-Ya se presentó al Senado en el año 2000 y en estos 19 años ha ocupado cargos muy diversos. Parecía que iba a pasar a la ‘reserva’, así que, ¿por qué se presenta de nuevo para este cargo?

-Porque hablan conmigo y uno no se llega a desenganchar nunca de la política. Hablan compañeros de Lanzarote, de Canarias y de la Federal y consideran que puedo representar bien a la isla de Lanzraote y La Graciosa, que estamos en un momento histórico, porque el Senado va a ser, pese a lo criticado, o puede ser una Cámara decisiva, y porque consideran que tengo la preparación y la experiencia suficiente como para poder desenvolverme bien. Después de pensarlo un tiempo, unas dos semanas, decidí decir que sí.

-¿Hay que reformar el Senado?

-Tiene que haber una reforma. Se lleva en el programa electoral. Lo demandan todos los partidos e incluso algunos abogan por su desaparición. El PSOE aboga por convertirlo en lo que dice la Constitución, una Cámara territorial, porque ahora no lo es. El Senado sí tiene utilidad pero depende de cómo se trabaje. Como senador debes estar en comunicación con la otra Cámara, puedes presentar enmiendas, mociones, interpelaciones, pero también puedes hacer comparecer al Gobierno. Yo abogo por la constitución de un grupo territorial canario dentro del Senado para que cada vez que se trate algo que afecte a Canarias, tenga voz el portavoz de ese grupo. Para eso hace falta tener tres senadores dentro del grupo parlamentario socialista y hacer uso de ese derecho. No puede tener el mismo conocimiento, en relación con el principio de inmediación, un compañero de Valladolid con respecto a un problema de Lanzarote, que un senador por Lanzarote.

-Depende de si coincide el senador con el partido en el gobierno se hace una labor u otra, una de solicitud de información y otra como si se fuera una especie de embajador de la isla en Madrid.

-Se pueden conciliar ambas. Yo no circunscribiría lo que hace un senador con lo que aparece en la página oficia del Senado, porque si no lo que ha hecho nuestro senador en esta legislatura se haría en una tarde y sin mucha preparación, para las preguntas que se hacen, entre ellas una oral que preocupa mucho en Lanzarote para ver el convenio que podemos firmar con Colombia para extraer del fondo marino la nave San José. Hay que conciliar las dos labores: una de acercamiento de los problemas a los ministerios, y por eso se puede hacer comparecer al ministro. Por otra parte, no estoy de acuerdo en el hecho de que si gobierna tu partido seas un mero soldado a las órdenes y no incomodar al poder, que dependiendo de quién esté en el Gobierno, a unos les preguntas y no haces nada y a otros les preguntas para incomodar. No, al poder hay que incomodarlo cuando estén en juego los intereses de Lanzarote y La Graciosa. Esa es mi máxima.

-¿Qué proyectos o intereses concretos para la Isla se pueden plantear en el Senado sin dilación? Ha hablado usted de recuperar los cuarteles de Arrecife, peor es una propuesta que ha estado en la mesa desde hace muchos años...

-Pero no debemos abdicar de recuperarlos.

-Pero acaban de anunciar que se va a alojar allí un nuevo batallón.

-El anuncio ha existido pero no se ha concretado, por lo tanto hay que retomarlo. Se ha hecho una pregunta y el ministerio parece que no sabe bien el título de propiedad que tiene sobre el terreno. También hay una aspiración que debemos intentar, el cambio de la Ley de hidrocarburos, para que no nos vuelva a pasar lo que nos pasó con Repsol, para que el Gobierno de la nación, antes de autorizar para la investigación y extracción en cualquier parte del territorio nacional, porque aquello afectó a otros territorios, sea necesario y preceptivo el informe de la comunidad autónoma, porque eso podría hacer que se consultara a los ciudadanos.

-También se espera de un senador que consiga fondos europeos o subvenciones para los sectores que los necesitan.

-España tiene que ver con el reparto de la cuota del atún rojo, Canarias tiene intereses, en el poco sector pesquero que queda, que no podemos abandonar. Además se están despoblando pueblos, como Haría, y hay un plan estratégico nacional para el sector primario y el mundo rural. Todas las medidas que preconizamos para el Congreso se pueden extrapolar. Algunos dicen que hablan en clave canaria pero cuando hablamos de subir el salario mínimo interprofesional nos afecta a todos. Son muchas las propuestas, pero en concreto, con Costas podríamos negociar la recuperación de piezas de suelo que tenemos en Lanzarote y La Graciosa, incluido algún islote, con fondos que se pueden pedir no solo a la UE sino a la ONU.

-¿Como el Islote del Francés?

-Podría ser, o más bien Alegranza o Montaña Clara, porque eso nos daría un valor añadido, implementar uno de los mayores valores, nuestra biodiversidad. Desde el Senado se puede reclamar, dentro de los partid y den los presupuestos generales del Estado y los convenios con Europa, que venga dinero con carácter finalista para la recuperación de suelo. Lo del Francés sería discutible pero ya abriremos lo espita con el suelo de Ginory.

-¿En qué clave cree que se va a votar en estas elecciones? ¿Cuál puede ser el elemento determinante?

-Espero que la gente vote en libertad, no mediatizados por ninguna promesa de recibir ninguna prebenda. Eso de entrada. También que nadie vote condicionada por ningún miedo. Nosotros preconizamos un estado más igualitario, inclusivo y no excluyente. Voy a respetar lo que diga la ciudadanía, por supuesto, pero la campaña está siendo sucia. Creo que es injusto que se tilde a Sánchez de tener las manos manchadas de sangre porque Bildu haya aprobado unos decretos cuando el PP en Vitoria ha gobernado con el apoyo de Bildu, y en segundo lugar por un tema que me indigna, enfada y me da pena. Los muertos de ETA no son de nadie, son demócratas, nadie puede querer patrimonializar la muerte de nadie. Las campañas no se pueden hacer así, como decir que el PSOE quiere romper España, cuando Rajoy mandó a Urkullu a hablar con las fuerzas independentistas catalanas. Por otra parte, yo soy como soy, no voy a vestirme de corredor ni voy a quitarme la corbata si los manuales de campaña me dicen que me la quite. Me la pondré cuando vaya a trabajar, porque yo para vivir tengo que trabajar.