ENTREVISTA

“Se ha perdido empuje político y el poder económico, que es muy fuerte, ha hecho su agosto”

Enrique Pérez Parrilla, expresidente del Cabildo de Lanzarote y exalcalde de Arrecife

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 12 COMENTARIOS 10/10/2020 - 10:12

A Enrique Pérez Parrilla (Arrecife, 1948) le detectaron poco antes del confinamiento un cáncer de cuello, como a otros amigos y compañeros de la política, que enumera. Algunos están y otros no. Ha tenido dos ingresos y tratamiento y le acompañan una mucositis y una traqueotomía de la que se le escapa una parte de ese torrente de voz tan característico. Pero se le entiende bien porque habla claro. Dice que no puede silbar ni bañarse en el mar y, por culpa de la COVID, tiene que ver a los nietos de lejos. Y por supuesto, ha dejado de fumar “momentáneamente”, puntualiza. “Yo soy de los que digo que volveré”.

Fue presidente del Cabildo en tres ocasiones y alcalde de Arrecife y, en medio y después, profesor de matemáticas. Este año tenía pendiente acudir a Cataluña al encuentro, suspendido, del 50 aniversario de su promoción en la Facultad de Física de Barcelona, donde estudió. En la mesa de La Recova, la cafetería donde pasa las mañanas, no está el paquete de tabaco pero sí El País. Sigue fiel al papel aunque abrió un blog (enriqueperezparrilla.blogspot.com) donde escribe menos de lo que quisiera por un poco de pereza y un punto de pesimismo. “Como no puedo hablar mucho, escribo algo”, dice.

-¿Cómo está?

-Jodido, pero bien.

-¿Cómo ve esta situación de la pandemia?

-Con pesimismo, no solo por la pandemia, que genera problemas personales y momentáneos, pero es que el mundo no está nada bien, y si uno ve en manos de quién estamos, pues peor. Si aún se discute si Trump puede volver a ser presidente, esperemos que no, es tremendo, y le sumamos a Erdogan, Putin o Johnson, toda esa caterva de personajes, y la pérdida de calidad de los líderes... Si además se va la Merkel, que al menos sabe lo que hacer…

-La pandemia ha llegado en un momento histórico que parecía adecuado, desde el punto de vista del avance científico, pero la política no se acompaña de ese conocimiento…

-Técnicamente, seguro que estamos preparados, pero hemos caído en manos de negacionistas de lo evidente. Con otra forma de ver la política, esto se habría paliado, seguramente. Todo el mundo está tocado de la superficialidad, del negacionismo o del fanatismo y además vivimos una época convulsa y muy mala por estas circunstancias del coronavirus.

-Hablemos de Lanzarote. Se plantea ahora la diversificación económica, la necesidad de un turismo de calidad o de decrecer. La dependencia del exterior es total y quizá sería menor si se hubiera cumplido la planificación que se aprobó en 1991, en la que se empezó a trabajar años antes, con usted en la presidencia del Cabildo.

-Actualmente no hay solución: o viene el turismo o nos vamos nosotros. Seguramente, si la Isla hubiera diversificado algo, hubiéramos quitado dependencia, y, también, si hubiéramos restringido el número de camas o hubiéramos crecido de otra manera, ganaríamos lo mismo o más y tendríamos un problema menor.

“Es difícil atraer a la política a personas capacitadas y puede quedar en manos de oportunistas”

-¿Tiene la sensación de que se han perdido muchos años sin abordar los problemas del futuro?

-Se ha perdido empuje político, y después está el poder económico, que es muy fuerte y que ha hecho su agosto. Ha puesto palos en las ruedas, eso está claro. Si tenemos en cuenta que ese poder está mas o menos marcado por una serie de señores que todos conocemos, que además dominan la prensa y tienen influencia en el Gobierno canario, que la tuvieron y mucho, se explican muchas cosas. No solo eso, han contado con el beneplácito de quienes hemos vivido muy bien con nuestro coche en la puerta y ganando dinero. Hay mucho cómplice porque es cómodo vivir bien y es difícil saber que tenemos que hacer restricciones en nuestras ganancias o en nuestro consumo. O al menos es fácil de decir y difícil de cumplir. Lo tremendo es que habrá un momento en que tendremos que hacerlo, queramos o no, cuando aquello podría haberse hecho de forma más pausada, con gente más formada, más preocupada por lo que debe preocuparse y menos por el ji,ji,ja,ja.

-Quiere decir que habrá que reducir la planta alojativa de una manera o de otra...

-No sé, probablemente. Y hay cosas que sorprenden. Determinados ayuntamientos dicen: “Si usted remodela su hotel, puede hacer más camas”, cuando la dinámica debe ser al contrario. Pero está claro, ha tenido mucho que ver, seguramente, la ausencia de César [Manrique], por buscar el turismo de calidad. Aunque pudiera tener un componente medio elitista, que se pueda criticar desde la izquierda, porque los carteros tienen derecho a venir también a la Isla [de vacaciones]. Pues que vayan a otro lado... La presencia de César hacía que muchos se mordieran la lengua y cumplieran más o menos.

