Podemos ha denunciado la instalación de barreras en los accesos al puerto deportivo ilegal Marina Rubicón “presuntamente sin contar con licencia para hacerlo”. La semana pasada varios operarios instalaron barreras tanto para el acceso como para la salida del puerto deportivo en la calle El Berrugo, quedando dentro de la zona reservada las casas antiguas de las que fueron desalojados sus dueños en 2010.

Tras comprobar la instalación de las barreras, el concejal de Podemos en el Ayuntamiento, Ramiro Muñoz, se puso en contacto con el concejal de Vías y Obras del Consistorio, que le reconoció "no tener conocimiento" siquiera de que se habían colocado dichas barreras, “dando a entender que las mismas se habían instalado sin contar con los preceptivos permisos”.

En esa conversación, el concejal aseguró que enviaría una patrulla para comprobar los hechos, “sin que hasta la fecha haya informado de los resultados de la inspección”, asegura Podemos.

A juicio de Ramiro Muñoz, "resulta increíble que poco después de haber sido declarado ilegal el puerto deportivo, sus propietarios sigan acometiendo obras presuntamente ilegales en su interior”.

“Parece que algunos empresarios siguen pensando que pueden hacer lo que quieran donde quieran y cuando quieran, incluso después de que la Justicia les haya señalado como responsables de pagar sobornos para obtener las licencias", añade.

"Estamos ante una nueva muestra de que hay empresarios de primera y de segunda, y el alcalde de Yaiza debe demostrar de inmediato que no hay unas normas para el común de los ciudadanos y otras mucho más permisivas para un puñado de caciques que llevan décadas campando a sus anchas en la isla", señala Muñoz.

Según el edil de Podemos, "vecinos de Playa Blanca, tras ver las fotos de las barreras, me han trasladado que no entienden que se permita regular el acceso a un espacio que ya debería haberse dedicado a uso y disfrute de la ciudadanía, y que ha sido usurpado y entregado a intereses particulares". Según Muñoz, "lo mismo ocurre con zonas verdes como el Kikoland, que siguen ocupadas y dando frutos económicos a su propietario, Juan Francisco Rosa".