Roberto Bermejo, economista

“Hasta la gran banca reconoce que estamos en la era de las energías limpias”

Saúl García 0 COMENTARIOS 10/12/2014 - 08:36

Roberto Bermejo es ingeniero industrial, doctor en economía y profesor de economía sostenible en la Universidad del País Vasco. Además ha participado en las alegaciones que presentó el Cabildo de Fuerteventura al proyecto de Repsol.

- ¿Estos proyectos de búsqueda de petróleo en aguas profundas son los últimos intentos por conseguir grandes yacimientos cuando se sabe que el petróleo se acaba?

- Es un indicador de que esto se acaba, pero no mañana ni pasado, habrá para muchos años, pero cada vez menos. Lo que ocurre ya ahora es que las exportaciones de petróleo disminuyen porque los países extractores, que no productores, consumen cada vez más porque lo tienen muy subvencionado. Ese es un primer límite. Por los precios caros, el consumo viene cayendo en otros países, y eso hace que el problema se vea compensado, pero los grandes yacimientos descubiertos en los años 40 a 60, que dan la mitad del petróleo, están en su cuesta abajo. ¿Por qué las empresas buscan a más de 5.000 metros, como en Brasil? Porque no hay petróleo fácil, y cada vez será más caro porque el coste de extracción será mayor y se va a petróleos no convencionales, como el de pizarras o las arenas bituminosas en Canadá. En los años 30, para sacar 100 barriles había que gastar la energía de un barril, y ahora con la energía de uno se extraen sólo 15, y la calidad es peor. Del de aguas profundas se desconoce la calidad pero se sabe que está en la frontera de lo más caro. Podría tener beneficios si el barril está a cien dólares como mínimo.

- ¿Y por qué se empeñan, entonces?

- Porque están desesperados. Tuvieron un maná en el Golfo Pérsico pero en los años setenta nacionalizaron el petróleo...

- Pero ahora se asegura que Estados Unidos es el primer productor de petróleo del mundo...

- No es cierto. Eso es propaganda, y lo que no dicen es que el petróleo que tienen es carísimo y lleva a una carrera a toda velocidad. En el fracking, el primer año de extracción se pierde ya el 40 por ciento de la capacidad y en tres o cuatro años te has quedado sin nada y con un destrozo medioambiental para siempre.

- En España hay proyectos de fracking.

- El Gobierno vasco tiene su plan, que he criticado hace poco. Hay una apuesta por algo que, aparte de que hay poco, siempre se exagera lo que se encuentra. Patxi López fue a Texas y vino diciendo que tenemos gas para sesenta años en Euskadi, y si miras la información de la Agencia estatal energética, no coinciden los datos.

“Una sociedad de gente que quiere enriquecerse es una sociedad infantil: lo que hay que hacer es vivir bien”

- El petróleo es un problema medioambiental pero también de reparto de la energía y del beneficio.

- Sí, es cierto, el economista jefe de la Agencia internacional de la energía, Fatih Birol, que trabajó para la Opep, dice que el petróleo es como alguien que sabe que va a morir. Aún estamos a tiempo de parar el calentamiento global, que es un objetivo claro. El mantra que repite el Gobierno del PP y el anterior ministro Sebastián es que las renovables son más caras, pero hasta la gran banca dice que estamos en la era de las energías renovables

- El problema es quién las va a controlar.

- Sí, pero las renovables son difusas y son difíciles de centralizar, y sería absurdo porque están distribuidas por el territorio. Revolucionan el modelo de producir energía y también combustibles.

- Toda esta carrera energética está relacionada con el mito del crecimiento. El manifiesto ‘Última llamada’ ya ha puesto sobre la mesa la necesidad de ir a un decrecimiento, pero no parece que esté en la agenda de nadie.

- Pensar que una economía va a crecer indefinidamente en un planeta finito es un absurdo. No puede ser, pero además, ¿por qué tiene que crecer? Porque el motor de la economía es el afán de lucro, es enriquecerse, ganar más, y eso solo tiene un valor intrínseco, que es que da poder. Incluso los ricos tienen que buscarse formas de ser poderoso, porque nadie se preocupa de lo rico que sea uno. Por ejemplo, qué le pasa a Florentino Pérez, que es un hombre muy rico que tiene que ser presidente del Real Madrid para que vean que tiene poder. Por otra parte, la gente identifica que si no crecemos entramos en crisis porque el sistema necesita crecer, pero este sistema admite este nivel de paro. Ahora hay una huelga de una multinacional en el País Vasco, que es rentable, pero se quiere marchar a otro país donde es más rentable. Lo que se produce es una polarización de la riqueza y una incapacidad de generar empleo. Otro mundo es posible pero a mí no me gusta el término del decrecimiento porque es compatible un desarrollo sostenible con una economía que no agote recursos pero que dure. Lo que sí está claro es que hay cambiar el modo de vivir.

“El motor de la economía es el afán de lucro, es enriquecerse, ganar más, y eso solo tiene un valor intrínseco, que es que da poder”

- ¿Es ilegítimo el afán de lucro o sólo el desmedido afán de lucro?

- Una sociedad de gente que quiere enriquecerse es una sociedad infantil. Lo que hay que hacer es vivir bien. Los sudamericanos cogen este concepto, el de vivir bien, de las tribus primitivas. O también en Bután, basada en el budismo, donde miden la felicidad. Hasta el indicador de renta per cápita está puesto en cuestión, por la desigualdad de la renta. La presidenta del FMI, Christine Lagarde, dijo en la City de Londres que la distribución de la renta es terrible. En Estados Unidos, desde 2008, el 90 por ciento del incremento de la renta ha ido a un uno por ciento de la población, y así no se puede avanzar. El sistema está entrando en contradicciones tremendas.

- ¿Y cómo se convence a los países pobres que están empezando a crecer y sus ciudadanos quieren vivir como han visto en la tele que viven en Occidente?

- No hay que confundir renta per cápita con calidad de vida. Nosotros no tenemos una buena calidad de vida y ellos no podrán tener nuestro nivel, porque si el modelo del veinte por ciento de la población mundial ya hace que el mundo no aguante, imagínese si toda la población llega a ese nivel. El buen vivir sólo se puede alcanzar cambiando de modelo.

Añadir nuevo comentario