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Tibisay Morales, ejemplo de la rentabilidad del relevo agrícola

La joven de Tinajo está al frente de un proyecto global que combina producción ecológica y gastronomía kilómetro cero

Tibisay Morales en la finca ecológica que dirige en Tinajo. Fotos: Adriel Perdomo.
María José Lahora 5 COMENTARIOS 22/12/2020 - 07:01

El proyecto de Tibisay Morales en Ecofinca VegaCosta es un claro ejemplo de que la agricultura puede dar sus frutos, tanto literal como metafóricamente. Combina el trabajo a pie de campo con los nuevos nichos de mercado, como es la cada vez mayor demanda de productos ecológicos, junto a la vertiente familiar de la restauración, a través del proyecto de creación de un establecimiento donde poder degustar in situ los platos elaborados con los cultivos que pueblan los terrenos. A ello se añade la posibilidad de que los visitantes puedan adquirir, en un futuro mercado agrícola, esos mismos productos y de paso conocer las bondades de la finca.

Un proyecto que Tibisay Morales emprende con tan sólo 26 años, después de que el sector turístico, del que depende buena parte del negocio familiar, esté en horas bajas. Antes de la pandemia, la joven emprendedora no se imaginaba que iba a sentir tanta devoción por el cuidado de su finca tras acabar los estudios de Gestión de Empresas Turísticas, que cursó para ayudar en el negocio de restauración con clientela principalmente de origen nórdico.

Los terrenos donde se asienta la finca fueron creados artificialmente por la familia, enarenados con rofe que aportan un gran valor al suelo. La llegada del coronavirus y sus restricciones dio al traste con el trabajo en el restaurante familiar que tuvo que permanecer cerrado. Sin nada que hacer en el área de administración, volcó sus esfuerzos en una finca que nació con el objetivo de surtir al establecimiento de hostelería.

“Cuando el restaurante cerró, nos quedamos con una producción que no tenía salida y pensamos en arrancar los cultivos y cerrar. Sin embargo, empezamos a vender a algunas tienditas de la zona y más tarde a particulares. Sin nada que hacer en casa, iba todos los días por el campo y ayudaba en las tareas de recolección”, explica Tibisay. Meses después, su llegada al sector agrícola ha supuesto un nuevo reto empresarial y un proyecto ilusionante.

Tibisay está volcando buena parte de sus esfuerzos diarios en VegaCosta. Surte a hogares de la zona de Tinajo y tiendas de alimentación exclusivas donde valoran la producción ecológica, a la espera de poner en marcha el mercado y el futuro restaurante en el que desarrollar la experiencia gastronómica “del huerto al plato”.

“La finca me aporta la satisfacción de ver crecer el fruto de mi trabajo”

“De un producto agrícola se pueden obtener múltiples opciones, no solo se trata de plantar, recoger y vender a los restaurantes. Hay que buscar las alternativas al parón turístico. Siempre hay consumidores en sus casas que demandan esta producción e incluso supermercados dispuestos a adquirirla. Venderlos en la propia finca e incluso organizar visitas guiadas y experiencias etnográficas son otras posibilidades del negocio. La pandemia ha traído muchas cosas malas, pero también imaginación para salir adelante”, defiende la joven emprendedora. Volcada de lleno en la reconversión de la producción ecológica, Tibisay afronta el presente y el futuro con ilusión. El proyecto de la ecofinca se sustenta también en su férreo compromiso con el cuidado del medio ambiente. Tibisay es sabedora del cada vez mayor interés por la alimentación saludable y los productos kilómetro cero. Un orgulloso padre confirma la pasión de su hija por este proyecto agrícola. A la joven agricultora de Tinajo la acompaña otra mujer, la ingeniera agrónoma Amanda Montelongo. Tibisay Morales anima a sus clientes a visitar la finca y ver sobre el terreno de dónde proceden los alimentos que ponen en su mesa.

Los orígenes

Tibisay Morales explica que la herencia agrícola procede de sus abuelos, un saber hacer que también transmitieron a su propio padre. “La finca se lleva creando desde hace 25 años, casi mi edad”, señala la joven. Su paso al sector agrícola fue casual. Antes de la pandemia apenas dedicaba tiempo al campo. Fue a raíz de la cuarentena cuando comenzó a acercarse cada vez más por la finca. “El contacto con la naturaleza y comprobar la satisfacción de los clientes por unos productos que yo misma cultivaba y recolectaba fue lo que finalmente me enganchó”, comenta con una sonrisa Tibisay.

