Matías Reyes

"El corredor verde"

Qué es un corredor verde

Tal definición implica enlazar zonas naturales de un entorno urbano de modo que la vegetación  protagonice una franja o pasillo. En ese espacio se podrán dar actividades de distinto tipo de carácter social, cultural y hasta económico. En otras comunidades, una vieja vía de tren,  los márgenes de un río, cualquier accidente geográfico, u otros hitos del territorio, pueden protagonizar un corredor verde.

En el caso de Madrid Río, paralelo al Manzanares y surgida del soterramiento de una vía de circunvalación, se plantaron en ese corredor de casi 700 hectáreas más de 33.000 árboles, y cuenta con una sorprendente biodiversidad gracias a su renaturalización, además de habilitarse carriles bici y amplias zonas de paseo con protagonismo del carácter medioambiental del corredor.

Cuando la alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez y su socio de gobierno, Armando Santana, anunciaron lo de la creación de un corredor verde en Arrecife, lo cierto es que inmediatamente imaginé a un hombre de color verde corriendo sin parar entre el Centro Integrado de FP, Zonzamas, y el Instituto Marítimo Pesquero. Un marciano, inagotable, que corría desde las cercanías del Zonzamas, pasaba por el nuevo centro comercial, y, calles abajo, tocaba la pared de la escuela de pesca, retornando nuevamente hasta el centro de FP.  Así, una y otra vez, porque mi corredor verde utilizaba la rambla medular como vía de comunicación entre los dos centros de formación.

Apeado de mi delirio, pensé que ya existe una vía verde (la rambla medular), no un corredor, entre los dos centros, y que el proyecto municipal de lo que trataría es de justificar el millón y medio de euros que va a costar, en bancos y farolas para la rambla medular. En ese momento me di de bruces con cierta realidad, ¿y si lo del corredor verde no es sino la justificación para mejorar el entorno del nuevo centro comercial y lograr que la población converja en ese punto? No es ser mal pensado, sino ponerse en la piel de la alcaldesa que tanto pasa por adalid de los árboles como por embustera. Afirmo esto último porque no es cierto que lleve tres años de mandato, como ella misma afirma, con los árboles como objetivo, porque de ser así, el censo de nuevos alcorques con árboles sería mucho mayor que a su llegada al ayuntamiento, tanto como que la ciudad se habría transformado, lo cual  no ha sido así. La realidad no muestra ningún cambio en ese sentido, porque la remoción de rotondas y la reposición de árboles perdidos parece venir siendo lo único notable en cuanto a políticas de reverdecimiento. Y si hablamos de nuevas intervenciones, ni en la harinera, por cutre, ni en la calle El Greco, ni en la calle Valencia, tras las obras acometidas, han plantado un sólo árbol. Ni un árbol que sustente su defensa de que ha venido plantando árboles. Lamento llamarla mentirosa, pero si a Sánchez lo tachan de lo mismo porque no dice la verdad, no veo razones de cortesía para librar a Ástrid Pérez del mismo adorno.

Superada la especulación anterior, gugleo el plano de la ciudad y busco los itinerarios posibles entre aquellos dos centros, el Zonzamas y la escuela de pesca, para imaginar posibles corredores verdes en los que podamos visualizar una transformación del espacio actual, donde podamos aspirar a que haya bajas emisiones, una mejora de la calidad ambiental con priorización de las zonas peatonales, la creación y mejora de zonas verdes y de esparcimiento o la instalación de mobiliario urbano accesible. Lo que busco en el plano es un suelo libre entre aquellos dos puntos, sin viviendas ni infraestructuras que lo impidan. En este punto, me intento acercar al concepto de "reverdecimiento" que maneja la alcaldesa, y lo que se muestra ante mis ojos es la colección de horripilantes maceteros de la avenida o de la calle Hnos. Zerolo, esos con forma de pelota inmensa.

Si me pongo en la piel de Armando Santana, lo veo con el uniforme de Hormiconsa y la chapa de supermercados Marcial, porque no se puede tener un empleado más ejemplar en el ayuntamiento de la ciudad, concentrado como está en que todo lo que deba suceder en la ciudad conduzca hasta el nuevo centro comercial, ya sea arrastrando a los cruceristas, aunque ello suponga cargarse el resto de la actividad comercial de la capital, o imaginando un tranvía que los deje en la puerta. Tan dócil resulta.

Con el plano de la ciudad en mi pantalla analizo posibles itinerarios que no sean la medular, y me cuesta imaginar cómo comunicar aquellos dos puntos con las condiciones de un corredor verde. Simplemente no hay suelo libre que lo permita. No hay por dónde trazarlo. También me pregunto el porqué de justificar el proyecto mencionando dos centros educativos y deduzco que acaso sea un pretexto para disimular sus intenciones finales ¿No habría sido mejor lo del corredor verde entre Titerroy y Valterra? Igual no, porque eso sí podría ser objeto de sospecha de lo que realmente pretende, que sería la de arrastrar al pueblo al centro comercial. También pienso que la alcaldesa le debe una a Marina Lanzarote que no levanta cabeza a pesar de su promesa de que con la apertura al tráfico de la avenida le llegarían los clientes a chorros. Pretendería con su corredor matar dos pájaros de un tiro, pues no le interesaría mejorar la calidad de vida de la ciudadanía a la que se debe, sino conducirla a dos centros comerciales.

Recientemente llegué a escuchar una propuesta de transformación de la rambla medular de manera que se le diera la vuelta para convertir en peatonal las vías de circulación motorizada y que estas se trasladaran a la zona central, ¿con qué fin?, ¿es esa la idea que subyace en este proyecto? Porque no veo tal concepto de corredor verde a ambos lados de una vía colmatada de tráfico. Ya digo, no dan puntada sin hilo ni Ástrid Pérez ni su fiel Armando Santana.

Por lo dicho, no parece posible que la rambla medular ni ninguna de las calles existentes o la suma de ellas pueda alcanzar nunca la categoría de corredor verde si primero no se demuelen manzanas enteras de viviendas. Se llamaría de cualquier manera, peatonalización, ajardinamiento, rehabilitación del espacio urbano..., menos como el título de este artículo. Deben haber cursado la solicitud de dinero al gobierno central con este nombre para acceder a la financiación. A ver cómo lo justifican después, porque un corredor verde no les va a salir ni hartos de grifa y a ver cómo cuentan en Madrid que han gastado el dinero en cosa bien diferente al objeto de la solicitud. Los veo devolviendo la pasta. Al tiempo.

 

Comentarios

No nos olvidemos de la soberbia e incapacidad. Empezó el mandato echándole la culpa a Eva de Anta, después al Covid, más tarde a los concejales del PSOE, después a algunos funcionarios, siguiente a los concejales de Coalición Canaria, por último a los funcionarios....Astrid Pérez, desde mi punto de vista, hace el ridículo, tiene un plantel de concejales y asesores penoso, sin preparación, sin cualificación para llevar una ciudad que demanda un empuje y mucho trabajo. Arrecife no se puede permitir el lujo de ser gobernados por personajes de poca valía y que a la mínima hacen responsable a cualquiera que se le cruce por su mente. Atrincherarse en la alcaldía, sin atender a sus ciudadanos, por el pastón que cobra, es para que el pueblo de Arrecife determine que no la queremos, que queremos un cambio YA.

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