No cabe duda de que 2020 está siendo un año convulso. Incluso expertos que hoy parecen manejar la crisis sanitaria con solvencia, no fueron capaces de aventurar el alcance que llegaría a tener, lo que no impidió que a mediados de marzo nos viéramos confinados. Un parón que ya está teniendo consecuencias en la economía, y que hace que las predicciones para este año no sean nada halagüeñas. 

¿Y qué es lo peor de un mal año? Vivir con susidio, con inquietud. Necesitamos sentirnos preparados a lo que esté por venir, pero no sabemos qué va a pasar. Lo primero que demostró el coronavirus fue la fragilidad de una sociedad interconectada en la que las masificaciones son una constante, sobre todo en las grandes ciudades, y variar eso es modificar por completo nuestro estilo de vida. 

Nadie tiene las respuestas que necesitamos para afrontar el futuro con determinación y sin miedo, excepto una figura: la de las videntes. Así es, al menos, para juicio de muchas personas que confían en ellas, pues su profesionalidad ha quedado demostrada. 

Estrella Donate, la cuarta generación de videntes

Entre ellas destaca una, Estrella Donate, considerada por muchos como la mejor de España y que ha encontrado en la web susvidentesbuenas un medio efectivo de difusión. Ella conforma la cuarta generación de videntes: su bisabuela, abuela y madre ya daban respuestas a toda persona que las necesitara. 

Las videntes valoran y respeta profundamente la tradición, así que se afanan en trasladar la idea de haber “nacido con el don”. No se levantan un día y se ponen a tirar las cartas, sino que conviven con las predicciones desde que nacen. Y eso que ellas llaman don natural se entrena desde que son pequeñas, viendo a sus familiares practicar la adivinación e impregnándose de sus enseñanzas. 

“Esta es mi forma de vida y no la voy a cambiar. Mi familia me transmitió este don y no sé hacer otra cosa que no sea ayudar a los demás”, dice Estrella Donate desde su web. Las nuevas tecnologías, precisamente, se han puestos al servicio de las adivinadoras de hoy. 

Exactitud sin costes desorbitados

Si Estrella Donate tiene el que muchos consideran el mejor servicio 806, es por la exactitud de sus predicciones. De hecho, ella asegura no necesitar un gabinete para ejercer su trabajo, y parte de que cada persona es especial y debe recibir la mejor atención posible. “Desde muy niña veía como mi madre resolvía los problemas de la gente que acudía a ella, y 30 años después me veo haciendo lo mismo que ella”, insiste. 

Lo que pretende la vidente es que cuando alguien marque el 806 477 061 es que la encuentre a ella y no a otra persona. Y es que muchos de los clientes que la llaman han sido alentados por una tercera persona que la conoce, según dice, y es una confianza que ella quiere agradecer. Asegura que las teleoperadoras de gabinete, que actúan como ayudantes de la vidente principal, “son aleccionadas para regalar los oídos a quien llama”. Ni dirán cosas que solo puede saber quien llama ni ofrecen fechas exactas. Son, para ella, falsos videntes que no sorprenden, como sí lo hacen los auténticos. 

Una llamada permite comprobar la fiabilidad. Una buena vidente te hará un par de preguntas, como tu fecha de nacimiento, y el resto será cosa suya. Ni rodeos ni ambages para rascar cada céntimo de la llamada, sino una conexión rápida contigo, la empatía y el consejo. Por eso muchos de los clientes que llaman vuelven a hacerlo.

Con la llegada de las videntes a la web, estas también han podido valerse de la transparencia para generar confianza, y dan todos los detalles del coste de llamada. Solo atienden a mayores de edad y, en el caso de Estrella Donate, a un coste de 1,21 desde red fija y 1,57 euros desde red móvil, ambos con el IVA incluido. En el apartado Condiciones Legales lo explica todo. 

Videntes de renombre

Estrella Donate destaca entre un grupo de videntes que también cuentan con una trayectoria avalada, como Mireia Astral, Cordelia Rojas y Fernanda Rojas. Aseguran que, en contra de lo que se piensa, no son tantas las videntes en posesión del don que pueden ayudar a los demás de verdad, sin estafas. El sector está lleno de intrusos, pero ellas tratan de blindarse dando la máxima confianza a sus clientes. 

Las tres aseguran provenir de una familia de videntes naturales y trabajar sin gabinete, por lo que están tranquilas ante el posible daño al sector y a su imagen propia derivada del instrusismo. “En cuanto hables conmigo una sola vez, notarás que yo sí soy una vidente natural. Soy sincera y hablo sin tapujos”, asegura Mirelia Astral. 

En definitiva, y al margen de la opinión que cada cual tenga sobre la adivinación, sí queda claro que en España hay videntes que tienen un gran respeto por esta práctica tradicional tan antigua como la humanidad. Un respeto que se extiende también al cliente que sufre y busca respuestas.