Al concluir el mandato, la Sanidad en Lanzarote hace balance. Si se cumplen los plazos, este año se pondrá en marcha la Unidad de Hemodinámica en Lanzarote y ya no será necesario que los pacientes se desplacen a Gran Canaria para recibir radioterapia. Las listas de espera han disminuido en casi todas las especialidades, pero en alguna, como dermatología, se ha disparado. Para el futuro inmediato ya están sobre la mesa los próximos proyectos del Hospital Molina Orosa: un edificio de aparcamientos y un helipuerto. Falta, eso sí, cuadrar lo más importante: la financiación. Estas son las principales claves.

El detalle de las listas de espera. Hace cuatro años había 1.938 pacientes en lista de espera para entrar en el quirófano en el Hospital Molina Orosa. En el conjunto de Canarias la cifra rozaba los 25.000 pacientes. Al concluir la legislatura, con el último balance oficial, en Lanzarote hay medio millar de personas menos en la lista de espera quirúrgica, mientras que en el Archipiélago la cifra se ha incrementado en casi 10.000 pacientes que están pendientes de una intervención. El Hospital lanzaroteño es el único que ha disminuido la lista de espera quirúrgica y lo que se tarda en que se produzca la operación.

El gerente de los Servicios Sanitarios de Lanzarote, José Luis Aparicio, dice que la reducción en el Molina Orosa se ha conseguido con turnos de quirófano de mañana y tarde, de lunes a viernes, y también operando los sábados. Con tres quirófanos en funcionamiento y a una media de cuatro pacientes operados cada tarde, a la semana se opera a más de 70 personas en este turno extraordinario.

Pese a las mejoras, traumatología sigue a la cabeza: si en junio de 2019 había 917 pacientes a la espera de una intervención, al concluir el año pasado eran 691. “La plantilla de traumatología ahora está bien dimensionada y la lista va bajando”, asegura Aparicio. No obstante, un paciente de trauma todavía tarda 142 días en ser operado, cuando lo “óptimo” es no sobrepasar los tres meses.

La lista de espera de traumatología disminuye pero hay una “pelotera” con dermatología

En la otra lista de espera, la que engloba a los usuarios que están pendientes de ser vistos por un especialista, el lunar es dermatología, que ha llegado a los 500 pacientes, prácticamente el doble que hace cuatro años. En el Molina Orosa son conscientes de la “pelotera” que se ha generado con esta especialidad. “Tenemos solo tres profesionales, cuando hace unos meses contábamos con cinco”, señala Aparicio. La “inestabilidad” en parte de la plantilla provoca estas situaciones.

Entre agosto de 2019 y mayo de 2022, con una pandemia de por medio, la plantilla de la sanidad en la Isla se incrementó en 554 profesionales, de los que quedan unos 300.

Entrada al búnker de radioterapia.

Radioterapia, en 2023. El búnker de radioterapia del Molina Orosa estará en funcionamiento, con las primeras sesiones a pacientes oncológicos, “antes de que termine 2023”. El objetivo, dice Aparicio, era arrancar este próximo mes de septiembre, pero una obra de adecuación de las instalaciones se ha tenido que licitar hasta en tres ocasiones. Una de las paredes del búnker se reforzará con una lámina adicional de acero. ¿El motivo? “La disposición del acelerador lineal, pero se trata de algo habitual, no de ningún problema”, recalca Aparicio.

A la zona donde se colocará el aparato, que está adjudicado por 1,8 millones de euros desde julio del año pasado, se llega por una especie de “laberinto”, orientado al sur. El muro que se reforzará de acero será el opuesto. “En junio empezarán las revisiones a pacientes en Lanzarote por parte de especialistas del Doctor Negrín, que se desplazarán a la Isla”, explica el gerente.

Más de 300 pacientes recibirán radioterapia sin desplazarse de Lanzarote

El cronograma actualizado apunta a que en septiembre estaría instalada la maquinaria y se comenzaría con la calibración y las pruebas. Luego tendría que dar la autorización el Consejo de Seguridad Nuclear. En la actualidad, más de 300 pacientes oncológicos de Lanzarote se están desplazando cada año a Gran Canaria para recibir radioterapia.

