1 COMENTARIOS 23/10/2023 - 08:48

En ocasiones hay proyectos que se llevan a cabo con precipitación, sin pensarlo mucho, sin mucho debate y en poco tiempo. No se puede decir que sea el caso de la ampliación del puerto de Playa Blanca, para el que se analizaron hasta 26 proyectos distintos desde el año 2005, aproximadamente. La elección de un proyecto concreto frente a otros dio mucho que hablar y que escribir y se supone que escogió el que se ajustaba a las características de lo que se quería hacer con el puerto.

Con tanto proyecto descartado y tanto tiempo de estudio era de suponer que se suponía para que se quería el puerto. El consenso estaba en la seguridad. Eso nunca falla. Si alguien pide una obra por seguridad, de los barcos, de los pasajeros o de los beneficios económicos… es incontestable. ¿Quién puede estar en contra de la seguridad? Si solo son 40 millones en cemento. Obras son amores.

Pero después había otro intereses, otros planes, que no se decían tan alto ni tan claro. Bajo ese proyecto, inicialmente, estaba la posibilidad de competir con el puerto de Arrecife en el tráfico de mercancías, lo cual sería un disparate, y también estaba la posibilidad del famoso atraque de cruceros.

Aquí llega la lógica inversa: no es que se quiera un puerto para cruceros, pero ya que tenemos este puerto vamos a poner cruceros. El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, ha pedido a Puertos Canarios que permita el atraque. “Hay touroperadores interesados en atracar en Playa Blanca, así que estos estudios que he propuesto a Puertos Canarios servirán a la comunidad autónoma y al Cabildo de Lanzarote para llenarse de más razones para rentabilizar una instalación cuyo proyecto de ampliación superó los 40 millones de euros”. Es decir, que después de tantos años hacen falta razones ahora para rentabilizar el puerto y no al revés. El eterno retorno de las infraestructuras: lo hacemos y después ya veremos para qué sirve. Véase el Palacio de Congresos: que es muy necesario pero nadie sabe exactamente para qué.

Y después está el capítulo de la oportunidad. Hace dos años, cuando el actual presidente del Cabildo era parlamentario, tenía prisa. “El muelle de Playa Blanca (…) facilitaría que Lanzarote no pierda ni un solo crucero más, máxime en los tiempos que corren donde nuestros comerciantes, restaurantes, taxistas, etc., necesitan urgentemente la recuperación económica”, decía entonces. Hace quince días, el alcalde de Yaiza, hoy en la oposición en el Cabildo, le pedía al Cabildo que se posicione ya a favor de la operación de cruceros en Playa Blanca”. Qué cosas.

Comentarios

Lo que no entiendo es por qué quieren cruceros si se ha demostrado que nos acaban costando dinero en diversas externalidades. ¿Pretendemos que el comercio local compita con una empresa de cruceros cuyo modelo de negocio depende de que los pasajeros se gasten el dinero a bordo y no en tierra?

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