-Aunque no se construyó más, tras la crisis de 2008 se comenzó a enterrar el debate de la contención del crecimiento con el argumento de que valía todo para relanzar la economía. ¿Teme que ahora valga cualquier cosa para salir de esta crisis?

-Espero que no, aunque habrá cosas en las que se tendrá que transigir. En 2008, Canarias no se vio tan afectada como otros territorios, pero lo que no es de recibo es que vuelvan a perder los mismos. La gente de pasta ha seguido haciendo pasta, eso es tremendo; espero que hayan cambiado las cosas.

-La situación ahora es mala pero antes de la pandemia, con tres millones de turistas, tampoco era maravillosa en Lanzarote. La precariedad laboral está a la orden de día.

-Pero la precariedad laboral viene por las leyes del Gobierno del PP y su connivencia con el empresariado. Hay gente que me habla de camareras que pasaron de hacer 22 camas a 40. Eso quita mano de obra y abarata los precios. El empleo no tenía que haber sufrido lo que sufrió.

“Seguramente, si la Isla hubiera diversificado algo o crecido de otra manera, ganaríamos lo mismo o más”

-Durante décadas existió la esperanza de convertir la Isla en un lugar distinto, con un modelo diferenciado que ya apenas se plantea. ¿En qué momento cree que esto, por decirlo claro, se empezó a ir a la mierda?

-Esto siempre se ha estado yendo a la mierda, a mayor o menor velocidad. Hubo un esfuerzo importante y se tomaron decisiones para reducir camas y esas cosas. Si hoy estuvieran todas esas camas y con el empresariado rampante, la Isla estaría aún peor. Luego hay una moda que juega a favor de los empresarios, la conservación light, presumir de la Reserva de la Biosfera, que obliga a muy poco y parece que da marchamo, aunque cada vez menos, y los empresarios ven que eso vende. Es el empresariado, a veces, el que más colabora o destruye más o menos en función de lo que ve que es más rentable.

-El Cabildo comenzó una batalla legal por la Moratoria y contra las licencias ilegales. Se ganó y no se ejecutó ni una sentencia ¿Qué cuerpo se le queda?

-Siempre, incluso en mi época, estaba dispuesto a decir: no hay que tirar 27 hoteles porque no todos incumplen de la misma manera, ni eran todos tan flagrantes, pero que habría que tirar uno aunque solo fuera como escarmiento. El cuerpo se me queda mal: todo lo que se ha batallado y aquí no ha pasado nada o no ha pasado todo lo que hubiera tenido que pasar… porque una cosa que no tiene que ver con los hoteles, pero sí con La Geria, pues ha avanzado.

-¿Y cree que esa situación aún se puede corregir?

-Pienso que no. Algo siempre se puede, y se debe, pero hay muchas dificultades. La población no acompaña, los problemas de la COVID y el paro hacen que se complique la situación y se diga que esto no sirve para nada, ¿para qué luchar si al final no se logra nada? Esto hace que sea difícil tener una complicidad. Y el uso y abuso de la demagogia hacen que el negacionismo no esté mal visto. Sucede con la vacuna, la COVID, que la Tierra sea redonda... De la misma forma que se dice esto, del crecimiento se dice que es un cuento que se han inventado y que esto se regula solo, como se ha dicho muchas veces. No se puede conseguir todo, pero la política tiene la obligación de ir en una dirección y, dependiendo de la fuerza que mueva la política, podrá dar o no sus frutos.

-Pues en la política, lo que se suele llamar el relato brilla por su ausencia. Parece que se ha instalado en su propia supervivencia y no hay planteamientos de futuro.

-Hay una pérdida de frescura de la política más allá de lo razonable. Es difícil atraer a la política a personas capacitadas y esto puede quedar en manos de oportunistas, pero también pasa en el periodismo o en la cultura...

-Da la impresión de que los cargos públicos no reflejan lo mejor de esta sociedad.

-Por supuesto. Pero no solo eso. Los partidos también tienen su responsabilidad con la situación popular. Un partido de izquierdas no puede hacer lo que la gente pida, tiene que convencer a su gente de lo que se debe hacer, no hacer lo que la gente quiera aunque sea un disparate. No digo que no haya que hacer concesiones a la demagogia, que hay que hacerlas con los voladores o incluso con las misses, pero gobernar es algo más… Hay que dar dos de cal y alguna de arena.

“Habría que haber tirado un hotel aunque solo fuera como escarmiento. El cuerpo se me queda mal”

-¿También le pasa al PSOE? ¿Ha perdido vida orgánica?

