Virginia Carretero

El árbol del alcalde. Las palmeras de nadie

Comenzaría, Sr. Alcalde, indicando que hay una guerra y que usted no forma parte de ella. El conflicto lo generan técnicos municipales que no quieren reconocer las competencias del Cabildo en materia de Patrimonio. Es más, viene durando décadas tal conflicto y parece irles muy bien enredando a cada equipo de gobierno que llega. Lo que sí parece, para éxito de otros, es que también le han liado para continuar con la dinámica de desencuentros entre las dos administraciones, y por eso le tienen afirmando que va a pedir una segunda opinión sobre una especie vegetal en la Plaza de las Palmas de Arrecife, la plaza de la iglesia. A su antecesora en el cargo, Doña Ástrid Pérez, también le costó entender que hay partes de la ciudad donde el Ayuntamiento ha de cumplir con las competencias de otras administraciones, y no por eso iba a ser menos alcaldesa, pero ya sabemos como se las ventila.

A mi entender le han invitado a hacer el ridículo porque no parece que tenga asesores cualificados que le recuerden cómo proceder en cada caso. En el que nos ocupa, lo que toca es seguir los dictados de los procedimientos, y no lo es intentar puentear al Cabildo para que la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias emita informe alguno que no es de su competencia. A este órgano la cosa le va en autorizar excavaciones arqueológicas y poco más, pero eso se lo tenían que haber dicho en su casa, en la sede municipal. Entre todos le han echado a los lobos.

El que el asunto es un sinsentido lo explica también el hecho de que tenga una persona responsable del contrato con la empresa que realiza el mantenimiento de los parques y jardines y que se le deje hacer los disparates de podas que realiza; que no haya atendido las necesidades de las palmeras del municipio que mueren a ojos vista sin que ni la técnico ni la empresa, ni representante público alguno abra la boca. Pero si les va la vida en la casuarina (pino marino) de la plaza de la iglesia, que tiene destrozado el pavimento y que por no dar, no da ni sombra. Pocos valores concurren en el ejemplar que tampoco es centenario, por cierto. En Gran Canaria el aprecio le viene en que se usa como cortavientos en los cultivos. A nadie le tembló el pulso con la bellísima tipuana que talaron en la confluencia de las calles Coronel Bens y Manolo Millares, mucho más valiosa para el paisaje urbano que esta casuarina. Fue una gran pérdida.

La cosa no parece complicada, intente buscar un sitio a la casuarina que se estime adecuado, aunque puestos a ser franca, yo no la querría en mi espacio público, y en la parte exterior de la plaza, en el lugar de los aparcamientos colindantes, se puede arbolar convenientemente con especies de sombra que cualifiquen este espacio, tal y como hacen los laureles existentes, pero en primer lugar pregunte a Patrimonio sobre la viabilidad de esa medida.

No estoy como para para recomendar nada a nadie, pero como mi alcalde que es y responsable de la ciudad en la que vivo y que me importa, cuídese de los técnicos de obras y cuídese de los de jardines. Son los dos grandes ejes para la cualificación de la ciudad que, de perder el control, le van a dinamitar cualquier proyecto de ciudad.

Comentarios

Si vamos a talar la casuarina porque es fea, tengamos en cuenta que actúa como una pantalla para ocultar la horrorosa arquitectura hay detrás. ¿Con lo fea que es Arrecife y van a embellecerla talando los árboles feos? El árbol más feo de la ciudad es más bonito que la mayoría de las construcciones. Sin ir más lejos, el monumento al fascismo en medio de la plaza es una absoluta mierda. La arquitectura de la plaza, por mucho que a algunos les guste las pelotas de Manrique, es mediocre tirando a cutre. Está mal diseñada si en esas jardineras se pretendía plantar árboles, y vaya infierno de plaza si no tuviera árboles. La idea de trasplantar es una estupidez. Primero porque destruirías gran parte de ese patrimonio de jardineras y pelotas para sacar el árbol, y segundo porque no hay espacio para las grúas y camiones necesarios para hacer el trasplante adecuadamente, que además tendría un coste cercano a los 100.000€. Otra cosa es talar el árbol por debajo del nivel del suelo e hincarlo en otro sitio. Eso es malversación, ya que se estaría pagando mucho más dinero del necesario para efectuar lo que a efectos prácticos es una tala con la única razón de engañar a la ciudadanía diciéndoles que Arrecife no pierde otro árbol y todo lo asociado (sombra, canto de pájaros, reducción de la contaminación del aire y del ruido, reducción del viento, reducción del efecto isla de calor, etc).
Pelotas, está usted fatal
Teniendo en cuenta que viene de una persona que quiere talar árboles y conservar monumentos al fascismo, gracias por el halago y me esforzaré por estar cada día más fatal. Espero que te diviertas midiendo el diámetro de las pelotas de Manrique y debatiendo sobre su simbología esotérica.
¿No será que quieren quitar el árbol porque le tocó las pelotas a Manrique? https://maps.app.goo.gl/pFh4hwc2TuWxoMtq7
Me pierdo ¿Quién ha puesto sobre la mesa que la casuarina y el conjunto central van en el mismo paquete? La firmante del artículo no es. Sólo percibo una opinión.
Por lo que leo, todo está centrado en el árbol y nadie defiende las palmeras. Lamentable.
¿Acaso alguien pretende talar las palmeras de la plaza?

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