Con la puesta en marcha del servicio, no tendrían que hacerlo: serán los profesionales del Negrín, que están especializados en equipos para cada tipo de cáncer, los que vengan a Lanzarote. “Tienen disponibilidad y la actitud es muy buena”, destaca Aparicio.

En Fuerteventura, la radioterapia empezó en junio del año pasado, pese a tener menor población. “No es una comparación justa”, replica Aparicio. “Allí se proyectó antes, en 2017, y aprovecharon una fase de ampliación del Hospital, y en Lanzarote el proceso comenzó en 2019”.

Hemodinámica y edificio anexo. Hasta ahora, cuando alguien en Lanzarote sufre un infarto termina siendo evacuado al Doctor Negrín. Con la puesta en marcha de la Unidad de Hemodinámica, la mayor parte de los traslados urgentes y programados se evitarían. En la actualidad, el área del Molina Orosa destinada a este servicio, se está equipando. La intención es que se lleven a cabo cateterismos cardíacos y cerebrales, y también implantes de los stent coronarios y marcapasos. Según las cifras de la Consejería de Sanidad, desde Lanzarote se tienen que desplazar cada año unos 900 pacientes.

El Molina Orosa cuenta ya con cirujanos cardiovasculares que, indica Aparicio, se prepararán en Gran Canaria. “En septiembre estaría lista la Unidad de Hemodinámica y a partir de entonces se podrá intervenir aquí”, apunta el gerente del Hospital, que indica que el servicio “irá de menos a más”.

Por otro lado, entre mayo y junio se espera que esté recepcionado el anexo del Hospital Doctor José Molina Orosa, que se construyó, en principio, para destinarlo a enfermedades emergentes. Cuando se adjudicó por la vía de “emergencia”, en septiembre de 2021, por casi 15 millones de euros, todavía el Covid marcaba la política sanitaria. En el contrato se estipuló que tendría que estar finalizado, a más tardar, en marzo de 2022.

El edificio está prácticamente finalizado, a falta de corregir detalles. Sin embargo, según las fuentes consultadas, no ha sido hasta finales de abril que el Gobierno de Canarias ha desbloqueado los pagos pendientes a la constructora, que suponían la mayoría del importe del contrato.

Espacio habilitado en el Hospital para Hemodinámica.

Nuevo aparcamiento. Con la ampliación del Hospital sobre el antiguo aparcamiento de Urgencias, las plazas de parking en el Molina Orosa se han reducido de forma significativa: antes había 642 y ahora quedan 447.

Uno de los proyectos que ha quedado para el próximo mandato es la construcción de un aparcamiento modular, de 9.800 metros cuadrados de superficie y dividido en tres plantas, que se levantaría en uno de los laterales del recinto hospitalario, utilizado antes solo como parking para el personal. El plazo de ejecución sería corto, de unos seis meses, pero el escollo hasta ahora ha sido la financiación: seis millones de euros.

El gerente del Molina Orosa destaca la implicación del Cabildo, que se ha comprometido a ceder el suelo, que es de su titularidad, y a aportar fondos. Con sus 628 plazas, el complejo hospitalario alcanzaría las 817 plazas en total. Desde el Área de Salud de Lanzarote se defiende que se construya con fondos públicos para evitar una concesión a una empresa privada y que los usuarios y la plantilla tengan que pagar por aparcar.

Helipuerto en la azotea. Entre los proyectos para el medio plazo, la Consejería de Sanidad ha encargado la construcción de un helipuerto en el Molina Orosa, por el “alto número” de ocasiones en que se utiliza este medio para transportes de pacientes al cabo del año. El estudio de viabilidad, al que ha tenido acceso Diario de Lanzarote, se inclina por la cubierta del Hospital, en su parte central y de mayor altura, para evitar “obstáculos” en la operación de despegue y aterrizaje, y se plantea que uno de los ascensores llegue hasta la cubierta.

Si fuese necesario reforzar la estructura, explica Aparicio, se podrían utilizar los patios interiores que hay en el Molina Orosa, que se encuentran en esa parte central del Hospital. “La condición que pusimos es que no se necesitara una ambulancia para los desplazamientos”, explica Aparicio. El coste del helipuerto ascendería a un millón de euros, según las primeras estimaciones.