Ayoze Corujo

No están, pero se les espera

El último barómetro electoral de Metroscopia, una vez más, refleja la primera posición en estimación sobre voto válido a Podemos. En unas hipotéticas elecciones que tuviesen lugar mañana, la formación de Pablo Iglesias obtendría el 20,4% en intención directa de voto, seguido del Partido Popular (12,8%) y del PSOE (12,3%).

Se habla en innumerables ocasiones del fenómeno Podemos. Los mayores eruditos, tanto de la prensa como de la Ciencia Política, analizan las características que han llevado a una precoz formación a la cúspide del panorama político. La situación económica, la desafección política, la fuga de votantes o la quiebra del bipartidismo, han sido variables para entender su éxito. Pero la más destacable a mi entender, es la aparición de los jóvenes en la escena política.

 Cansados de que se les tachara de vagos, de fiesteros, de incultos, de criaturas criadas bajo las mantas de una cultura mediterránea y sureña, decidieron salir a la calle y reivindicar su cuota de protagonismo político. Pablo Iglesias y su grupo de doctos universitarios canalizaron las demandas de los jóvenes, institucionalizaron la revolución, crearon la estructura organizativa y transformaron las quejas en propuestas. Podemos no se entiende sin el despertar juvenil, sin lemas cargados de protesta y enfado, sin sus “no nos representan” y sus “sí se puede”. Gracias  a las asambleas deliberativas, los foros de debate, la participación ciudadana o las candidaturas abiertas, han contribuido a afianzarse como la primera fuerza en intención de voto directo entre los 18 y 44 años, según el CIS.

Pero –siempre tiene que haber excepciones, y- en Lanzarote la dinámica es diferente. Desde que asistimos inquietantes al desembarco de Podemos en la isla, no han hecho más que defraudarnos. El primer círculo se formó con grandes expectativas de atracción ciudadana. Llevados por la corriente de Podemos a nivel nacional, era lógico pensar que las garantías de éxito fueran mayores. Por el contrario, los integrantes de las asambleas y las cabezas visibles de éstas, no han cuajado en el territorio insular.

 Si el pilar fundamental son los jóvenes y sus marchas por el cambio, si la fundamentación del fenómeno es una juventud harta del statu quo, si Podemos nació como canal para ser transmisor de sus demandas, entonces, ¿por qué de su fracaso en la isla?. Los cimientos creados se han hecho sin respetar el punto neurálgico de la organización: la juventud. 

En Lanzarote, la cifra de paro comprendido entre la población de 20 y 30 años, ronda las 2.500 personas de las 14.415 del cómputo global, según los últimos datos del Cabildo Insular. Una tasa de desempleo juvenil de las más altas del territorio regional y nacional. La juventud lanzaroteña, azotada por las pocas oportunidades laborales y la falta de diversificación cultural, se ve aislada a una monotonía isleña que degrada el ímpetu crítico y participativo. Podemos, bien podría ser la salida a muchos de estos muchachos desencantados con las políticas actuales. La antipatía que produce las actuaciones de espaldas a la juventud conejera por parte del “caciquismo político”, allana las posibilidades de captación.

Sin embargo, los círculos creados por Podemos Lanzarote, no han suscitado el encanto necesario para reavivar la participación y la deliberación. Muchas propuestas envasadas al vacío, muchas estelas de la élite de la organización a nivel nacional, pero pocas medidas concretas para la isla.

Hasta que los círculos de Podemos Lanzarote, no logren reunir un número considerable de jóvenes, las posibilidades de prosperar y tener éxito se esfuman. No vale con seguir la corriente creada por sus homólogos madrileños, con ponerse la fachada de revolucionarios y al mismo tiempo soñar con sillones y cargos. Hay que pensar en política, actuar enfocados en la isla y  sus ciudadanos. Dejar de lado los oportunismos que tanto mal han hecho a los partidos tradicionales y hacer gala del encanto que les ha llevado al éxito.

Pablo Iglesias tenía miedo a la intoxicación de la marca. De los tránsfugas y los arribistas, de los interesados y carotas. Podemos es una gran marca supeditada a las franquicias, a reglas establecidas y a un marketing fijo. Pero algunas veces las franquicias no funcionan, los franquiciados van por su cuenta y se termina cerrando el negocio. En Lanzarote no se ha querido, o no se ha podido llegar a la gloria esperada. Podemos Lanzarote no está, no capta y no mueve nada. Otra cosa diferente es la esperanza de que lleguen a tiempo.

