Aena prevé llevar a cabo un Plan de aislamiento acústico para el aeropuerto de Lanzarote en el que se ejecutarán medidas correctoras de insonorización en aquellas viviendas y edificaciones de uso sensible situadas en el interior de una franja afectada por el ruido del aeródromo. Tras hacer un diagnóstico y definir las servidumbres acústicas, finalmente se ha publicado el Plan de acción.

Se llevarán a cabo aislamientos en tres zonas en función de la evolución del ruido y del volumen de tráfico previsto para el periodo entre 2019 y 2023, que es el tiempo estimado para desarrollar estas acciones. Se compondrá una Comisión mixta entre el aeropuerto y las instituciones locales a la que se informará de las acciones implantadas.

El ámbito de aplicación del Plan de aislamiento acústico incluye 1.674 viviendas y edificaciones de uso sensible localizadas en los municipios de Tías, San Bartolomé y Arrecife. En esas zonas afectadas hay una población afectada de 3.616 personas, aproximadamente, y tres centros educativos.

Las casas que se integran dentro del Plan de acción son muchas menos de las que aparecían en el Mapa estratégico, que incluía a 8.500 vecinos expuestos a unos niveles de ruido por encima de los 55 decibelios, la mayoría de ellos en Playa Honda (San Bartolomé), pero también en Arrecife, en los Diseminados y la parte norte de Argana Alta, y en la urbanización Matagorda de Tías.

Ese ruido por encima de 55 decibelios afecta a 1.800 viviendas en la capital, otras 1.800 en San Bartolomé y unas 300 casas en el municipio de Tías. El plan de acción recoge “tanto las medidas a aplicar para prevenir y reducir el ruido como un programa de control y vigilancia que permita evaluar de forma continuada la evolución del ruido en el entorno del aeropuerto”.

Aena asegura que se llevarán a cabo aislamientos en tres zonas en función de la evolución del ruido y del volumen de tráfico previsto para el periodo entre 2019 y 2023

Las actuaciones se encuadran en el marco del “enfoque equilibrado” adoptado por la Organización de Aviación Civil Internacional y comprende cuatro elementos principales: reducción del ruido en la fuente, planificación y gestión de la utilización de los terrenos, procedimientos operacionales de atenuación del ruido y restricciones a las operaciones de las aeronaves.

Las tareas se complementan con la adopción de otras medidas como la evaluación continuada del impacto acústico producido mediante sistemas de control y vigilancia, la información a las autoridades locales, grupos de interés y público en general de los aspectos ambientales y la colaboración con los diferentes agentes del sector.

Según Aena, muchas de las medidas ya tienen “un notable grado de implantación y madurez, consecuencia de la política de gestión del ruido ambiental que desde varios años lleva desarrollando el aeropuerto de Lanzarote”.

Rechazo de San Bartolomé

El Ayuntamiento de San Bartolomé presentó ante Aviación Civil alegaciones contra este Plan de acción y proponía la inclusión como mínimo de 1.800 viviendas que deberían ser insonorizadas por la administración. Calificó el Plan como un “plan irreal que no da respuesta a las necesidades de Playa Honda” y advirtió con llegar hasta los tribunales para que se amplíen las medidas a adoptar.