ENTREVISTA

“Me costó hacer vida normal y tuve que aprender otra vez a caminar”

Carmelo Alemán, paciente que superó la Covid-19 tras un mes en coma

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 2 COMENTARIOS 19/10/2020 - 07:16

Dice Bárbara, su mujer, que “se pasa muy mal”. Pocos días después de que Carmelo ingresara en el Hospital y antes de echarse una siesta, ella le envió un mensaje: “Avísame cuando despiertes”. Y tardó 35 días en despertar. Carmelo Alemán (Las Palmas de Gran Canaria, 1970) estuvo en el borde. Tuvo suerte y salió cara. Es guardia civil desde 1989. Estuvo un año en Bilbao, en 1992, cuando había amenazas de bomba diarias. “Convivíamos con ello, te acostumbras, un poquito como con la COVID, y la gente era muy amable”, dice. Es entrenador de baloncesto, del Magec Tías junior masculino, y está destinado en el aeropuerto, donde cree que se contagió al inicio de la pandemia porque llegaban muchos vuelos de Italia. Se acaba de incorporar de nuevo.

-¿Cómo empieza a notar que se encuentra mal?

-Empecé a notar que no me llegaba bien el aire, solo un día di unas décimas, pero mi mujer llamó al teléfono habilitado y me enviaron una ambulancia. Allí en la carpa ya me vieron mal. A los dos días me aseguran que tengo el virus, la falta de aire era brutal. Tenía el baño a tres metros, me iba a duchar y casi no vuelvo a la cama. Ya perdí la noción, el tino… Desde esa ducha no me acuerdo. A veces olvidas cosas, hasta conversaciones que tuve por WhatsApp...

-Pero estaba consciente...

-Sí, pero no me acuerdo. La doctora me dijo que me iban a inducir el coma, pero no me acuerdo de eso.

-¿Y qué fue lo siguiente?

-Cuando me desperté, que habían pasado 35 días. Me desperté a principios de mayo. Ves a una enfermera, te han hecho una traqueotomía, quieres hablar y no puedes, una desesperación horrible. Había un reloj y yo pensaba, a lo mejor por ver películas, que habían pasado tres o cuatro años.

-No se lo imaginaba, estaba desorientado...

-Mi mujer me decía que al principio estaba con la mirada perdida. Claro, si estuve 35 días durmiendo… Me intentaban poner boca arriba, pero me ponían boca abajo al final porque mi cuerpo quería estar boca abajo.

-¿Qué le decían los sanitarios después sobre su caso?

-El último día en la UVI me dijo una enfermera: “Ahora ya te puedo decir que tus pulmones eran de piedra”, y una doctora me dijo: “Has escapado loco, una vez me tuve que ir fuera  porque era desesperante, parecía que salías hacia adelante y volvías atrás”.

-¿Dónde cree que estuvo la clave?

-Me dieron varios tratamientos. Probaron uno, no recuerdo el nombre, del que habían pedido varias unidades para probar. Me lo dieron a mí primero porque era el que estaba más grave, supongo. Vieron que respondí bien y, de hecho, se lo dieron a una chica que la iban a bajar a la UCI y no hizo falta bajarla.

“Se critica la sanidad de la Isla, pero bendita sea. No había muchos enfermos y quizá por eso estoy vivo”

-¿Ha cambiado su concepto sobre la sanidad pública?

-Es brutalmente a favor. Yo he tenido, y tengo, un seguro privado. Al primer hospital que fui fue a Hospiten y casi me echaron. Me dijeron “no podemos atender temas respiratorios, tienes que ir al hospital”. Te quedas así... “Pues llame a una ambulancia o algo...” Nos fuimos a casa y llamamos desde allí, creo que fui muy afortunado por estar en la Isla. A veces se critica la sanidad de Lanzarote, y bendita sanidad de Lanzarote. Tuve la suerte de que no había muchos enfermos y estoy vivo probablemente por estar aquí. Si hubiera estado en Madrid, con la escasez de todo, a lo mejor me tienen que dejar de lado porque otras personas podían escapar... Aquí creo que hasta lo tomaron como algo personal, que tenían que sacarme para adelante. Y es una pena que ahora muera gente. El trabajo conmigo fue espectacular.

-De ahí la importancia de no saturar los servicios sanitarios.

-Aparte de la saturación, pongo un ejemplo. Es sencillo decir que te pones malo y vas al médico, pero esto es una pandemia, un virus muy malo. Si se contagia el médico, ¿quién te va a cuidar? Se lo pregunté al jefe de la UCI, y si se contagia uno, todo el grupo de ese día tiene que estar en cuarentena. Los sanitarios pueden enfermar y no te pueden curar.

