El caso en el que se investiga el crimen de Roberto Martín Cabrera, reabierto hace pocos meses, se mantiene en diligencias previas. Se ha citado nuevamente a las personas que en su momento declararon como testigos y a otra, que ha sido llamada en calidad de imputado, en relación al homicidio del vecino del barrio arrecifeño de San Francisco Javier.

Fuentes consultadas por DiariodeLanzarote.com aseguran que la acusación particular ha solicitado en los últimos días al Juzgado de instrucción número cuatro de Arrecife la incorporación de nuevas pruebas que ayudarían a esclarecer el crimen cometido el 24 de enero de 2011.

Durante el último mes ha sido el Ministerio Fiscal el que ha solicitado el testimonio de los testigos. Por su parte, la representante legal de la familia Martín Cabrera pidió escuchar nuevamente a Víctor, uno de los hermanos del fallecido, quien acudió a la sede judicial el pasado 27 de mayo, con el ánimo de trasladar a la magistrada que investiga estos hechos las razones por las que él considera que su hermano fue víctima de la agresión que causó su muerte.

La defensa quiere que se valoren testimonios y reconocimientos fotográficos que podrían ser determinantes para identificar a los responsables

Para Víctor sigue siendo una losa pesada saber que los responsables de la muerte de su hermano siguen en libertad. En ese sentido, manifiesta su decepción por la “poca capacidad de reacción de la justicia” ante este crimen, cuyo procedimiento judicial incluso llegó a estar sobreseído de forma provisional por falta de elementos probatorios. “Es muy duro vivir sabiendo que no se ha hecho nada por encontrar a los asesinos”, afirma.

De las diligencias ya practicadas se puede deducir la existencia de dos autores materiales y de una persona que encargó el apuñalamiento mortal de Roberto la noche del 24 de enero de 2011, pero poco más.

No hay arma homicida, pero sí posible móvil: un supuesto ajuste de cuentas por tráfico de drogas. Los primeros testimonios fueron contradictorios. También ha habido dificultades para identificar a los criminales ya que los hechos ocurrieron por la noche y varios testigos han declarado que iban encapuchados.

De las diligencias ya practicadas se puede deducir la existencia de dos autores materiales y de una persona que encargó el apuñalamiento mortal

Las nuevas pruebas aportadas a la investigación, que la acusación particular espera que se tengan en cuenta, pueden ser el último empujón que necesite la causa para finalmente conocer a los responsables de una de las últimas muertes en circunstancias violentas ocurridas en Lanzarote que a día de hoy sigue atascada en los despachos judiciales de Arrecife.

La muerte de Roberto Martín se resume en más de 600 folios de diligencias y en la infatigable batalla que libra su familia para que su muerte no quede, como otras, impune. Durante estos cuatro años la familia no ha escatimado en esfuerzos para que la jueza no abandone la causa. Han cambiado varias veces de abogado, todos de oficio, y presentado recursos para reabrir el caso. Han librado una dura batalla judicial y policial. Quizá así se logre que el crimen no caiga en el olvido.