encuentran en la década de los treinta años. Y el objetivio es que, durante este mes, todo ese grupo de edad tenga al menos una dosis puesta.

Se vacuna en 13 centros de salud y en una parte del centro de Valterra, convertido en Punto insular de vacunación

La diferencia entre unos centros de salud y otros, en cualquier caso, es de tan solo unos días o, como mucho, una semana. Se está procediendo a la vacunación en todos los centros de salud, excepto en los de Puerto del Carmen y Haría, que no reúnen las condiciones.

Se vacuna en 13 centros de salud y en una parte del centro de Valterra, convertido en Punto insular de vacunación. El pasado fin de semana abrieron los centros con más tarjetas sanitarias, los de Valterra y Titerroy, para agilizar la vacunación y completar la franja de edad de los de 40 años.

Estévez señala que “hay que dar las gracias a los ciudadanos” por la buena respuesta ante la vacunación y manda un mensaje a la población: “Cuando les llamen o reciban un mensaje en el móvil, acudan a la cita”.

Dice que todo esto está siendo posible gracias a un gran esfuerzo, “enorme”, de todos los profesionales que intervienen. “Lo que queremos es vacunar lo antes posible a toda la población, pero hasta que no lleguemos al setenta por ciento vacunado, sigamos con el uso de mascarilla, la distancia y el lavado de manos”.

Estévez asegura que “todo el mundo quiere vacunarse ya”, aunque hay un porcentaje que ha rehusado ponerse la vacuna cuando se le ha llamado, por diversos motivos. De las 65.000 personas llamadas a vacunarse, 1.827 (el 2,7 por ciento) han declinado la oportunidad.