Este jueves se celebró la segunda sesión del juicio relacionada con la muerte de la joven Verónica, cuyos huesos aparecieron en una bolsa de deportes escondida en una grieta de la casa de su padre en Tinajo.

En la sesión declaró el agente que arrestó a la madrastra de la joven, Carmen Delia Tejera, que se dio a la fuga cuando la Policía efectuaba un registro de la casa. Según el agente, localizó a la mujer a unos seis kilómetros de la vivienda y le dijo: “No quería matarla, sólo la escondí”.

Otro agente indicó en el juicio que en otro registro de la vivienda, la acusada de malos tratos y profanación del cadáver de Verónica les dijo que en julio de 2012 se encontró a la joven en su cama inmóvil y “con los ojos abiertos”.

En aquella declaración, la madrastra señaló al padre de la joven, José Luis Molina, principal sospechoso y que falleció pocos días después de haber sido descubiertos los restos de Verónica, en febrero de 2013.

Así, Carmen Delia dijo entonces a la Policía que su marido se llevó el cuerpo de la joven a un taller y que regresó a la vivienda “con los huesos”, según el relato de los agentes en el juicio en el Juzgado de lo Penal número 1 de Arrecife.