Ana Carrasco

Salirse del surco

Delirar según la RAE significa “Sufrir alucinaciones y decir cosas incoherentes, generalmente como consecuencia de una enfermedad o de un sentimiento de pasión desenfrenada”.

Leo con atención las aportaciones realizadas por la Sociedad Agraria de Transformación “El Jable” (SAT) de Lanzarote ante la Covid-19, cuyo título es “Las dos preguntas de mi madre”. El artículo comienza con esta doble pregunta realizada por una madre que conoció bien la miseria de Lanzarote: ¿Y, si un día el turismo dejara de venir, qué sería de la isla? 

La SAT, se y nos pregunta: ¿Podemos seguir creciendo en camas turísticas?, ¿dónde está el límite de la capacidad de carga?, o ¿hemos superado ya el techo poblacional?, y, si fuera así, ¿cómo debemos actuar de cara al futuro?

Y pienso en Remo Bodei, filósofo italiano, recientemente fallecido, que recurre en su obra “Las lógicas del delirio” a la metáfora campesina del acto de-lirar, que significa “sobrepasar la ‘lira’, o porción de tierra comprendida entre dos surcos”. Para Bodei la idea de salirse del sembrado engloba dos connotaciones: exceso y esterilidad. Sobre ello saben bien nuestros agricultores.

Y si la palabra delirio procede de esa expresión campesina de-lirar, valga la metáfora campesina para contestar las preguntas de la SAT desde esta reflexión: si no será pura alucinación, puro delirio el deseo de sobrepasar los límites, el afán por el más y más...más infraestructuras, más camas turísticas, más turistas. Porque parece que para el agricultor resulta bastante irracional salirnos del surco cuando lo productivo está en él, en esa franja de suelo que ha adecuado el arado y no fuera de él.

El Plan Insular del 91, desde el punto de vista de camas turísticas, aró nuestro territorio dejando un surco generoso de 110.000 camas turísticas después de desclasificar unas 250.000 camas producto de la suma de pasiones desenfrenadas de los alcaldes por urbanizar la isla. 

Según la metáfora campesina, revivir Lanzarote tras la crisis como si no tuviera límites es un delirio, revivir en un planeta finito como si hubiera otros planetas habitables es un gran delirio.

Esta situación de paro forzado es un buen momento para replantearnos muchas cosas, entre ellas la diversificación económica, y un turismo de calidad que tenga como objetivo la contención del techo alojativo. Sin salirnos del surco.

El mismo sábado que leí el escrito de la SAT leía en un medio informativo nacional este titular: “El gestor del Rey emérito declara que recibió de él 1,7 millones en Suiza”. Al parecer, el 7 de abril de 2010, 1,7 millones de euros fueron ingresados en una cuenta de Suiza cuyo primer beneficiario era el Rey de España, hoy ex-Rey. En el lenguaje correcto, Rey emérito. Enseguida pensé, este Rey emérito se ha salido del surco. 

Colocar el dinero en los paraísos fiscales es lo más parecido a sembrar fuera del surco: el dinero deja de ser productivo para la sociedad, se convierte en estéril para tener una sanidad pública digna, una educación de calidad, y empleos decentes: Lo más básico y necesario para el bienestar de una sociedad. 

Metamos el dinero de los paraísos fiscales en el surco y a los tramposos en el trullo. 

PD. Volviendo a Lanzarote, ¿Se imaginan esta crisis con 270.000 camas más, se imaginan esta isla con toda su costa urbanizada, una Famara modo Puerto del Carmen y un Malpaís de La Corona al estilo Playa Blanca? 

 

[Foto: SAT El Jable]

 

Comentarios

Muy bueno, señora Carrasco, gracias. Los radicales eran ellos.
enhorabuena, claro y valiente
Trabajo la tierra valenciana. También escribo. El símil entre la locura colectiva por el crecimiento y el salirse del surco campesino me ha encantado. Sigamos sembrando cordura. Muchas gracias.
Como bien se sabe en agronomía, se puede sembrar en surco, a voleo o al tresbolillo. Y ningun sistema es de-lirio: es de-libro.
En agronomia cuando se siembra fuera del surco se de-lira. A eso se refiere el artículo. Existen ptras formas de siembra. Pero cuando utililizas la modalidad del surco y siembras fuera de él, mal asunto. Es de libro