-Después de una década en la Presidencia del Cabildo de Lanzarote, Coalición Canaria perdió las pasadas elecciones y su gran reto es que la institución vuelva a tener color nacionalista. ¿Lo afronta como un examen personal después de una etapa de 12 años de relativa comodidad electoral en Teguise?

-Lo afronto como un reto muy ilusionante y cargado de muchísima convicción y sentido de la responsabilidad, porque respiro todos los días ganas de cambio y cierta desazón generalizada en Lanzarote y La Graciosa. Durante los últimos 12 años he vivido una dosis de municipalidad que me ha hecho mil veces más empático y sensible a cómo afecta la gestión pública a la vida de las personas, y la gente de mi municipio de Teguise me ha enseñado y me ha exigido mucho, como tiene que ser. No ha sido fácil ni lo será saltar a la liga insular, pero creo que he recorrido mucha calle, he tomado buena nota y he aprendido que las instituciones basadas en el individualismo y en el sectarismo, y dirigidas de manera bicéfala no llegan a buen puerto y no consiguen satisfacer las expectativas de la colectividad, sino de unos pocos.

-En el caso de que no ganase las elecciones, ¿promovería una moción de censura para ostentar la presidencia en la recta inicial del mandato? Se lo digo porque a escala autonómica se aprecian con claridad dos grandes bloques: por un lado, los partidos del 'Pacto de las flores' y, por otro, los que han estado en la oposición, como CC y PP... A priori, y con las encuestas en la mano, la suma de ambos partidos podría dar para gobernar en el Cabildo.

-Soy consciente de todos los escenarios que se pueden abrir a nivel insular y autonómico pero confío plenamente en poder conseguir una buena posición de salida con una mayoría absoluta que dé una estabilidad real a la institución para crear el modelo de isla que quiere y necesita Lanzarote y La Graciosa, y que nada ni nadie pueda corromper de forma interesada. Eso sí, a título personal, le digo que le pongo un gran suspenso al Pacto de las flores en Canarias y al pacto PP y PSOE en Lanzarote, porque hay fórmulas que no funcionan y porque no han sabido gestionar, sino lamentar la mala suerte que les ha tocado vivir con las crisis sobrevenidas, pero el pueblo necesita capacidad de liderazgo, decisiones, hechos y soluciones, no pañuelos de lágrimas de quien ostenta un cargo público y maneja un presupuesto que sale de todos los contribuyentes.

“Respiro todos los días ganas de cambio y cierta desazón generalizada en Lanzarote y La Graciosa”

-En los días previos a las elecciones, el PSOE le ha acusado de forma directa de llevar a cabo una “campaña sucia” contra la plancha de los socialistas, utilizando para ello al consejero Pedro San Ginés y a un medio de comunicación. ¿Qué responde a esa acusación?

-Quien me conoce sabe que no dedico ni un minuto de mi vida ni una décima de mi energía en contestar algo que no suma. Siempre he hecho una política constructiva, jamás me he metido en la esfera personal de nadie pero sí he cuestionado la gestión, que es lo que quiere ver la ciudadanía.

-En materia de infraestructuras, Coalición Canaria ha apostado de forma clara por que no se ejecute una nueva autovía de ocho kilómetros entre Playa Honda y Arrecife, por suelo rústico. ¿Por qué se oponen? ¿No teme que le achaquen frenar inversiones en Lanzarote?

-Tristemente, en Lanzarote se han frenado inversiones porque a algunos les interesa que se materialicen en otras islas como en Gran Canaria y Tenerife. Yo pelearé, como lo he hecho estos cuatro años en el Parlamento, por mayor inversión para mi Isla, y en este caso de la polémica carretera que quieren atravesar por medio del jable, apoyaré el proyecto que tenga todos los informes medioambientales favorables y el consenso de la sociedad, tanto de los residentes como de la masa industrial y comercial de la zona.