Ahora comparte su tiempo entre la administración del restaurante, a pesar de que aún permanece cerrado, y la finca, donde lleva desde la siembra hasta el marketing. Desconoce cómo se organizará para llevar a cabo todos sus cometidos cuando se active el apartado de restauración, pero tiene claro que el campo es lo suyo: “Llevo peor lo de estar sentada en una oficina. En el campo estás en contacto con la naturaleza. Me gusta cuidar los detalles en los envíos que hacemos cuando preparamos las cajas para nuestros clientes. Que vean que lo hacemos con cariño, al igual que el amor que derrochamos en trabajar la tierra”.

“Tenemos que darle importancia a lo primario y volver a los orígenes”

Una vertiente de la finca la compone el apartado experimental a través de la plantación de árboles tropicales procedentes de otras partes del mundo que espera den sus frutos en Lanzarote. “Longan, carambola, achiote, manzana de agua... frutas tropicales que en Tenerife, de donde es el vivero que las suministra, se dan muy bien y con las que queremos demostrar que aquí también pueden cultivarse, aunque sea una isla seca”, explica Tibisay, que añade orgullosa que el experimento está cosechando ya sus primeros éxitos, hasta el punto de que los propios suministradores de las plantas les han felicitado por el resultado.

A este satisfactorio balance contribuye un enriquecido suelo, la ubicación de los cultivos protegidos del viento y un buen sistema de riego. Otro proyecto en mente es que la finca disponga de un vivero propio en un futuro para poner a la venta los frutales, a cada cual más exótico.

Tibisay Morales destaca el papel de la mujer en el campo, como el desempeñado por su propia abuela durante toda su vida, el que realiza ahora ella misma o el de la ingeniería de VegaCosta. Ambas trabajan mano a mano, ayudadas por otros dos compañeros.

“En la finca tenemos una filosofía: no entra ni sale nada con plástico”

También resalta la relevancia de los valores que guían proyectos como el suyo: “Tenemos que darle importancia a lo primario, a la naturaleza, a lo que nos da la tierra porque es lo que nos está alimentando y volver a los orígenes, cuando el lechero te rellenaba la botella de cristal o íbamos a comprar con la talega. En la finca tenemos una filosofía: no entra ni sale nada con plástico. Los envíos se realizan con cartón. Me mata cuando veo en el supermercado un pepino envuelto en plástico”.

Tibisay anima a los jóvenes, no solo a recuperar estos valores, sino a seguir trabajando la tierra. “La experiencia en la finca me ha aportado mucha tranquilidad y amor por la naturaleza, así como la satisfacción que da ver crecer el fruto de tu trabajo. Reconozco que es un trabajo muy duro y sacrificado, muchas tareas no las puedo afrontar sola, pero siempre puedo contar con ayuda. Cuando empecé en la agricultura tampoco sabía hacer la mitad de las cosas, pero preguntando y observando logré aprender”.

La finca, en imágenes

Comentarios

Enhorabuena! Me quito el sombrero. Interesantísimo proyecto y la mejor actitud.
Felicidades por tener el coraje y valor de empezar esta nueva iniciatica empresarial que es dura pero que seguramente te dará grandes satisfacciones personales.
Es para sentirse muy orgullosos por tan laborioso pero importantísimo proyecto. Les deseo la mejor de las suertes
Enhorabuenaa a esta joven Lanzaroteña. Muchos deberían seguir su ejemplo y el de otros muchos lanzaroteños más, no irse a la puerta del ayubtamiento a pedir limosna como suelen hacer.
Enhorabuena. Los lanzaroteños no son precisamente los que van a pedir limosna que ya me harta tanta hipocresía. Las ayudas las reciben los que están aquí sin hacer nada y a costa del pueblo.. Ya vale de faltar a la verdad.. Cuando has visto gente de aquí ñeir limosna?? Sin faltar. Pero ese no es el debate... Así que enhorabuena

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