Ana Carrasco

El alfabeto de las plantas

Escribir con flores

 

Me gustaría ser planta para rebelarme contra el destino,
abrazarte con mis raíces y alimentar con savia nueva tu renacer.

 

Es la primera vez que decido el título de un artículo antes de escribirlo. Tengo claro lo que quiero contar: he elaborado un alfabeto, el de las plantas de Lanzarote. Un alfabeto escogido, en el que cada letra se corresponde con el nombre científico de una planta autóctona. La letra A, con Argyranthemum maderense; la B, con Bupleurum handiense; la C, con Caralluma burchardii... Así hasta la Z. Un alfabeto para escribirle con flores.

Y con flores, porque siempre me gustó la botánica. Recuerdo haber pasado horas, ojeando guías de flora cuando estudiaba biología en la Universidad de La Laguna. En la facultad me ensañaron a reconocer las plantas, a distinguir unas de otras, a apreciar la variedad, pero lo que más me sorprende de ellas es la "inteligencia" que despliegan. Leer al neurobiólogo vegetal, Stefano Mancuso, es una bonita manera de introducirse en ese mundo.

Conocí a Mancuso en Lanzarote en 2018, lo que nos dijo en su charla acerca de la "sensibilidad e inteligencia vegetal", era toda una novedad. Sin embargo, es de justicia reconocer que ya otros estudiosos, un siglo antes, habían hablado de "inteligencia". El mismo Darwin fue uno de los primeros científicos en percatarse de la importancia del ápice radical de las plantas, formuló la hipótesis "Raíz-Cerebro". Decía de estas que eran los seres más extraordinarios que conocía.

Y mucho más allá fue su hijo, Francis Darwin, al defender en el congreso anual de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia (1908) que las plantas eran seres inteligentes. Pese a lo cual, a lo largo de la historia ha prevalecido la idea de que las plantas son seres inferiores, quizás en parte, porque en aquel congreso se burlaron de él. Como tampoco se creyó en su día que las mujeres fueran inteligentes. Algo de culpa debió tener Aristóteles al calificar de inferior la vida de las plantas porque no caminaban.

Fue hace 300 millones de años que los organismos primitivos tomaron caminos diferentes, unos "optaron" por moverse y otros por plantarse. Se podría pensar que los que se plantaron y enraizaron, estarían en desventaja con respecto a los que desarrollaron órganos de locomoción, los animales. Pero, las plantas se las ingeniaron para tomar su alimento del suelo, el sol y el aire, convirtiéndose en autosuficientes. Y como, a diferencia de los animales, no podían huir, desarrollaron múltiples estrategias de supervivencia, y una estructura corporal nodular repetitiva, en la que ninguna parte es imprescindible.

Maurice Maeterlinck, que publicó en 1907 "La inteligencia de las flores", describe lo dicho de una manera más poética: "Ese mundo vegetal que vemos tan tranquilo, tan resignado, en que todo parece aceptación, silencio, obediencia, recogimiento, es por el contrario aquel en el que la rebelión contra el destino es la más vehemente y la más obstinada".

Si la inteligencia se interpreta como la habilidad para resolver problemas, las plantas, desde luego, nos superan. Sus estrategias evolutivas han sido tan exitosas, tan eficaces, que el resto de los seres vivos no somos nada sin ellas. Como señala Mancuso, si mañana las plantas desaparecieran de la Tierra, la vida humana duraría pocas semanas, pero si el hombre desapareciera, las plantas lo cubrirían todo. Maeterlinck lo expresó de esta otra manera: "Si se encuentran plantas y flores torpes o desgraciadas, no las hay que se hallen enteramente desprovistas de sabiduría e ingeniosidad. Todas se aplican al cumplimiento de su obra; todas tienen la magnífica ambición de invadir y conquistar la superficie del globo multiplicando en él hasta el infinito la forma de existencia que representan"

Aristóteles, que estaba convencido también de la inferioridad física, intelectual y moral de la mujer, consideraba al macho activo, causante del movimiento, y a la hembra pasiva, solo puesta en funcionamiento por el hombre. Me viene a la cabeza, la Española María Lejárraga porque en el mismo año que el hijo de Darwin defendió infructuosamente su tesis, abandonó su plaza de maestra de escuela para dedicarse a escribir y convertirse en dramaturga; una dramaturga, y más tarde política, que en sus caminos por España jaleaba a los hombres para que sacaran a sus mujeres de las casas y ejercieran su reciente derecho al voto.

Hoy la ciencia, ha comprobado que el ápice de la raíz puede considerarse "el cerebro" de las plantas por estar dotado de una sensibilidad que le permite a la raíz controlar sus movimientos a la hora de expandirse. Pienso, qué inteligente fue la filósofa española Olivia Sabuco cuando en el siglo XVI catalogó al ser humano de árbol invertido cuyas raíces están en el cerebro. ¿Acaso no es el cerebro el que nos sostiene, controla nuestros movimientos y nos nutre con sus ideas?

P.D. El belga Maeterlinck era abogado, dejó de serlo para convertirse en observador de la naturaleza, escritor y dramaturgo. La española María Lejárraga, un año después de que Maurice Maeterlinck publicara su libro, "La inteligencia de las flores", dejó su plaza de maestra de escuela para convertirse en dramaturga. Permanece en discusión la autoría de la obra "Nueva Filosofía de la naturaleza del hombre" de Olivia Sabuco. Algunos estudiosos consideran que la obra fue escrita por su padre, Miguel Sabuco.

Comentarios

Nos preguntamos si las plantas son o no inteligentes porque solo aquellas formas de vida parecidas al ser humano tienen valor. Es antropocentrismo, por eso nos sorprende esa inteligencia. Por qué es sorprendente?
Gracias H por el comentario, tienes razón, sí hemos tenido una visión muy antropocéntrica que nos impide ver más allá de nosotros. Parece que no formamos parte de la naturaleza. Que somos organismos superiores. Yo en la universidad no estudié las estrategias de las plantas con esa visión que expone Mancuso. Y no sé si lo aportado desde hace unos años por este investigador y otros a la ciencia está en el curriculum universario. Me consta que hay científicos que son críticos. Admiro el mundo vegetal, me asombra y me conmueve. Por cierto, H de Helianthemun gonzalezferreri. Planta dedicada al gran naturalista y enólogo lanzaroteño, Estanislao González Ferrer.
Las plantas logran sacar el máximo partido a los recursos disponibles sin deteriorar el planeta. Nosotros somos incapaces, al parecer.
Al 3, No siempre es cierto lo que dices. ¿Sabes cómo se produjo el carbón?

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