La lucha contra el fuego se libra ahora en Villa de Mazo y Fuencaliente. Las llamas han cercado esta noche las viviendas de Los Canarios, aunque en las partes más altas del municipio macenses no ha habido que desalojar a ningún vecino. "La noche ha sido relativamente más tranquila", según ha indicado a La Palma Ahora la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto.

Las principales preocupaciones de los expertos eran ayer precisamente que el fuego no atravesara La Cumbre y que no alcanzara el núcleo poblacional de Los Canarios. Las adversas condiciones meteorológicas, con vientos cambiantes, altas temperaturas y sequedad ambiental, no han ayudado. El fuego ha pasado la cordillera dorsal y se ha recrudecido en el flanco sur por lo que el Centro de Mando Avanzado se ha trasladado al Centro de Interpretación de Los Volcanes, en Fuencaliente.

Responsables de la Unidad Insular de Medio Ambiente reconocían que “el problema más grave es que esta noche las llamas se han saltado el cortafuegos de Fuencaliente y van en dirección a las casas, van lentas pero descendiendo hacia las viviendas, aunque hay medios movilizados en la zona”. Han añadido que “la parte de El Paso está acotada, si bien en Jedey quedan pequeños focos y en Las Manchas también”. Han afirmado que “donde está más activo es en Fuencaliente y la parte alta de Mazo”.

Aunque se han vivido momentos de mucha tensión y la situación es complicada, principalmente por la climatología reinante -"un polvorín", como la calificó ayer la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto- este incendio, hasta ahora, no ha alcanzado el nivel de dramatismo que se vivió en el de 2009, pero tiene el agravante de que ha fallecido un agente forestal de la Unidad Insular de Medio Ambiente del Cabildo, Francisco José Santana, por el que ayer se guardó un minuto de silencio.

Un total de doce aeronaves están atacando las llamas desde el aire, con el apoyo del operativo de extinción terrestre, que suma unos 350 efectivos.

La última estimación realizada en la jornada de ayer cifraba la superficie quemada en torno a unas 3.500 hectáreas y más de 2.500 personas evacuadas.

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