DE BARRIO EN BARRIO

Una clientela “más internacional que en Marsella”

“Los que vienen de países sudamericanos nos piden productos típicos, como el aguacate, la yuca o el plátano macho, que yo ni siquiera conocía”, explica Miguel Ángel, de Frutería Saavedra

Foto: Manolo de la Hoz.
Lourdes Bermejo 1 COMENTARIOS 11/02/2019 - 06:41

En el populoso barrio de Argana Alta, los hermanos Saavedra acaban de tomar el testigo de la tienda que sus padres regentaron durante treinta años. La diversidad de culturas y nacionalidades que conviven en la zona ha variado la oferta de productos, que ahora incluye algunos hasta hace poco desconocidos en la Isla. La flexibilidad de horarios y el ahorro que supone contar con local propio constituyen las fortalezas de esta tienda de cercanía.

Manuel y Pilar, los padres de Roberto y Miguel Ángel Saavedra, regentaron hasta hace seis meses el negocio familiar en la calle Cribo de Argana Alta, momento en el que el testigo pasó a sus hijos. “Mi madre suele preocuparse y está siempre al tanto, pero intentamos que ya no venga por aquí, a menos que alguno de nosotros esté de vacaciones”, explica Miguel Ángel, el hermano menor.

Frutería Saavedra se ubica en un local de medianas dimensiones, acondicionado como suepermercado de cercanía. En sus estanterías se puede encontrar productos de todo tipo, desde conservas a la fruta que da nombre al establecimiento “y que compramos a los agricultores locales”, pasando por tabaco o botellas de vino, solicitadas por clientes que acuden a una cena de último momento.

Frutería Saavedra es una tienda de oportunidad, que se ubica en el barrio más poblado de Arrecife, con casi 10.000 residentes de 50 nacionalidades y apuesta por la flexibilidad horaria para rentabilizar el negocio, lo que los hermanos describen como “no saber de horas”. Esto supone abrir a las seis de la mañana hasta las 13.00 horas y nuevamente de 17.00 a 20.30 horas.

Los primeros clientes suelen ser los trabajadores que desayunan un bocadillo antes de incorporarse a su puesto en el taller mecánico o en la construcción. Después llegan los que acaban de dejar a los niños en el colegio. No hay especialidades, pero los bocatas más solicitados son de jamón, salchichón, pechuga y queso fresco o duro. “Tenemos queso majorero de Maxorata y de Rosa de la Madera”, apunta Miguel Ángel.

La oportunidad de negocio está en la amplitud de horario, ya que las cadenas de supermercados abren más tarde. Otra de las ventajas es contar con un local en propiedad porque “de otra manera, pagando un alquiler, no se podría competir”.

Los comercios de Argana tienen probablemente la clientela más variada de toda la Isla. “Es más internacional que Marsella”, bromea Roberto, que dice atender a personas de toda raza y nacionalidad, “excepto quizá chinos, que tienen sus propios suministros”.

Este perfil tan cosmopolita ha abierto la oferta de género de Frutería Saavedra. “Los que vienen de países sudamericanos nos piden productos típicos, como el aguacate, la yuca o el plátano macho, que yo ni siquiera conocía”, explica Miguel Ángel, a quien no le gustan estas frutas y tubérculos. “Me quedo con nuestra batata y papa”, sentencia.

De hecho, en una de las cajas lucen batatas grandes de San Bartolomé, de tamaño menos demandado por las grandes cadenas. No obstante, los hermanos Saavedra admiten que la evolución demográfica que ha experimentado el barrio en los últimos años es “una riqueza”.

Los vecinos parecen vivir en armonía, a pesar de sus distintos orígenes y culturas y, en el transcurso de la entrevista, clientes árabes, canarios y latinos hacen sus compras en la tienda, saludando familiarmente. “No hemos notado muchas diferencias en las compras. La gente suele venir a llevarse un producto que ha olvidado en la compra semanal o un ingrediente para la comida. Nunca se hacen grandes compras”, dicen los dos hermanos. Y bromean con que “todos bebemos”, en referencia a los preceptos respecto al alcohol en algunas culturas.

Con muchos años por delante, los nuevos responsables de la frutería conservan el método de trabajo que sus padres llevaron durante 30 años, quizá siguiendo el consejo de que si algo funciona no ha de cambiarse. Eso sí, la sociedad en la que desarrollarán su actividad estos hermanos en el barrio de Argana será radicalmente distinta a la que vieron sus padres, cuando nació el negocio familiar en el barrio más diverso de Arrecife.

Comentarios

¿ Estos son los Saavedra de Valterra ?.

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