Con Adonay Bermúdez nunca se sabe. O, mejor dicho, siempre se sabe, porque defiende sus postulados artísticos y éticos incluso si con ello provoca la destrucción del camino por el que avanza. Así que no es de extrañar que, como director artístico de la XI Bienal de Arte de Lanzarote Como la liebre en el páramo, que se inaugura el 1 de septiembre, siga mostrando la misma determinación por reflexionar a través del arte, y plantee abordar los tres pilares del debate social contemporáneo: memoria histórica, flujos migratorios y fronteras y feminismo, ahondando también en los conceptos de lo colaborativo y lo colectivo, el territorio y la esfera pública y el eje pasado-presente-futuro.

Todo bajo la eterna premisa de imbricación del arte con el entorno en el que se produce. “Es fundamental que la comunidad lanzaroteña se sienta identificada y representada en esta Bienal. Y ese contexto no puede entenderse sin la presencia de Latinoamérica. Es necesario pasar de multiculturalidad a interculturalidad y eso solo es posible si desde las instituciones, desde la cultura, desde lo social hacemos por ello. Es necesario defender el museo como un espacio democrático, feminista, plural, inclusivo y horizontal, un espacio para el diálogo y la reflexión”, subraya Bermúdez.

La undécima edición de la Bienal de Arte de Lanzarote se desarrollará desde el 1 de septiembre al 30 de abril de 2023 en distintos puntos de la Isla (CIC El Almacén, La Ermita de Tías, Sala Saramago, Casa Amarilla o sedes de colectivos artísticos), aunque tendrá su base en el MIAC Castillo de San José. Para seis meses de programación, cuenta con un presupuesto de 200.000 euros, aportados por los CACT (150.000 euros), Gobierno de Canarias (20.000 euros), los ayuntamientos de Tías, Teguise, Yaiza y San Bartolomé, la Fundación César Manrique, el Museo Nacional Thyssen Bornemisza y el MUAC de México.

El director artístico de esta edición ha basado su propuesta en el revelador texto Como la liebre en el páramo, de Leandro Perdomo (1921-1993), que habla de la ingenuidad humana y en el que se hace evidente el enfoque crítico y social del cronista lanzaroteño: “De salto en salto, como la liebre en el páramo tratando de descubrir el escondrijo, vamos descubriendo verdades, realidades que a veces nos alejan y otras, las más, nos acongojan, y nos conturban y nos espantan. [...] Después viene la reacción, la serenidad reflexiva de las ideas, y nos quedamos como atontados, hasta que comprendemos lo ingenuos que hemos sido, marionetas de paja y de resortes manejados por los listos”.

Adonay Bermúdez explica que siente una especial conexión con el interés por lo social y la perspectiva ácida y deslenguada de Leandro Perdomo, del que se cumplen tres décadas de su desaparición.

Programa

La nueva edición de la Bienal está concebida por y para la ciudadanía “porque la verdadera cultura es democrática, inclusiva, participativa y polifónica, reconoce los conflictos y desafíos del presente, salvaguarda la diversidad y garantiza la igualdad entre individuos”, dice Bermúdez, que asegura que la tendencia en el mundo del arte es, precisamente, reflexionar sobre fenómenos cercanos, populares, alejados del estigma de elitista que ha tenido tradicionalmente el arte contemporáneo.

Con este objetivo, el comisario internacional de arte ha cerrado convenios y colaboraciones con entidades museísticas y colectivos artísticos de primer nivel. Entre otros, prestan su apoyo a esta edición de la Bienal el Museo Nacional Thyssen Bornemisza, el MUAC de México, el MUSAC de Castilla y León o el MACBA de Barcelona, lo que permite contar en la Isla con la presencia de artistas como Martha Rosler, Tracey Emin o Doris Salcedo.

Las primeras citas que irán jalonando el extenso programa de la Bienal son, el 1 de septiembre, la apertura de la muestra colectiva Bienes ocultos, en el MIAC; el 3 de septiembre, en La Ermita de Tías, la exposición Monumento a la oscuridad (Eugenio Merino y Miguel G. Morales); el 4 de octubre, en El Almacén, la conferencia del presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva; y el 6 de octubre, en la Sala Saramago de la FCM, la del politólogo, filósofo y sociólogo francés de origen argelino Sami Naïr, que hablará sobre la guerra de Ucrania y los desplazamientos migratorios que ha provocado en Europa.

“Es fundamental que la comunidad lanzaroteña se sienta representada”

Bermúdez destaca como una de las citas más importantes para él, prevista para el mes de marzo, la mesa redonda No somos solo cuerpo: cáncer de mama y ruptura del canon patriarcal en el arte, en la que intervendrán Marina Vargas y Teresa Correa, dos artistas que mostrarán su experiencia con el cáncer y su traslado al campo artístico.

Otra de las líneas en las que profundizará la Bienal es la relación histórica, cultural y económica de Canarias con Latinoamérica, que Bermúdez describe como “el continente hermano”. En este sentido, se prevé la llegada de artistas como el cubano Carlos Martiel, las mexicanas Tania Candiani y Mónica Mayer, el venezolano Marco Montiel-Soto, el argentino Enrique Jezik o la chilena Lotty Rosenfeld, entre otros.

Los creadores y coleccionistas locales también están muy presentes en esta edición, siguiendo la pauta de programar teniendo en cuenta el propio contexto. La Isla cuenta con una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de España: Ofelia Martín-Javier Núñez. Lanzarote, que siempre colabora activamente con propuestas artísticas.

Además, a lo largo de la Bienal se podrá profundizar en la obra de artistas como Rigoberto Camacho, Carmela García, Gerson Díaz, Ars Magna, Veintinueve Trece; los diseñadores gráficos Vanessa Rodríguez y Estudio Sombra o las serigrafías de Barco Print.

Con este intenso trabajo, realizado en tiempo récord, Adonay Bermúdez espera que el nombre de Lanzarote llegue a los circuitos internacionales del arte: “Que se vea que también somos cultura”, sentencia.