No fue un incendio sino varios. La casa de la calle Tinache que se había convertido en un fumadero ha sido escenario de múltiples broncas a e incidentes que derivaron a mediados de agosto en un incendio que prácticamente destrozó la casa y que metió el miedo en el cuerpo al vecindario. Los propietarios han hecho todo lo posible: denunciaron la ocupación en diciembre del año pasado pero los problemas han seguido. En junio hubo un juicio pero ni siquiera se lo comunicaron, y tienen en la práctica las manos atadas.

“Esto ha sido horroroso, todos los días pleitos, ni se imagina el miedo tremendo que hemos pasado”, dice una de las vecinas de la calle. Los propietarios, por su parte, aseguran que antes tenían una casa habitable “y ahora tenemos un solar”. Los bomberos apagaron el incendio, la Policía precintó la casa, pero dentro sigue habiendo gente. Aunque está todo quemado, en la planta de arriba hay ropa tendida y los vecinos aseguran que sigue entrando gente. Esos inquilinos se han llevado todo lo que podía haber de valor: puertas, ventanas y otros objetos, pero también hicieron un agujero y pasaron a la casa de al lado, que estaba apuntalada, para llevarse algo más.

El combustible del fuego se ha ido acumulando durante años. No es solo un problema de una vivienda, sino de una parte importante del barrio. La situación de las viviendas no se ha solucionado desde que un vecino murió aplastado por el techo de su vivienda en la calle Timbayba hace nueve años. Dos años después de aquello se firmó un convenio entre Gobierno central, Gobierno de Canarias y Ayuntamiento de Arrecife para considerar una zona, donde se incluían 66 viviendas de las calles Tisalaya, Tinache, Timbayba, Tinamala y Tingafa, como Área de Renovación Urbana.

El proyecto, de 8,2 millones de euros, consistía en tirar las viviendas, muchas de las cuales están unidas por una pared común y construirlas de nuevo. Pero no se consultó a los vecinos. Muchas de las casas están completamente nuevas. Una vecina, con una casa en la misma calle que la del incendio, muestra la vivienda, que está en perfectas condiciones y dice que puso pilares de hierro y “50 sacos de cemento”. Y como esa, muchas otras.

Esa primera fase de 2011 nunca se ha ejecutado, ni por supuesto la segunda, ni el mismo proyecto para el barrio de Valterra, aunque el dinero se ha ido traspasando de presupuesto en presupuesto, año tras año. Lo que sí se hizo fue desalojar las casas que estaban en peores condiciones y reubicar a las familias en otras casas.

El Ayuntamiento se comprometió a pagar los alquileres pero ha habido muchos incumplimientos de pago durante estos años. Ahora Intervención informa de forma desfavorable al pago porque no se puede abonar ese alquiler de forma indefinida.

La situación de las viviendas del barrio de Titerroy no se ha solucionado desde que un vecino murió aplastado por el techo de su casa en la calle Timbayba hace ya nueve años

El Diputado del Común le ha pedido un informe al Ayuntamiento para iniciar otro expediente, que aún no ha realizado. El impago del Ayuntamiento supera ya los 15 meses y algunos inquilinos, en su mayoría personas mayores, han tendido que dejar las casas porque no pueden afrontar el gasto.

Otra de las acciones que, en lugar de solucionar el problema, lo agravan, es que el Ayuntamiento, en el año 2015, declaró en estado de ruina al menos 25 de esas casas, entre ellas la vivienda que ardió este verano, pero ni siquiera las inspeccionó por dentro.

El expediente se incoó en septiembre de 2015 y el informe técnico se basa en otro informe del año 2010 que decía que las casas están “en un deficiente estado de conservación” y que “en ocasiones incumplen con los requisitos de seguridad y accesibilidad”.

Con el expediente de ruina, el único futuro para la casas es el derribo: no se pueden alquilar y es muy difícil que se vendan, pero hay que comprobar si hay una solución técnica viable para tirar unas sin que afecte a las colindantes.