“Siempre he hecho una política constructiva, jamás me he metido en la esfera personal de nadie”

-Como parlamentario, en la última legislatura, se interesó por las polémicas jaulas de Playa Quemada. Ahora está en trámite la instalación, por la misma empresa, de más de un centenar de jaulas entre Arrecife y el aeropuerto. ¿Cree que se podrán paralizar? ¿Comparte la vía judicial emprendida por el Cabildo contra el Gobierno de Canarias?

-Efectivamente, fui el primero que alzó la voz ante la consejería de Agricultura de Canarias para defender la retirada de las jaulas de Playa Quemada y exigir la recuperación de los fondos marinos que se han visto afectados por la acuicultura. Mi papel será exigir que no se comprometa nuestro litoral desde Costa Teguise hasta Playa Blanca, y que estudien otras zonas donde se pueda desarrollar la actividad.

-En cuanto al sector primario, el Complejo Agroindustrial se ha percibido en las últimas décadas como un equipamiento infrautilizado. ¿Qué planes tiene para este espacio si gobierna en el Cabildo de Lanzarote?

-Mi plan es que la presidencia del Cabildo se encargue del sector primario directamente, con un área formada por un equipo multidisciplinar y que esté ubicada en el propio Centro Agrotecnológico, que cuanto antes pasará a ser propiedad del Cabildo (sin que Teguise pierda la posesión) para poder convertirlo en el centro neurálgico de la agricultura y ganadería de Lanzarote, con oferta formativa, con un mercado de abastos y con cultivos experimentales.

“Pelearé, como lo he hecho estos cuatro años en el Parlamento, por mayor inversión para mi Isla”

-Uno de los principales problemas de la Isla, en la actualidad, es la falta de vivienda asequible. ¿Qué soluciones plantean desde Coalición Canaria?

-La promoción de vivienda pública en propiedad o de alquiler, y adquisición de nueva vivienda con los 14 millones de crédito solicitados en 2021, coordinar con ayuntamientos la habilitación de suelo para promoción de vivienda privada a precios asequibles, recuperar el programa 'Bolsa de Vivienda Joven Canaria' e invertir en una red de viviendas tuteladas especializadas para personas vulnerables.

-El actual grupo de gobierno ha iniciado el procedimiento para declarar a Lanzarote como isla turísticamente saturada. ¿Comparte el diagnóstico de que Lanzarote ha tocado techo y que no hay que crecer más? ¿Qué plantea para la vivienda vacacional, que experimenta un auge tremendo, por ejemplo en zonas que conoce bien como Caleta de Famara y La Graciosa?

-Yo declaro la isla de Lanzarote oficialmente no gestionada. Cuando no se gestiona, se saturan los servicios, y eso lo estamos sufriendo ahora en todo. Y sobre el modelo de vivienda vacacional, hace falta trabajar en la regulación pero no en la prohibición, porque nuestras familias tienen todo el derecho del mundo a formar parte de la industria turística y recibir parte de la riqueza que genera en la Isla, con un orden por supuesto.

“Mi plan es que la presidencia del Cabildo se encargue del sector primario directamente”

-Si ostenta la presidencia en el próximo mandato, ¿cuáles serían las medidas que aplicaría en los 100 primeros días?

-Lo primero que haré es devolver la cercanía y la empatía de la máxima institución insular hacia la sociedad lanzaroteña y graciosera. Demostrar que se puede gobernar para todos, los que te votan y los que no, e impulsaré un sistema presidencial que rote por cada una de las entidades locales. Cada municipio tendrá al presidente del Cabildo en su ayuntamiento durante el tiempo suficiente para cooperar y progresar en aquellos proyectos que me soliciten. Y luego retomar una política de atención y cuidado que pase por recuperar los conciertos sociales y la inclusión real en la comunidad. Y lo tercero será pedir a Europa y a España todos los fondos de inversión y financiación pública disponibles para poder subir la calidad de vida y el bienestar de la ciudadanía, sin que se pierda ni un céntimo en el camino. No pido 100 días de gracia, pero sí firmo un contrato explícito con la sociedad con unos compromisos ineludibles que si cumplo, me legitimarán como gestor público, y si no cumplo, me voy.