Con condiciones, pero sin rechazarla. Así ha informado la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote la renovación de una cantera en El Jable que tenía su autorización caducada desde el año 2012.

El dictamen acaba de elevarse al Consejo de Gobierno del Cabildo de Lanzarote y, entre las principales conclusiones, se destaca que, si “por razones de interés público de primer orden”, a falta de “soluciones alternativas” para la extracción de arena en la Isla, se decide autorizar “la ampliación del plazo de vigencia del derecho de explotación”, se plantean una serie de condiciones a la “actividad extractiva”.

La cantera, denominada Amada, se encuentra en el paraje de Las Melianas, en El Jable. Está fuera de la red de espacios naturales protegidos de Canarias: el más cercano es el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, a unos 2,5 kilómetros. Pero sí está dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, al encontrarse en el interior de una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), protegida por una directiva comunitaria.

La cantera se autorizó en julio de 2001. Un mes antes se aprobó la declaración de impacto ecológico. Hace 20 años, cuando se otorgó el permiso, se concedió la extracción de jable para 62.720 metros cuadrados, y en 2003 se amplió la extensión de la cantera otros 46.553 metros, para un total de más de 109.300 metros de superficie.

La autorización para obtener la arena se otorgó hasta 2012. La prórroga que ahora se está tramitando se solicitó en mayo de aquel mismo año que finalizaba el permiso. Los promotores calculan que se pueden extraer más de 50.600 metros cúbicos de arena, a razón de unos 3.500 metros cúbicos por año, con cuatro camiones al día, y un plazo de 15 años para agotar el yacimiento.

Los terrenos de la cantera Amada “se encuentran dentro de la zona calificada por el PIOT (Plan Insular de Ordenación del Territorio) como suelo rústico de protección minero para la extracción de jable”, se destaca en el informe, que marca la línea a seguir de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo sobre un espacio como el de El Jable, que ha estado envuelto en la polémica en los últimos meses, por la falta de control y la constatación de que la mayoría de las autorizaciones de extracción están vencidas.

Este mismo año, el Gobierno de Canarias informó a Diario de Lanzarote de que solo hay una concesión en vigor, a la empresa Indelasa, autorizada hasta 2025. Empresarios del sector de la construcción esgrimen que el Ejecutivo regional tampoco ha tramitado la caducidad expresa de los permisos y se quejan de la lentitud burocrática para renovarlos.

El Cabildo da por hecho que las extracciones en El Jable van a continuar, porque el suelo sigue catalogado como de extracción minera en el Plan Insular, y pasa la pelota a la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, para que su Servicio de Biodiversidad evalúe si la cantera “supone una molestia” a las especies protegidas “y en su caso, señalar las medidas correctoras”.

Medio Ambiente del Cabildo reconoce que lo que se “prevé”, de continuar la actividad extractiva, es que ésta “pueda generar efectos negativos apreciables a los objetivos de conservación de los espacios de la Red Natura 2000”, y cita el caso concreto de la hubara, que tiene en El Jable “una de las mejoras zonas para esta especie”, catalogada “en peligro de extinción”.

En el espacio de la cantera Amada “se ha producido un drástico descenso de la densidad de esta especie, pasando de 17 aves por kilómetro cuadrado a 5,2 aves” en la misma superficie. En un rastreo de 2011 se avistaron 122 ejemplares y cinco años más tarde solo se localizaron 33 individuos.

Medidas correctoras

En 2011 se vieron 122 hubaras y cinco años más tarde solo se localizaron 33

Además de plantear que la evaluación de impacto ambiental sea ordinaria en vez de simplificada, que es la que se está tramitando, el Cabildo avanza una serie de condiciones para la renovación de la cantera. La más destacada es un “paro biológico”, que debería coincidir “con el periodo reproductor” de las aves, que se suele prolongar de enero a junio.

Al margen de la presentación de informes cada seis meses, la Consejería de Medio Ambiente acepta una de las iniciativas de los promotores de la cantera: la siembra de productos agrícolas –“principalmente sandías y batatas”- que sirvan de alimento a las aves en una parte de la cantera donde la arena ya haya sido extraída, como medida de restauración.