La Cooperativa de Taxis San Marcial de Arrecife afronta una nueva etapa bajo la presidencia de Ruymán Brito, su nuevo presidente. San Marcial es la cooperativa más numerosa de la Isla, que aglutina 132 licencias de las 465 que operan en la Isla, y tiene por delante muchos retos y problemas para un sector que siempre está bajo el escrutinio público.

Brito señala la falta de conductores y la posible instalación de una nueva central de reservas para los vehículos como los dos principales retos que debe afrontar a corto plazo para mejorar el servicio, además de la mejora de la central de llamadas de la propia cooperativa, que acumula una gran cantidad de quejas. “Arrastramos problemas del pasado y hay que ponerse un poquito las pilas en ese sentido”, dice. “Se puede mejorar esa central con lo que tenemos aunque nos va a costar porque tenemos que concienciar al taxista de realizar los servicios que le entran y todo no se hace de la noche a la mañana”, añade.

La escasez de conductores se viene arrastrando en Arrecife desde hace años. Una de las causas es que la profesión es más atractiva, o más lucrativa, en otros municipios. La falta de chóferes hace que en muchas ocasiones, sobre todo en los turnos de tarde y de noche o en festivos, no haya taxis para cubrir los servicios que necesita el ciudadano.

“Trabajar en otro municipio con otro tipo de clientes es más sencillo. El que se ha dedicado al sector del taxi, más o menos sabe que esto es así, que es más sencillo trabajar con clientes de otro municipio”, señala Ruymán Brito, que apunta que otra dificultad añadida es el examen que hace el Ayuntamiento para poder ser conductor en Arrecife.

La central única que quiere sacar el Cabildo “está un poquito estancada”

La capital es el único municipio en el que se hacen dos exámenes, no uno, y el que menor porcentaje de presentados aprueba. “En otros municipios, de 40 normalmente aprueban cerca de 30 y aquí en Arrecife, en la última convocatoria, de 46 aprobaron 11”. Esa última convocatoria es de diciembre del año pasado. La cooperativa ya ha solicitado al Ayuntamiento que haga otra convocatoria de forma urgente “porque tenemos muchísimos taxis parados en varios turnos, precisamente por la escasez de conductores”, añade Brito.

La mayoría de los vehículos solo tienen un conductor y, por tanto, un turno, que se puede alargar hasta diez o doce horas, pero no las 24 horas del día. El setenta por ciento de las licencias, aproximadamente, solo tiene un conductor. Eso hace que en en algunos turnos, por la noche, no haya ni veinte o treinta vehículos disponibles. A esto se suma la sensación de inseguridad de algunos taxistas, que ante la falta de policías en las calles en esos turnos, no tienen una garantía de seguridad para estar de servicio a ciertas horas. “Para nosotros es más atractivo trabajar de día que de noche”, recalca el presidente de la cooperativa.

Central

Respecto a la central única que quiere sacar adelante el Cabildo, “está un poquito estancada”. “Hasta que no se vuelvan a poner en contacto con nosotros no sabemos en qué estado está”, apunta. Ya hubo un intento hace veinte años para poner una central única para los taxis de todos los municipios, el sistema Auriga, y al final solo lo instalaron en Arrecife, que es el que sigue funcionando.

El Cabildo ha comunicado a la cooperativa que quieren seguir trabajando con el sistema Auriga pero usando una inteligencia artificial y con tres turnos. “Su idea es intentar que entren todos los municipios para tener una mejor localización de los taxis disponibles y poder enviar al cliente al más cercano, ya no sólo en Arrecife, sino en toda la isla”, dice. Es el mismo intento de hace años. Brito destaca que no se trata de una insularización, “sino de que en casos puntuales que tengamos necesidad en algunos municipios, los que estén más cerca puedan trabajar o que si en ese momento pasan por ese municipio porque han ido a dejar un servicio y quedan libres, pues puedan ayudar en ese momento”.

Tarifas

Recientemente se aprobó para Arrecife una de la demandas del sector, una subida de las tarifas, en concreto de la tarifa 1, la urbana. Señala Ruymán que algo se nota, pero que no es suficiente, ya que Arrecife sigue teniendo una de las tarifas más bajas de toda España, a pesar del incremento de unos 50 céntimos en la bajada de bandera y otros 10 céntimos el kilómetro.

“En cualquier trayecto en Arrecife, lo máximo que va a ser la carrera va a ser un euro de más, con una media de entre 60 y 70 céntimos, que es lo que ha subido”, explica Brito, que señala que ya han realizado una propuesta, de momento verbal, al Ayuntamiento, para que la traslade al Cabildo, que consiste en intentar llegar a que el viaje mínimo sea de cinco euros, manteniendo la bajada de bandera, que ahora está en el primer kilómetro, hasta 2,5 kilómetros o tres.

“La mayoría de servicios dentro de Arrecife no llega ni a cuatro euros, y en ese precio hay que incluir la espera que llevamos en parada, que en muchas ocasiones puede ser de veinte minutos o más, aunque cuando hay muchos servicios apenas se espera, así que las matemáticas no salen”, destaca. Los conductores, por lo general, hacen “muchas más” de cuarenta horas a la semana de trabajo.  

“La mayoría de servicios dentro de Arrecife no llega ni a cuatro euros”

Hay otra cuestión sobre la mesa respecto al taxi, y es la intención del Cabildo de calificar como áreas sensibles el puerto de Arrecife y el aeropuerto. Para Brito, “más que calificarlo como área sensible, que es lo que quiere hacer el Cabildo, habría que dar facilidad para que en los momentos puntuales en los que existiera demasiada demanda, no hubiera tanto problema para solicitar la prestación conjunta, porque ahora mismo tiene que ser con quince días de antelación, solicitarlo en el Ayuntamiento para que lo soliciten al Cabildo y que lo apruebe, cuando debería ser mucho más sencillo con solo descolgar un teléfono y llamar al Cabildo, y que en cuestión de minutos se puede dar ese apoyo donde se solicite”. 

A esto hay que añadir que las colas se producen, tanto en el aeropuerto como para ir al puerto a los cruceros, no ya en días concretos, sino en horas concretas, si hay acumulación de vuelos o retrasos o si han llegado más de dos cruceros el mismo día. “El horario de trabajo fuerte suelen ser dos horas, no es que esté durante diez horas la demanda alta”, explica Brito.