-¿Qué secuelas le han quedado?

-Secuelas, en sí, no veo. Tengo dolores en la espalda, pero después de tantos días acostado... y he hecho rehabilitación. Dicen que pierdes el olfato, pero yo el olfato lo tengo ganado, es brutal.

-¿Mejor que antes?

-Mejor que antes, sinceramente. No sé qué me ha afectado, pero ahora el olor me llega de lejos.

“Dicen que la diabetes es hereditaria. La COVID me la aceleró. Ahora tengo que tomar pastillas e ir al oculista”

-¿Cuánto tiempo tardó en poder hacer una vida normal?

-Para hacer vida normal costó. No podía caminar. La fisioterapeuta me tuvo que enseñar a caminar y estuve ocho días con el andador. Me costaba. Me paraba en medio del pasillo porque estaba asfixiado. Aún ahora, cuando hago ejercicio más fuerte de lo normal, lo noto en los pulmones.

-¿Tiene que tomar medicación? ¿Le hacen un seguimiento?

-Tengo que estar más controlado porque quizá la secuela real es el azúcar. Me dejó la diabetes, yo no la tenía, dicen que puede ser hereditaria, mi madre la tuvo y yo tengo la misma. La COVID quizá me lo aceleró. Ahora tengo que tomar dos pastillas, tengo que ir al oculista, me tengo que cuidar más, y además ahora dicen que aunque hayas estado afectado te puedes contagiar otra vez.

-Se publican muchísimas cosas sobre el virus. ¿Lee algo sobre ello?

-A veces sí y otras no le hago mucho caso porque hay mucha información y no sabes... Lo que sí tengo es respeto a esto. Después de lo que he vivido yo y los míos..., porque muchas veces se habla de la persona que lo tiene, pero piensa en la familia. Son 35 días, confinados, sin salir a ningún sitio y tienes diez minutos al día para hablar con la doctora, que nunca daba buenas noticias. 35 días con esa agonía... Yo lo tuve pero no me enteré, la familia sí lo sufre.

-¿Sigue manteniendo las precauciones que recomiendan?

-Tengo anticuerpos, y mi mujer también, pero lo pasó muy light. Nos hemos hecho pruebas y a ella le da más flojito que a mí, que estoy lleno de anticuerpos, pero como dicen que ya te puedes volver a contagiar, pues hay que tomar todas las precauciones que se puedan. El otro día cometí la torpeza de salir sin mascarilla, llevaba tres días sin salir de casa y se me olvidó, y doblando la esquina dije: la mascarilla, y volví para atrás. También llevo el gel a todos lados porque aunque tú no te contagies, se te puede pegar algo y lo puedes pegar a los demás. Esto aún no se sabe bien lo que es.

“Yo mantendría las restricciones máximas porque mira lo que pasa: contagios y tres muertes tras la desescalada”

-Incluso hay movimientos o teorías negacionistas que hablan de conspiraciones e incluso algunos niegan que exista el virus. ¿Qué le parece?

-No sé de dónde ha salido el virus, de cualquier sitio, eso no lo sé. Te da que pensar. Cada uno que saque sus conclusiones, pero que esto existe y es real, ya te digo yo que lo es.

-¿Qué le parece el debate sobre las restricciones? Si la responsabilidad es de los ciudadanos, de las medidas que toma el Gobierno...

-Nadie va a estar de acuerdo con nadie tal y como es la política. Los que están en la oposición siempre van a a decir que las decisiones son malas. La gente es igual. Dice que los políticos se equivocan y a lo mejor te equivocas tú... Yo mantendría las restricciones máximas a más no poder porque se ha visto que se abre la mano y mira lo que pasa: contagios, tres muertes en Lanzarote después de la desescalada. Incluso hay locos que hacen una fiesta para contagiarse. Hace falta ser inconsciente. Aun sabiendo que pudieras ser asintomático, a ti te va a dar igual, pero mañana te reúnes con tu familia y la contagias. Y si pasa algo, ¿qué vas a decir?

-¿Cree que en Lanzarote se tomó una decisión precipitada al abrir la Isla al turismo?

-Tampoco se pueden marcar muchos tiempos. Al final, o te mueres por un virus o matamos la economía y nos morimos todos de hambre, al final se trata de eso. Hay que hacerlo de forma segura, con la gente concienciada, que los turistas vengan con garantías, hacerlo de la forma más segura posible…, pero si vivimos del turismo no podemos matar a la gente de hambre.

Comentarios

De Las Palmas y habla así, pensaba que era andaluz
El covid te cambia hasta el acento compañero.

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