SOCIEDAD

Toda la Isla cabe en el IES Puerto del Carmen

Saúl García 0 COMENTARIOS 21/01/2018 - 10:37

En el IES Puerto del Carmen cabe todo el patrimonio de Lanzarote: el cultural, el arqueológico, el histórico, natural, etnográfico o industrial... Cada año, el Instituto lleva a cabo una jornada de puertas abiertas que sirve para mostrar un proyecto que se hace durante todo el curso en el que participan todos los alumnos y todos los profesores. “Esto es un trabajo de todo el claustro”, insisten Esperanza Martínez Riquelme, y Sanjo Fuentes Luis, promotores del proyecto del curso pasado, titulado 'El Patrimonio Cultural de Lanzarote como recurso educativo', que se presentó como experiencia innovadora dentro de las últimas Jornadas de estudios sobre Lanzarote y Fuerteventura.

Otros años el proyecto ha tratado sobre el futuro, con la construcción de un túnel del tiempo, y sobre la lectura, con el libro Fahrenheit 451 como protagonista. Sanjo Fuentes es profesor de historia y arqueólogo y ha desarrollado programas de educación en patrimonio en todo el Archipiélago. Hoy está en otro instituto, pero el año pasado Esperanza, profesora de música y vicedirectora, recurrió a su experiencia para impulsar el proyecto. “La educación patrimonial es una disciplina emergente -señala- y el patrimonio de Lanzarote puede ser un buen recurso educativo”. Y añade: “La idea es tener una enseñanza que plantee problemas y dé soluciones”.

El proyecto nace de una realidad. Lanzarote cambió su modelo económico, del sector primario al turismo, en muy poco tiempo, y eso tiene consecuencias. La agricultura, la ganadería y la pesca dejan una huella en el territorio, en el paisaje, pero también en la psique. Con el cambio de modelo se rompe la cadena de transmisión y hay una pérdida de valores identitarios.

El IES Puerto del Carmen es el paradigma. De sus 307 alumnos, 116 son extranjeros de 23 nacionalidades diferentes y otros muchos son de padres extranjeros o no nacidos en la Isla. “El año pasado, en una clase, tan sólo había una niña que sus padres fueran de Lanzarote”, señala Esperanza. Esta carencia de vínculos emocionales dificulta el conocimiento del patrimonio de la Isla. Y es difícil valorar lo que no se conoce. Ese es el punto de partida, pero el desarrollo consistió en trabajar con proyectos sobre el patrimonio, sobre los patrimonios, desarrollados por los propios alumnos y que se pueden encajar en cualquiera de las asignaturas. Es una estrategia integral, y de hecho, en las tres últimas leyes educativas la educación patrimonial está presente en casi todas las materias.

Para desarrollar el proyecto los alumnos tienen que salir a la calle, hacen preguntas, hacen entrevistas, hacen rutas y senderos, visitan museos, empresas, asociaciones… Conocen la Isla que, en muchos casos, no conocían. “Su realidad muchas veces se limita a la esquina de su casa”, señala Sanjo. Hace tiempo que la letra, en las aulas, no entra con sangre, pero no es ajena al aburrimiento ni al desinterés. Los profesores buscan, en este caso, métodos cooperativos o innovadores, acudir al teatro, el cómic o la videocreación y que la foto fija de la educación no represente a treinta alumnos escuchando a un profesor.

La mayoría de los profesores se implicó también fuera del horario lectivo, “y también participa el personal no docente, el administrativo y empresas e instituciones”, señalan Sanjo y Esperanza: “Sin la implicación del profesorado y las ganas de los alumnos, esto no sale”, dicen. “Con este proyecto se motivan, se sienten protagonistas y llegan a destacar alumnos que de otra forma no destacan”.


Esperanza Martínez y Sanjo Fuentes.

El IES Puerto del Carmen es el paradigma. De sus 307 alumnos, 116 son extranjeros de 23 nacionalidades diferentes y otros muchos son de padres extranjeros o no nacidos en la Isla. “El año pasado, en una clase, tan sólo había una niña que sus padres fueran de Lanzarote”

También ayuda a mejorar el rendimiento escolar. En la jornada de puertas abiertas de este año, que fue en abril, los visitantes (padres, madres, autoridades y otros invitados) se convertían en cruceristas que llegan a Lanzarote. Cada diez minutos llega un grupo. Cada aula es un área patrimonial en la que los alumnos han preparado actuaciones, auténticas performances. En una aparece la isla en el Siglo XVII, en otra se representa la leyenda de Ico, otra es una recreación del Risco de Famara, después Los Diabletes están en el patio, en el gimnasio hay una luchada, en otra clase se han reunido asociaciones del tejido social como Afol, Flora Acoge o Sara, en otra más hay un arenado con productos del campo y en otra un restaurante que representa la gastronomía más moderna porque el patrimonio no es sólo pasado.

Ese día, en el Instituto han aparecido personajes célebres. Hay una rueda de prensa de Blas Cabrera con Marie Curie y Albert Einstein, mientras César Manrique pinta un cuadro ante la mirada de los visitantes. Se trata de “una mirada fresca al patrimonio” que tiene el objetivo de “crear ciudadanía en las aulas” y que, como resultado más inmediato, produce “que evolucionen mucho hablando en público, que tengan más seguridad y menos vergüenza”. “Lo que aprendes así no se te olvida, está demostrado que se aprende más con la emoción y en este proyecto ellos son los protagonistas”, asegura Esperanza Martínez.

 

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