Comentarios

Estimado Ayoze, estoy de acuerdo al cien por cien con tu artículo. De hecho, que no tenga aun ningún comentario de las personas que están "cerrando el círculo" Podemos en Lanzarote es más que significativo. Si observamos otras noticias relacionadas con Podemos en Lanzarote, vemos que la actividad de los comentaristas de uno y otro bando es frenética, enfrascados en una batalla de vulgarización de las ideas simplificada en: tu eres comunista, yo no soy la casta, tú eres pijo, tú más, tiembla que llego ... Que este artículo, que hace una crítica seria, certera y atinada de Podemos Lanzarote no llame la atención de sus adeptos habla del poco calado de su discurso (inexistente a mi parecer) y de lo cómodos que se sienten en otros comentarios habidos en este diario y que, francamente, no hacen más que ir contra ellos, y lo peor, contra Podemos a nivel nacional, y esa es mi preocupación y la de todos aquellos que hemos confiado en este nuevo proyecto político. Temo al idealismo práctico como fenómeno social espontáneo, pero temo aun más a sus voceros y representantes (algunos por generación espontánea, otros por venir relegados y despreciados de uno dos y hasta tres partidos distintos, otros por el tufo a fe de converso y por tanto a obsesión personalísima elevada a categoría social). Si su existencia blanda debemos justificarla en base a una ética binaria (es decir, esa autojactancia infantil y propia de quienes aun no han tenido verdaderos logros ni verdaderas responsabilidades para sostenerlos y desarrollarlos) que dice que "peor son los otros" o "al menos no somos los otros (léase la casta o los corruptos)”, pues bien, si debemos permitir que sean blandos, no comunicativos, sin liderazgo social, ni "saber práctico", ni discurso local (exactamente como el resto de partidos), sería sólo porque al menos ellos no son los otros. Esta es la única idea que han sabido comunicar, y por ella y desde ella por la que fracasarán y harán el flaco favor (al psoe y al pp que tanto dicen odiar) de debilitar una alternativa nacional que tendrá su peor enemigo en las múltiples taifas que componen este país y que tan pródigas suelen ser en el cultivo del liderazgo por imitación y el oportunismo al acecho como condición existencial. Para mi en este momento y atendiendo a la particular historia del movimiento, Podemos es una posibilidad más que nada nacional. Si Podemos a nivel nacional ha sabido aglutinar en una misma dirección a cientos de organizaciones diferentes y sensibilidades ciudadanas diversas, es más que nada por el saber hacer del grupo de liderazgo, integrado por académicos y profesionales de las ciencias sociales con muchas horas y kilómetros en las espaldas, comunicando y ensayando mil y una fórmulas y técnicas participativas. Es muy complicado esto de la participación. Algunos pensaran que la democracia participativa es “eso de reunir a la gente para que hable, discuta, puedan recogerse en un papel sus demandas para luego elevarlas a decreto, en un ciclo aparentemente sencillo y natural qué alguno dirá que con lo fácil que es cómo no se había hecho antes (¿no lo creen?, pues vayan a la web del Cabildo y lean la encuesta que desde el área de Participación Ciudadana están promoviendo como “investigación” para desarrollar un plan estratégico, ñoooosssss, que diría mi abuela ante tanta palabra y tan poca sustancia sacada a concurso sin publicidad). Sí, claro. Aunque lo cierto es que, con la tecnología de la que disponemos, hoy por hoy resulta más sencillo operar a corazón abierto o mandar una sonda a Marte que construir eso que llaman ciudadanía. Podemos Lanzarote tiene aun mucha calle que correr, muchas horas que comunicar y mucha experiencia que mostrar para avalar las ideas que, por cierto, no pueden ni deben hacerse sólo y únicamente para luchar contra la “casta” en 4 meses. Ruego porque su levedad no fastidie esa posibilidad/esa esperanza nacional llamada Podemos y en la que tanta buena gente de este país va a confiar en las generales.
El círculo podemos de por aquí no me transmite nada, no parecen tener consciencia política, ni del mal que pueden hacer al proyecto nacional, en el que sí tengo puesta algunas esperanzas. Asumen un rol, no crean ni comunican nada. Estoy harto de leer en los comentarios que nombra arriba cómo se usa lo de "casta", "se huele el miedo de los que pueden perder su puesto" y no se qué lugares comunes. Mera emulación espectacular. Me parece que carecen de espontaneidad y creatividad. La única acción directa que he conocido promovida por ellos es señalar con banderitas las cagadas de perros en un parque para denunciar a sus dueños (porque "los perros no tienen la culpa" y tal). Muy idealista y calle de la piruleta. Pueden hacer que mucha gente termine hasta la nariz de Podemos y repercuta en las nacionales.
El círculo podemos de por aquí no me transmite nada, no parecen tener consciencia política, ni del mal que pueden hacer al proyecto nacional, en el que sí tengo puesta algunas esperanzas. Asumen un rol, no crean ni comunican nada. Estoy harto de leer en los comentarios que nombra arriba cómo se usa lo de "casta", "se huele el miedo de los que pueden perder su puesto" y no se qué lugares comunes. Mera emulación espectacular. Me parece que carecen de espontaneidad y creatividad. La única acción directa que he conocido promovida por ellos es señalar con banderitas las cagadas de perros en un parque para denunciar a sus dueños (porque "los perros no tienen la culpa" y tal). Muy idealista y calle de la piruleta. Pueden hacer que mucha gente termine hasta la nariz de Podemos y repercuta en las nacionales.

Añadir nuevo comentario