-Más de lo mismo. La izquierda siempre ha querido explicar, pero ahora lo que se estudia son las encuestas de opinión, lo que opinan los de este barrio… Que no quieren saneamiento sino fiestas, y se les da fiestas. Y esto consiste en convencer.

-El pueblo no siempre tiene la razón.

-Casi nunca.

-¿Cree que los problemas que había en el Ayuntamiento de Arrecife cuando fue alcalde se mantienen 13 años después?

-Está igual o incluso peor. Prefiero no criticar una institución de la que yo fui parte, pero creo que los políticos, en general, parece que se han profesionalizado en exceso. Mal o bien, así es en muchos sitios, pero, claro, en un sitio donde hay paro, pues es tener un nicho de empleo que no está mal. En Arrecife tienen que cambiar muchas cosas.

-Viéndolo con perspectiva, ¿fue un error presentarse a la alcaldía?

-Los errores, a toro pasado, son fáciles de ver. Visto lo que pasó, no sé lo que habría pasado si hubiera estado otro… Yo no me arrepiento. ¿Lo haría hoy? Seguramente no, pero entonces era un momento de cierto regeneracionismo en el partido, con Jerónimo (Saavedra) en Las Palmas de Gran Canaria… Daba idea de cierta prevalencia de modernidad y de atraer nuevos cuadros y nadie mejor que los viejos cuadros para ser partícipes de esa renovación.

-De su vida política, ¿le queda algún resquemor, algo que hubiera hecho de otra manera?

-¿Un resquemor? Ya citaste antes uno sobre en qué ha quedado toda la planificación. También ha habido palos como la Ley del Suelo o Faustino (García Márquez), uno de los hombres más importantes del urbanismo canario, imputado... Yo no soy un político vocacional, sino que, por mi formación académica, la época que me tocó vivir de mayo del 68 creí y creo que había una obligación de la gente que habíamos tenido la oportunidad de estudiar de aportar algo. Me fui y volví y me decían: nadie lo va hacer mejor que tú, y yo a lo mejor me lo creía, lo cual es un disparate, y volví a caer otra vez. Debió afectarme menos.

Comentarios

Pero mira quien habla......
. si hubiéramos restringido el número de camas o hubiéramos crecido de otra manera, ganaríamos lo mismo o más y tendríamos un problema menor. Asi mismo es y lo peor es que siguen permitiendo que se construyan nuevos hoteles de miles de camas, sin ningún tipo de regulación poblacional, entra y sale todo kiski como Pedro por su casa. La próxima crisis, que la habrá, será más sangrante si cabe.
Gran persona y Gran Político. Los nuevos deberían consultarle y pedirle ayuda, sobre todo para aprender a dialogar con todos y buscar consensos y dejarse de pleitos estériles.
¿No será porque los partidos políticos están podridos? . Promoción por parte de dirigentes corruptos que creen que es su patrimonio y encumbramiento de inútiles, huele braguetas y aprendices de corruptos. Con este panorama, ¿que se puede esperar?
Habla de los politicos oportunistas de ahora,y la generacion que el representa,propuso algo para no poner los huevos en el mismo cesto?.Cierre de fabricas de conservas marinas y caida de pesca y agricultura,bases para estar como estamos.
Me alegro verle tan bien!! Mi gran profesor de matemáticas. No le olvidaré.
Tiene mucha razón en lo que dice. Cuanto más e tarde en tomar al toro por los cuernos y diversificar la economía insular, más costoso será el cambio. Aquí no hemos llegado porque sí, sino por el oportunismo de políticos y empresarios, y el pasotismo de una población que miro para otro lado mientras se destrozaba su costa, se abandonaba su campo y se apoltronaba su juventud. Hay que acabar con la profesionalidad de la política, alcaldes que llevan más de 4 legislaturas y creen que el ayuntamiento es suyo, ya no son servidores sino caciques. Lo pero parece que está por venir.
Tenemos la peor clase politica ( desde hace muchos años ), si sumas los presupuestos del cabildo y aytos de la isla, en una legislatura te da 1200 millones de euros. Si a eso le sumaran partidas economicas del gob canarias, central, europa....que obviamente para conseguir ese dinero hay que trabajar e ir con proyectos hechos ( mucho trabajo debe ser ). No es uan falta de recursos, es falta de talento.
Gran Persona puede ser, pero Gran Politico no se lo cree ni con tarros de leche la pastora, se acuerdan de éste dicho
Nada como disparar con pólvora ajena. Y que hacemos con los políticos mentirosos,manipuladores,incapaces etc etc
Estamos a tiempo de que se cumplan las sentencias y se derriben los hoteles ilegales. ¿A que esperan?.
El Sr, Pérez Parrilla no fue precisamente el mejor alcalde que ha tenido esa capital dejada de la mano de Dios y de los hombres. Mejor sería el silencio.

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