Mariem Díaz Fadel

Inhabilitación política y/o social

Para la tranquilidad del Sr. San Ginés este trance con la justicia parece haber terminado, no sin lamentarse públicamente de haber estado cuestionado durante ocho años, y denunciando lo que considera un intento de inhabilitación política y social por parte de sus oponentes políticos. Una caza de brujas, vamos. El pobre.

Quienes no tenemos ni mala ni flaca memoria no olvidamos que San Ginés parece haber vivido en carne propia una miajita de lo que a otros, antes, él les hizo vivir, pretendiendo inhabilitarlos política y socialmente, tanto, como para arrastrar a la ruina a uno y pretender hacerlo a la caverna a otros, aunque a los últimos con escaso éxito, tal es el arraigo familiar y social, para suerte de los damnificados, aún así, el calvario lo pasaron quienes lo pasaron, ellos y sus familias, y no se lo quita nadie. Pero, como si el asunto no fuera con él, ni hace por recordarlo. Podría afirmar que lo que pretendió para otros, se le volvió en contra, por aquello de que "al que escupe al cielo, le cae el escupitajo en la cara", o por lo de "espera a la orilla del barranco y verás el cadáver de tu enemigo pasar", ambas en versiones coloquiales y perfectamente aplicables al personaje. Puede que San Ginés tenga mala memoria o sea un cínico. O ambas cosas, porque no se puede salir de víctima tal que si no hubiera roto un plato. Muy mal tiene que estar.

Ni deseo la figurada muerte pública de San Ginés, ni me inquieta que su paso por los tribunales le tengan de mártir, pero sí le digo que la vida es puñetera y que le deseo una muy, muy larga vida, que ya se encargará esta, o los tribunales, que vaya usted a saber, de ponerlo en su sitio.

A pesar de esos ocho años de cuestionamiento, o quince, según el momento en que le convenga empezar a contar, creo que está teniendo mucha suerte, mucha, y espera que su sobreactuado victimismo le sirva para redimirse ante los electores, "yo soy el bueno y al que persiguen".

Quiero recordar -y no voy a dar nombres- quién era el que daba recados y amenazaba, supuestamente, a los medios de comunicación, so pena de la retirada de eso que todos llaman "publicidad institucional" y que no es más que un impuesto revolucionario del que todos se benefician y que tanto provecho mediático produce, recuerden, si no, como el propietario de un medio local se quejaba de que dónde estaba su parte del pastel en forma de contratación de publicidad institucional, pues no llegaba a fin de mes. Achaca a otros lo que (también) hace él, pero somos tan imperfectos que vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos tamaña viga en el nuestro.

Impoluta, lo que se dice impoluta, no sé si tiene su conciencia, tal y como afirma. Yo, más bien, creo que carece de ella, y sus problemas judiciales podrían tener su origen en la manera de funcionar que le caracteriza, no se bien si decir al límite, lo cual ni es bueno ni malo, sino peligroso.

Que hable de construir una isla mejor y una sociedad más feliz, por sonar, suena a traca, por lo que se me ocurre que habría que traducirlo como que sus amigos empresarios sean felices construyendo donde les venga bien, porque no tengo la constatación de su generosidad, entrega, ni vocación de servicio, ni de él, ni de su partido.

Que se lamente en su puesta en escena un tanto pantojil de que se le ha negado su defensa ante la opinión pública más parece un delirio porque lo hemos sufrido, micrófono en mano  día sí, día también. Debe ser que lee el Pronto y es su manual con el que conducirse por la vida, de ahí la apelación a una amiga especial en forma de sentido agradecimiento en su selectivo calvario, o su confianza en la Fiscalía y velada censura al juez, al que hasta hace observaciones. Muy de la Esteban.

En la próxima convocatoria electoral igual vuelve a ser candidato. Tan desnortado está CC. O mucho es lo que sabe San Ginés de sus compañeros de travesía política, por llamar de alguna manera a esa forma de estar en lo público, como para que nadie se atreva a invitarlo a apartarse. "Antes muerta que sencilla...." que decía una canción. "Aserejé", le susurraría yo al oído. Y que le den, que ya estaba yo tardando en perder la compostura ante tanto canchanchanerío y petardeo. Que no se puede tener la piel tan fina y dos raseros, ni una visión tan distorsionada de la realidad. Es todo de una vulgaridad pasmosa.

Comentarios

Lo de Carlos espino que denunció AsteosbPerez fue un delito de libro del que se libro porque la primera pactó con Loly no recurrir. Y el veto de San Ginés ha sido en medios donde jamás lo has visto con un micrófono porque no sé lo permiten. Que no te enteras y se te ve el rejo a la legua
En el artículo no se nombra a Carlos Espino. Y lo que no dices es a los otros que se llevó por delante o lo intentó, que eran, al menos tres personas. No sé yo a quien se le ve el rejo.
Mucho odio tiene la escribidora contra Sangines, se nota que les ha dolido y mucho a los socialistas el no conseguir esta condena, pero bueno las patadas se las han llevado los consejeros chulitos de Podemos, menuda moto les vendió el psoe, a ver ahora si les dan las perras para aflojar los casi 100.000 euracos que les va a salir la bromo, pero me dice un pajarito que las perras van a salir de solo tres bolsillos y ninguno socialista. Eso pasa por juntarse con la mafia.

Añadir nuevo comentario