La asociación de trabajadores penitenciarios TAMPM ha mostrado este domingo su “absoluta preocupación ante la situación vivida en los últimos días en el centro penitenciario de Lanzarote”, ubicado en Tahíche.

Según denuncia, varios funcionarios tuvieron que intervenir en la noche del sábado para trasladar a dos internos al departamento de aislamiento.

Sobre la medianoche, “uno de los internos exige acudir a otra celda, ya que otro interno tenía que darle una pastilla”, explica la asociación, que añade que el interno, “más tarde haría lo propio para solicitar ir al economato”.

Tal y como señalan desde la asociación, “parece obvio” que el recluso “se encontraba bajo los efectos de algún tipo de sustancia estupefaciente”.

“Cuando llegan al lugar varios de los trabajadores penitenciarios, se encuentran a uno de los internos aporreando la puerta, generando con ello un estado de alarma innecesario en el resto de la población reclusa”, explica el colectivo.

El citado interno fue trasladado al departamento de aislamiento y “es entonces cuando su compañero de celda coge una cuchilla y se abalanza sobre los funcionarios allí presentes, siendo rápidamente reducido por los mismos”.

“No satisfecho con ello, mientras era derivado al módulo de aislamiento iba lanzando por el camino amenazas de todo tipo, como ‘os voy a matar cuando salga a la calle hijos de puta’”, añade la asociación, que indica que, “una vez cacheado”, se le incauta “un pincho carcelario”.

Desde la asociación recuerdan que “hace apenas dos días” un funcionario “resultaba lesionado al tener que reducir a otro interno”. “En poco más de un mes, tres trabajadores penitenciarios de este establecimiento han sido agredidos en el desempeño de sus funciones”, subraya.

Además, el colectivo destaca que si el funcionario finalmente no resulta herido durante una agresión “no consta en las estadísticas penitenciarias”.

La asociación destaca en un comunicado la “precariedad” con la que trabajan los funcionarios en la prisión de Tahíche, “con una seguridad inexistente y una dirección incapaz de poner fin a esta situación”, como “un barco a la deriva sin capitán ni timonel”.