El senador de la XIII Legislatura y candidato a la reelección, Joel Delgado, ha compartido con el responsable de una de las salinas más emblemáticas de la isla, las de Janubio, una de las propuestas que quedaron pendientes de debate en la Cámara Alta y que tiene intención de retomar de ser reelegido: la declaración de las salinas artesanales de Lanzarote como actividad agroalimentaria, y por ende, la sal como producto de igual categoría.

El objetivo no es otro que permitir que el sector pueda acogerse a las ayudas que existen en la actualidad para el sector agroalimentario y de las que están excluidos en base a la lay del 73 que las catalogó como actividad minera. "Esta posibilidad marcaría un antes y un después en un sector que ha ido en declive en todo el archipiélago pues solo existen ya 9 salinas artesanales en funcionamiento cuando en la época más floreciente llegaron a existir unas 60", argumenta Delgado.

En el caso de las Salinas de Janubio, son las más importantes de España por extensión y por producción, alrededor de 1,5 millones de kilogramos por año. Además de su valor paisajístico, arquitectónico y medioambiental, son actividades generadoras de empleo.

"La posibilidad de que la UE reconozca la categoría agroalimentaria y puedan acogerse a las ayudas del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural permitiría abrir las puertas a la rehabilitación y recuperación de éstas y otras salinas, asentándose como actividad económica generadora de puestos de trabajo", defiende el candidato del Partido Popular al Senado, que hoy ha podido comprobar in situ las peculiaridades de la explotación de la mano de su propietario, Carlos Padrón.

Delgado ha resaltado que en las salinas "se constata claramente el binomio de la naturaleza en su máxima expresión conjugándola con la mano del hombre. Esa acción respetuosa que ayuda a crear paisaje, cultura y tradición es ejemplo de un modelo de economía que además de sostenible puede resultar muy rentable".